Inicio Blog Página 8265

D. CARLOS AMIGO. HOMILÍA MISA CRISMAL

0

Cardenal Arzobispo de Sevilla, D. Carlos Amigo Vallejo

 

Sevilla, martes santo 2006

 

  En la sinagoga de Nazaret, entregaron a Jesús el libro del profeta Isaías para que lo leyera. Y todos los ojos estaban fijos en él (Lc 4, 16-21). En la Iglesia, es al sacerdote, al diá­cono, a quienes se les pone en las manos, en los labios, en el corazón y en la vida, la pala­bra de Dios, para que, a tiempo y destiempo, con ocasión y sin ella, anuncien la buena noti­cia del Señor (2 Tim 4, 3).

 

 Antes de leerla y proclamarla, el sacerdote, el diácono, tendrán que seguir el ejemplo del profeta (Ez 3, 1-3) y “comerse” la palabra de Dios. Solamente con estas ansias, con este entusiasmo, con este convencimiento se puede anunciar. El pan con el que nos alimentamos es aquel que ofrecemos. 

 

 Nuestro plan pastoral diocesano se propone, de una manera particular, y para este año, fijar su atención en el sacerdote como presidente, animador y acompañante de la comunidad parroquial. Quien preside ha de hacerlo con solicitud (Rom 12, 8). El que anima y exhorta tendrá que realizar su trabajo con paciencia y doctrina (2 Tim 4, 2), y el que acompaña y hace oficio de pastor, que no se canse y perse­vere en el trabajo hasta lograr que “lleguemos todos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios (Ef 4, 13).

 

 

1. Lo bueno es estar junto a Dios (Sal 73, 28)

 

 El sacerdote preside la celebración de los misterios del Señor. Y sirve en el amor de Cristo a sus hermanos, para que todos se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad (1 Tim 2, 4). Por tanto, si el que pre­side en la Iglesia ha de ser el servidor de la verdad, ¿qué duda puede caber que acercar los hombres a Jesucristo es la primera y más importante de nuestras ocupaciones? A veces, nos empeñamos en buscar lo que ya tenemos y hemos encontrado. Para nosotros, fuera de Jesucristo no hay otro camino, ni otra meta a conseguir, ni otro trabajo mejor que realizar. La identidad y razón de la existencia sacerdotal no puede tener otra explicación que esta unión con Cristo. Solamente en la luz de Jesucristo se puede ver todo lo demás. Si falta esa luz, caminaremos entre el desconcierto, la incerti­dumbre, la incomodidad de la duda, la tristeza y desesperanza que produce la oscuridad.

 

 Hermosas son estas palabras de San Ber-nardo: “¿Qué mucho les sea común a todos los cristianos el ayuno de Cristo? ¿Qué mucho que sigan a su cabeza los miembros? Si hemos recibido de esta cabeza los bienes, por qué no sufriremos también los males? ¿Queremos acaso no sentir lo triste y participar sólo de lo gustoso? Si así fuera, daríamos pruebas de que éramos indignos de participar cosa alguna de esta cabeza. Todo cuanto ella padece, por nosotros lo padece. Si en la obra de nuestra salvación nos da pena trabajar con Él, ¿en qué otra cosa podremos mostrarnos coadjutores suyos? No es cosa muy grande que ayune con Cristo el que se ha de sentar un día a la mesa del Padre con Él. No es cosa grande que el miembro padezca juntamente con la cabeza, con la cual ha de ser glorificado. Dichoso miembro el que vive junto en todo con esta cabeza y la sigue a donde quiera que vaya” (En el principio del ayuno).

 

 Para mí, puede decir el sacerdote con el salmista, lo bueno es estar junto Dios (Sal 73, 28). Que su palabra sea como fuego ardiente prendido en mis huesos (Jr 20,9). Y si todas las obras de Dios son buenas y cumplen su función a su tiempo, el sacerdote habrá de mantenerse en fidelidad, para que en la caridad pastoral refleje siempre la bondadosa misericordia de Dios, que cuida de su pueblo y envía el Espíritu para poder anunciar el año de gracia a los más desfavorecidos, para que nadie quede excluido de la oración del sacerdote, para que su caridad pastoral llegue a todos.

 

 Programa pastoral admirable es éste, pero no habrá que olvidarse que en el evangeliza­dor abundarán los sufrimientos de Cristo (2 Cor 1, 5), que han de soportarse ayudados por la fuerza de Dios (2 Tim 1, 8). Pero, con fre­cuencia, queridos hermanos, más que aceptar los sufrimientos que puede acarrear el vivir y predicar el evangelio, buscamos la manera de evadirnos de esa cruz, con pretextos y excusas para no implicarnos y comprometernos en una decidida y valiente entrega a Jesucristo y a su Iglesia.

