«Arraigados en Cristo, anunciamos el Evangelio»

Carta Pastoral de Mons. Ceballos Atienza, Obispo de Cádiz, con motivo del Día de Acción Católica y del Apostolado Seglar, escrita el 6 de junio en Cádiz.

Mis queridos diocesanos: 

Un año más vamos a celebrar en nuestra Diócesis de Cádiz y Ceuta el Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar, en la fecha solemne de Pentecostés. El Espíritu Santo impulsa a los apóstoles, reunidos en oración con María, la madre de Jesús, a salir del Cenáculo y a evangelizar a todos los pueblos y naciones. 

1. Arraigados en Cristo… 

El lema elegido para la celebración del Día del Apostolado Seglar y de la Acción Católica, dice así: “Arraigados en Cristo, anunciamos el Evangelio”. Está inspirado en el eslogan elegido por el Santo Padre para la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud, que tendrá lugar, Dios mediante, en Madrid el próximo mes de agosto.  

Considero que, tanto los jóvenes como los adultos, necesitamos profundizar y ahondar en esta experiencia del amor a Dios hacia cada uno de nosotros para llegar a la convicción de que nuestra existencia únicamente tendrá plenitud de sentido y meta segura, si la construimos sobre Jesucristo, piedra angular de la Iglesia y sólido fundamento de nuestra esperanza cristiana: Sólo Jesucristo, totalmente Jesucristo, realmente Jesucristo, exclusivamente Jesucristo. Enraizados en Él tendremos y estaremos en el verdadero camino para el anuncio del Evangelio en este siglo XXI.  

2. Promover una mayor participación de los laicos 

Pienso que este día de Pentecostés es oportuno recordar que la efusión del Espíritu Santo alcanza a todos los fieles, sobre todo, cuando para llevar a cabo la nueva evangelización, estamos empeñados en promover una mayor participación de los laicos en la vida y misión de la Iglesia, y en su relanzamiento del apostolado seglar.  

La confianza que debemos poner en nuestro laicado no solo se tiene que fundamentar en sus solas cualidades naturales, sino sobre todo en la certeza de que ha recibido la consagración del Espíritu Santo, que le hace capaz para la misión y le dará los dones y las fuerzas para cumplirlos. 

3. Invitación a todos…, militantes y no militantes 

Sé que las dificultades para llevar a cabo la nueva evangelización son especialmente importantes en la hora actual. En esta misión evangelizadora no sobra nadie.  

A veces, el Señor y la Iglesia necesitan y esperan la participación de todos los bautizados. Por ello, en este día del nacimiento de la Iglesia, del Apostolado Seglar y de la Acción Católica invito a todos los militantes cristianos de los movimientos apostólicos, y a quienes no pertenecen a ningún movimiento o asociación laical, a que sigáis participando activamente, arraigados en Cristo Jesús y siendo testigos, en esta nueva evangelización, desde una profunda renovación espiritual y una verdadera entrega al Señor.  

4. El Espíritu Santo y los carismas en la Iglesia 

En la Iglesia nadie posee en exclusiva el Espíritu Santo. Todos los cristianos, arraigados en Cristo, hemos recibido el Espíritu y lo hemos recibido no sólo para nuestra santificación personal, sino también para el servicio de la comunidad eclesial y la nueva evangelización. 

El Concilio Vaticano II y el Beato Juan Pablo II no solo propusieron la doctrina sobre la vocación y misión de los laicos en el mundo (cf. Exhortación Apostólica Christifideles laici, 13-14), sino que también han subrayado la importancia de los carismas que son gracias del Espíritu Santo que tienen una utilidad eclesial, porque están ordenados a la edificación de la Iglesia, al bien de los hombres y a las necesidades del mundo. 

El Día del Apostolado Seglar, celebrado en la Iglesia Diocesana y en nuestras parroquias, es, pues, una magnifica ocasión para reflexionar sobre nuestra ineludible vocación misionera, analizando en concreto los lugares y las personas a quienes debemos hacer presente la Buena Noticia de nuestro Señor Jesucristo. Es un día dedicado a la oración apostólica, a la plegaria misionera por quienes,  estando junto a nosotros, necesitan escuchar el Evangelio. 

5. Doctrina de los carismas 

La doctrina de los carismas entra los laicos se expone con toda claridad en el Decreto conciliar sobre el apostolado de los laicos: “Para ejercer este apostolado, el Espíritu Santo (…) concede también dones peculiares a los fieles (cf. 1Cor 12, 7), distribuyéndolos a cada uno según quiere (1Cor 12, 11), para que todos, poniendo cada uno la gracia recibida al servicio de los demás, sean buenos administradores de la multiforme gracia de Dios (1Pe 4, 10), en orden a la edificación de todo el cuerpo en el amor (cf. Ef 4, 16)” (AA 3). 

6. Discernimiento y regulación 

El discernimiento y regulación de los carismas pertenece a los pastores, “a quienes corresponde juzgar sobre la auténtica naturaleza y el ordenado ejercicio de esos carismas, no ciertamente para apagar el Espíritu, sino para probarlo todo y retener lo que es bueno” (cf. Tes 5, 12.19.21)” (AA 3). 

Pentecostés no es un acontecimiento del pasado, sino una realidad permanente en la Iglesia, porque el Espíritu Santo la sigue asistiendo y enriqueciendo con sus dones hasta el final de los tiempos. 

7. Impulso misionero 

El Papa Benedicto XVI nos invita a fortalecer nuestro impulso misionero cuando nos recuerda que debemos asumir los nuevos desafíos de la cultura actual para progresar en la conversión pastoral, y para buscar nuevas formas y modos de proponer la Buena Noticia al hombre de nuestro tiempo, con el orden y el fervor misionero de los santos y de tantos cristianos que son testigos gozosos del amor de nuestro Señor Jesucristo.  

En este Pentecostés de 2011, invoquemos a María con las palabras del Beato Juan Pablo II en la Exhortación Apostólica Christifideles laici (1988): 

“Tú que junto a los Apóstoles has estado en oración en el Cenáculo esperando la venida del Espíritu de Pentecostés,
 invoca su renovada infusión sobre todos los fieles laicos, hombres y mujeres, para que correspondan plenamente a su vocación y misión, como sarmientos de la verdadera vid, llamados a dar mucho fruto para la vida del mundo” (CL 64).

Que el Espíritu Santo contribuya a que cada una de nuestras parroquias y movimientos, y a todos los fieles laicos, den testimonio de su fe en la escuela y en la empresa, en el hogar familiar y en las asociaciones civiles. “Ésta es la fuerza que pone en pie a la Iglesia en medio de las plazas y levanta testigos en el pueblo (…)” (Himno de Laudes, Domingo de Pentecostés).

Reza por vosotros, os quiere y bendice,

+ Antonio Ceballos Atienza
Obispo de Cádiz y Ceuta

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