Este año con el lema «Somos una gran familia contigo. Somos lo que tú nos ayudas a ser».
Nos llega de nuevo, el Dia de la Iglesia Diocesana, como una invitación, como una llamada, como un abrazo. Como una invitación a dirigir nuestra mirada y centrar nuestra atención en la Iglesia diocesana, donde se concreta nuestra pertenencia a la única Iglesia de Cristo, la Iglesia universal una, santa, católica y apostólica. Como una llamada a que todos tomemos conciencia de lo que nos recuerda el cartel de este año: «Somos una gran familia contigo. Somos lo que tú nos ayudas a ser». Es decir, contigo somos Iglesia, con tu cooperación realiza la Iglesia su misión en el mundo. Y en tercer lugar, nos llega esta jornada eclesial como un fraternal abrazo de unidad y de esperanza, ya que, como bien se lee en la página web de los obispos españoles: «Somos corresponsables del trabajo de la Iglesia».
Y surge la pregunta, nuestra pregunta: «¿Cómo puedo ayudar a ser Iglesia?». La respuesta nos la dan este año en el cartel: «Con tu tiempo, con tus cualidades, con tu apoyo económico y con tu oración». Naturalmente, a esos modos de cooperación hay que darle concreción; sólo se puede ser Iglesia cuando, con nosotros, su presencia y su servicio se hace realidad en la vida diaria de la comunidad cristiana a la que pertenecemos.
Primero, dediquemos parte de nuestro tiempo a nuestras parroquias, a sus tareas apostólicas, a sus quehaceres pastorales. La segunda contribución sugerida es la de los talentos y cualidades que cada uno tiene: «Tenemos mucho que dar a los demás, subraya la CEE, una sonrisa, una mano a los que están desconsolados, incluso un silencio de comprensión a los que sufren». La tercera contribución es nuestra ofrenda, la donación de dinero que permita mejorar recursos y planificar acciones.Y la última contribución es la de la oración, porque es necesaria y es el alma de todas las actividades que se llevan a cabo. Rezando, los frutos serán mayores y más permanentes.