 

 Benedicto XVI nos lo ha recordado: la Iglesia tiene que mostrar su cara original, sin comple­jos ni arrogancias, pues la Iglesia no es de ella, ni para ella. Es de Cristo y habla de Cristo. Una Iglesia que mira con serenidad al pasado y no tiene miedo al futuro. Una Iglesia que no vive tanto para adaptarse al mundo sino para evangelizar el mundo (Mensaje 20-4-05). Igual podríamos decir, aplicándoselo al sacerdote: ni acomplejado ni arrogante; es de Cristo y habla de Cristo; vive con fidelidad lo que recibido en su vocación y ministerio; mira con esperanza el futuro y confía en las promesas de quien le ha llamado a presidir en la caridad a la comunidad, ofreciendo el ejemplo de Cristo sacerdote.

 

 

2. Gozaré haciendo el bien (Jr 32, 41)

 

 El sacerdote preside y sirve a sus hermanos. Pero también ha de ser levadura y fermento que estimule y fortalezca la vida cristiana de la comunidad. Entre las obras de caridad, una que nunca puede descuidar es la de animar al gozo de sentir el amor de Dios y la alegría de la esperanza. Sobre todo en unos momen­tos proclives al desaliento y al cansancio ante el poco fruto que aparentemente produce la acción pastoral. El sacerdote tendrá que recor­dar con frecuencia las palabras del salmo: Dios ha hecho todas las cosas con sabiduría (Sal 104, 24). Y Él sabe que cada una cumple con su función a su tiempo (Eclo 39, 16). Nuestros días también son tiempo de Dios.

 

 Esa seguridad en Dios es la que lleva al sacerdote a buscar a su hermano y servirle en unos momentos en los que tanto aliento espi­ritual necesita. El corazón tiene que dar un vuelco y conmoverse las entrañas, según pala­bras del profeta Oseas (Os 11, 8), al contem­plar, tanto vacío de Dios y, al mismo tiempo, no pocas ganas de acercarse al Señor. El fuego de la caridad sacerdotal, la obligación de evangelizar, ha de llevarle al ejercicio de ese oficio tan sacerdotal de reconciliador entre Dios y el hombre

 

 ¡Tu gracia vale más que la vida! (Sal 62, 2). Y sin esa presencia de Dios, la misma existen­cia carece de sentido y horizonte. Como lo ha dicho Benedicto XVI: sólo el anuncio radical de Cristo puede responder a los grandes proble­mas de la humanidad (A los sacerdotes. Aosta 25-7-05).

 

 Si nuestro Señor es un Dios compasivo y misericordioso, oirá los gemidos de su pue­blo y enviará profetas y evangelizadores que hagan conocer la bondad y providencia del Señor. Por tanto, el sacerdote debe vivir en el convencimiento de que Dios le necesita y por eso le ha buscado y dado la gracia del minis­terio sacramental.

 

 Que las dificultades son muchas, que se busca otra luz que no es precisamente la de la palabra Dios, que la doctrina de la Iglesia pro­voca rechazo o indiferencia, ciertamente. Pero, en Cafarnaum, Cristo anuncia el gran misterio de su amor: el pan vivo bajado del cielo. Unos y otros le abandonaron. Cristo siguió predi­cando el evangelio: el que coma de este pan vivirá para siempre (Jn 6, 50).

 

 

3. Daré pastores a mi pueblo (Jr 3, 15)

 

 Servidor de la palabra y de la caridad, ani­mador de la esperanza y cuidador del pueblo de Dios. Es que el Señor ha querido dar a su Iglesia unos ministros, elegidos y consagrados, que realicen el oficio de pastor. Y que lo hagan con tal ejemplaridad y dedicación que todos puedan ver en ellos la viva imagen del buen Pastor Jesucristo.

 

 El sacerdote, como pastor solícito, pone su corazón y sus manos cerca de aquellos que pueden estar más heridos por la injusticia, la exclusión, la desesperanza, la falta de fe, el pecado… El pastor que cuida el rebaño de Jesucristo, no sólo se pone al frente y en pri­mera línea de un compromiso evangélico, sino que intenta meterse en las mismas heridas de aquellos a los que debe servir, para poner en ellas el bálsamo de la misericordia, para que no se infecten con el odio o la desesperación. Que nunca se pueda decir del sacerdote la queja del Señor a su pueblo: me hablaban con los labios, pero su corazón está lejos de mí (Is 29, 13). Estar con Cristo, en el mejor len­guaje de nuestros místicos, consiste en meterse y refugiarse en las mismas llagas del Señor crucificado.

