Previamente, a las 11.00 horas la hermandad de la Misericordia hizo una ofrenda floral ante el monumento a los patronos situado en el Puente Romano.
La misa en rito mozárabe que acogió el pasado sábado, 17 de noviembre, la basílica menor de San Pedro fue el acto central de cuantos se desarrollaron ese día con motivo de la festividad de los santos mártires Acisclo y Victoria, patronos de Córdoba.
La celebración, que fue oficiada por el Obispo, Mons. Demetrio Fernández, se inició a las 19:30, ante la unas naves repletas de fieles.
En su homilía, D. Demetrio hizo un recorrido histórico por los principales mártires de la geografía española para centrarse en Córdoba y alabar la figura de San Acisclo y Santa Victoria. Indicó que «la fiesta de los patronos de Córdoba tiene y vuelve a ser un estímulo para vivir la vida cristiana en tono de martirio». En este sentido, manifestó que «también nuestra época necesita hombres y mujeres, sacerdotes, fieles seglares, consagradas, seminaristas, etc. que den testimonio de Cristo en sus propios ambientes y en el ámbito donde se mueven». Asimismo, instó a los presentes a que el Año de la fe, «sea una llamada para que vivamos todos nuestra fe en esta actitud» y pidió al Señor «que no nos falten testigos de Cristo en nuestro tiempo como san Acisclo y santa Victoria».