Array

Jesucristo, Único y Verdadero Maestro de Oración

El delegado diocesano de catequesis Adolfo Ariza ofrece un nuevo artículo dedicado a la enseñanza de la oración.

Didáctica de la oración cristiana

Jesucristo, Único y Verdadero Maestro de Oración

En toda didáctica de la oración cristiana aquí radicaría el punto de partida, el contenido de la materia a enseñar y el objetivo último a perseguir. No es presuntuoso ni exagerado el título ya que no se puede comprender nada sobre la verdad de la oración cristiana sin contemplar a Jesús en oración, sin escuchar cómo nos enseña a orar y sin conocer cómo acoge nuestra plegaria (cf. CCE 2598). Las razones para seguir subrayando el título y no “ser presa de esterilizantes relativismos” se podrían condensar en estos cinco principios.

Primero. Jesús aprendió a orar conforme a su corazón de hombre y en esta oración se revela la novedad de la oración en la plenitud de los tiempos: “La oración filial, que el Padre esperaba de sus hijos va a ser vivida por fin por el propio Hijo único en su Humanidad” (CCE 2599). No hay otro camino teologal de nuestra oración que su oración al Padre (cf. CCE 2607). En esta oración, unida a la de Jesús, el Padre nos da al Espíritu Santo: “Otro Paráclito, para que esté con vosotros para siempre, el Espíritu de la verdad” (Jn 14, 16-17). “En el Espíritu Santo, la oración cristiana es comunión de amor con el Padre, no solamente por medio de Cristo, sino también en Él: ‘Hasta ahora nada le habéis pedido en mi Nombre. Pedid y recibiréis para que vuestro gozo sea perfecto’ (Jn 16, 24)” (CCE 2615).

Segundo. Es contemplando al Maestro en oración, cuando el discípulo de Cristo desea orar (cf. CCE 2601): “Estando Él orando en cierto lugar, cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos: ‘Maestro, enséñanos a orar’” (Lc 11, 1). “En comunión con su Maestro, la oración de los discípulos es un combate, y velando en la oración es como no se cae en la tentación (cf. Lc 22, 40.46)” (CCE 2612).

Tercero. “Todos los infortunios de la humanidad de todos los tiempos […], todas las súplicas y las intercesiones de la historia de la salvación están recogidas en este grito del Verbo encarnado” (CCE 2606): “Padre, en tus manos pongo mi espíritu” (Lc 23, 46).

Cuarto. Jesús, como buen pedagogo (cf. CCE 2607), nos conduce progresivamente por un camino por el que percibimos cómo orar es “en lo secreto” (Mt 6, 6), cómo no hay que gastar muchas palabras (cf. Mt 6, 7) y cómo se asienta sobre la más genuina “audacia filial”: “Todo cuanto pidáis en la oración, creed que ya lo habéis recibido” (Mt 21, 22). Se trata, por tanto, de una “oración de fe” que no consiste únicamente en decir “Señor, Señor”, sino en disponer el corazón para hacer la voluntad del Padre (cf. Mt 7, 21).

Quinto. Frente a cualquier género de duda no se puede dejar de afirmar en ningún momento que Jesús siempre escucha nuestra oración puesto que – y son palabras de san Agustín – “ora por nosotros como sacerdote nuestro; ora en nosotros como cabeza nuestra; a Él se dirige nuestra oración como a Dios nuestro. Reconozcamos, por tanto, en Él nuestra voces; y la voz de Él en nosotros”.

Contenido relacionado

17 de mayo, a un año de la gran procesión de la Esperanza en...

El 17 de mayo de 2025, la imagen de María Santísima...

Fallece el Padre Pedro Muñoz, fundador del Oasis

Fue el Fundador del Oasis de Villaviciosa, donde hay una Comunidad...

Domingo de Pentecostés. Ciclo B. 19 de mayo de 2024

Pentecostés es una de las fiestas más antiguas del judaísmo,...

Enlaces de interés