Ecos de la reciente peregrinación a Roma con un grupo de granadinos, entre ellos miembros de la Hermandad Virgen de las Angustias, «Amigos de San Nicolas» y Manos Unidas.
Roma es llamada «La Ciudad Eterna». Es uno de los mayores destinos turísticos por sus numerosas y grandiosas obras arquitectónicas y artísticas en cada paso que se recorre de la ciudad. Roma es también una ciudad decisiva en el curso de la historia y en la historia de la vida cristiana. Pero, sobre todo, Roma es una de las cunas del cristianismo, donde está enclavado un pequeño –en tamaño- estado: Estado del Vaticano.
Hasta allí acuden miles de peregrinos de todo el mundo para participar y ver al Papa Francisco en las Audiencias Generales, rezo del Ángelus y diversos encuentros con distintos movimientos, carismas o congregaciones.
También un grupo de peregrinos granadinos pudieron participar en una de sus Audiencias Generales, la que tuvo lugar el pasado 30 de noviembre. Fue una ocasión para ser protagonista en la comunión con el Papa Francisco. Entre los peregrinos granadinos se encontraba la presidenta de Manos Unidas Granada, Inmaculada Martín Gallardo, y la familia Arenas, compuesta por doce miembros, desde la abuela hasta sus nietos, el más pequeño con cinco años, que han participado por primera vez juntos en una peregrinación a Roma.
Para Inmaculada Martín Gallardo, que días antes había regresado de un viaje a El Escorial (Madrid) donde participó con otros delegados de Manos Unidas, el deseo e ilusión de participar en la Audiencia General, de ver al Papa y poder saludarlo suplió todo cansancio acumulado. Inmaculada Martín Gallardo pidió la bendición del Santo Padre para Manos Unidas Granada. La reacción del Papa al oír estas palabras fue levantar la mirada y extender su mano hacia ella. Un afecto que llenó de alegría a la presidenta de Manos Unidas, como también llenó de emoción y alegría a cuantos participaron en esos instantes.
También para la familia Arenas fue una alegría su participación y el saludo particular que el Papa prodigó a los más pequeños en la Audiencia que se celebró en el Aula Pablo VI. «Una sorpresa», afirmó Isabel, madre de cuatro de los niños que peregrinaron en el grupo granadino. «El Papa te emociona bastante. Aunque es una persona que ya conoces a través de la televisión, te refleja una bondad y una emoción al tocar a los niños que nosotros venimos también emocionados», explicó Isabel.
La peregrinación a Roma se desarrolló del 29 de noviembre hasta el 3 de diciembre. La Audiencia General fue uno de los momentos más intensos vividos por los peregrinos, en unos días en los que también hubo ocasión de conocerse y compartir la visita cultural organizada por la ciudad, así como algunas de las principales basílicas de Roma, donde se celebraba la Eucaristía diaria. Precisamente, en una de ellas, la periodista Encarna Ximénez de Cisneros y su marido, el también periodista Ramón Burgos, celebraron sus 25 años de matrimonio en la Eucaristía que presidió el Capellán Mayor de la Capilla Real, D. Manuel Reyes, concelebrada por el Vicario General D. Francisco Javier Espigares, y con la participación de los peregrinos granadinos. También acompañaron al grupo granadino otros dos sacerdotes diocesanos: D. David Álvarez y D. Emilio Samaniego.
Las visitas a las basílicas fue ocasión también de encuentro con los testigos, como en la Basílica de San Pedro donde los peregrinos rezaron y ofrecieron sus plegarias ante las tumbas de intercesores como San Pedro, San Pablo, san Juan Pablo II y san Juan XXIII. O de mártires, como las catacumbas de San Calixto.
Hubo tiempo asimismo para saludar y compartir dos encuentros con D. Eduardo García y D. Moisés Fernández, ambos sacerdotes diocesanos que se encuentran en Roma ampliando sus estudios teológicos. «Fue una ocasión de comunión entre nosotros», señaló D. Francisco Javier Espigares.
Asimismo, de la Audiencia General con el Santo Padre, el Vicario General destacó el prolongado tiempo que Francisco dedicó a saludar a los peregrinos llegados de todo el mundo. «Hemos vivido muy unidos bajo Pedro», señaló, al mismo tiempo que subrayó la vida cristiana de «la Iglesia en comunión con el Papa y bajo la autoridad del Papa. Por un lado, la unidad de la fe, que es lo que se percibe allí en Roma, y por otro lado la catolicidad de la fe, la amplitud de la fe cristiana y todos unidos por el mismo amor».
Paqui Pallarés