X Aniversario de la Clausura del Sínodo. La Iglesia particular de S. Cristóbal de La Laguna ha comenzado a conmemorar el décimo aniversario de la clausura del primer Sínodo Diocesano Nivariense. En este sentido, se ha constituido una comisión para este asunto, además, el Consejo Diocesano de Pastoral se ocupó, en su primera plenaria del curso, de su evaluación pastoral, y el Vicario General, d. Antonio Pérez, está exponiendo en las distintas vicarías un balance de este decenio.
Ahora, el ocho de diciembre, coincidiendo con el día de la clausura de este acontecimiento eclesial, en todas las parroquias de la provincia se tendrá un especial momento de agradecimiento y oración por los frutos del Sínodo. En las misas de ese día en La Gomera, El Hierro, La Palma y Tenerife, se leerá una carta del Obispo, D. Bernardo Álvarez. El propio Prelado presidirá una Misa primero en la Concepción de La Orotava, que será emitida en directo, a partir de las nueve y media de la mañana por la 2 de TVE y luego hará otro tanto en la sede Catedralicia a las once de la mañana. En el transcurso de la misma, encenderá 17 faroles que serán enviados a cada una de los arciprestazgos de la Diócesis de La Laguna, recordando un momento similar vivido con ocasión del Sínodo. De este modo en las distintas parroquias o zonas pastorales se irá teniendo una celebración especial.
El próximo 17 de mayo de 2009, todos los católicos han sido convocados a una especial Encuentro Diocesano en la ciudad episcopal. Este acto conmemorativo se prolongará, con distintas ofertas pastorales, durante todo el día y concluirá en horas de la tarde con la celebración de la Eucaristía.
En la citada misiva enviada a los diocesanos, D. Bernardo Álvarez indica que “la celebración del Primer Sínodo Diocesano Nivariense fue un acontecimiento eclesial de primer orden, sin duda, uno de los más importantes de la historia de nuestra Diócesis”. Por ello, “con ánimo agradecido bendecimos a Dios porque ha estado grande con nosotros”.
Por su parte, el actual obispo emérito, D. Felipe Fernández, que convocó y presidió esta cita diocesana, ha declarado que consultó “esta posible iniciativa, -entonces- con varios colaboradores y con los organismos correspondientes en su día, tal y como sabiamente mandan los cánones de la Iglesia. Así nos asegurábamos la mejor garantía de que sería siempre un acto eclesial, como de hecho lo fue. Recuerdo que la idea de convocar un Sínodo surgió en mí, fundamentalmente, por el deseo de aplicar mejor el Concilio Vaticano II en nuestra diócesis. Además, en una Iglesia que había nacido hace más de un siglo, como la nuestra, nunca se había celebrado un Sínodo Diocesano. Sería un sínodo, podríamos decir, “constituyente”, en cierto sentido, de la Iglesia Diocesana, y de sus relaciones con las demás iglesias diocesanas. Fue, sin duda, indicó “un gran momento para la renovación”.
El primer Sínodo de la Diócesis Nivariense celebrado en 1998, fue convocado en 1995 por el Obispo, Felipe Fernández. Antes de la convocatoria oficial del mismo, el Obispo realizó una amplia consulta a todos los sectores sobre la conveniencia de celebrarlo, exponiendo algunas razones que lo hacían aconsejable: adecuada recepción del Concilio Vaticano II de un modo global y sistemático, entrar en el tercer milenio desde la renovación de la vida de la Iglesia en la Diócesis y dar respuesta a los profundos cambios sociales, políticos y culturales que repercuten en la vida religiosa. De las respuestas individuales a la consulta, 7751 fueron favorables y 470 desfavorables. Por su parte, el Consejo Presbiteral dio el voto afirmativo a su celebración por 18 votos frente a 5. Así, el 15 de agosto de 1995, el Obispo anunció oficialmente en Candelaria la convocatoria del primer Sínodo Diocesano Nivariense.
En la fase preparatoria participaron casi trece mil personas y se constituyeron 1.054 grupos. La Asamblea se formó con 414 sinodales. Se estudiaron lo desafíos actuales y la realidad diocesana a la luz del Concilio. Las claves de los documentos aprobados son renovación, comunión y misión. Los documentos que se refieren a temas coyunturales son familia, juventud, piedad popular y sectas. Los temas permanentes y sustanciales son los siguientes: la identidad del cristiano; Iglesia Comunión; el anuncio misionero de la Iglesia; Iglesia que celebra; Iglesia que comparte y se hace presente en el mundo y estructuras eclesiales al servicio de una Iglesia Comunión para la Misión”. En todo el proceso se editaron y trabajaron 66 documentos con más de dos millones y medio de ejemplares editados.
Fue un acontecimiento que movió más de trece mil personas entre su etapa preparatoria (grupos de todas la parroquias trabajaron los cuadernillos preparados para la reflexión) y su celebración que, durante un año, convocó a cientos de católicos. De este Sínodo Diocesano nacieron unas constituciones sinodales que, lejos de ser un reglamento, son una propuesta del sentir y vivir del pueblo cristiano, con su Obispo a la cabeza. Las 846 constituciones sinodales se presentan como un referente para vicarías, delegaciones, arciprestazgos, parroquias, movimientos, etc. a la hora de trabajar por y para la evangelización de nuestras islas.