 

 Escuchemos a San Juan de Ávila: “Lo que tras esto habéis de sacar de la meditación de la sacra pasión, para que poco a poco vais subiendo de lo bajo a lo alto, ha de ser medici­nar las llagas de vuestras pasiones con la medi­cina de la pasión del Señor…Lo experimentaba San Agustín, y decía: “Cuando algún feo pen­samiento me combate, voyme a las llagas de Cristo. Cuando el diablo me pone asechan­zas, huyo a las entrañas de misericordia de mi Señor, y vase el demonio de mí. Si el ardor deshonesto mueve mis miembros, es apagado con acordarme de las llagas de mi Señor, el Hijo de Dios. Y en todas mis adversidades no hallé remedio tan eficaz como las llagas de Cristo; en aquellas duermo seguro, y descanso sin miedo”.

 

 Como buen pastor, el sacerdote aprenderá a llevar la pesada cruz de la enfermedad, de la pobreza, de la soledad, de la falta de espe­ranza que tienen que soportar los más débi­les, y recordar las palabras de Juan Pablo II al decir que la cruz es como “un toque del amor eterno de Dios sobre las heridas más dolorosas de la existencia terrena del hombre” (DM 8).

 

 Así lo bueno es estar junto Dios (Sal 73, 27), no olvidarse nunca que la bondad de Dios se refleja sobre todo en su misericordia, que es la expresión más viva de un Dios que es amor. Deus caritas est (1 Jn 4, 13). En el corazón del sacerdote se ha derramado, de la forma más generosa, la misericordia de Dios. De esa abundancia tendrá que repartir, sin medida la entrega y la dedicación, a cuantos necesiten de su ministerio. Unos, lo pedirán. A todos hay que ofrecérselo. El oficio de la misericordia no sabe de actitudes interesadas, sino del bien que se puede llevar a quienes han sido redimi­dos gracias a la sangre de Cristo.

 

 Vosotros sois mi pueblo, dice el Señor. También puede decir el sacerdote a la comuni­dad que se le ha encomendado: vosotros sois mi heredad. Tengo que cuidarlos como heren­cia que de Dios he recibido. Cristo me ha dado su tierra para que la cultive y la riegue con la Palabra de Dios. Me ha dado su gracia sal­vadora, no para que la guarde y la descuide, sino para que la ofrezca en los sacramentos, particularmente el de la reconciliación y el de la eucaristía. Dios me ha dado su mismo amor, para que hasta la vida entregue al servicio de los demás.

 

 Si Jesucristo te ha puesto al frente del pueblo redimido con su sangre, será esa misma gracia redentora la que te acompañará siempre en el ejercicio del ministerio.

 

 

4. Sacerdotes y ministros del Señor (Is 61, 8)

 

 Presidente, animador, acompañante y pas­tor… ¡Siempre sacerdote de Jesucristo! Del sacerdote puede decirse lo mismo que san Agustín afirma del mártir san Vicente: “Él sufría y era el Espíritu quien hablaba” (Sermón 276). Dura y pesada puede ser la cruz del sacerdote cuando llega a la incomprensión, el desafecto, la indiferencia e, incluso, la agresividad hacia su persona y su ministerio. Pero siempre en él ha de “hablar del Espíritu” y manifestar el amor de Cristo que le sostiene.

 

 Tiene que saber y vivir el sacerdote esa exis­tencia escondida con Cristo en Dios (Col 3, 3). Y como a una persona atrapada por el amor de Dios, que es fuego ardiente, al decir del profeta, le quema las entrañas y le hace arder en deseos de evangelizar. La explicación de su vida es Cristo y el evangelio, y sin esa motiva­ción tan radical y santa no encuentra el sacer­dote justificación alguna para su identidad, su vocación y su ministerio.

 

 Este amor de Dios Padre, manifestado en Cristo y gracias al don del Espíritu, es señal espléndida que llena de luz del misterio y hace comprender lo sublime de una vida entregada al servicio de la Iglesia. Ahora bien, como dice San Juan de Capistrano, “los que han sido llamados a ministrar en la mesa del Señor deben brillar por el ejemplo de una vida loa­ble y recta, en la que no se halle mancha ni suciedad alguna de pecado. Viviendo honora­blemente como sal de la tierra, para sí mismos y para los demás, e iluminando a todos con el resplandor de su conducta como luz que son del mundo, deben tener presente la solemne advertencia del sublime maestro Cristo Jesús, dirigida no sólo a los apóstoles y discípulos, sino también a todos sus sucesores, presbíte­ros y clérigos: Vosotros sois la sal de la tie­rra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. (…)  Pues, así como la luz no se ilumina a sí misma, sino que con sus rayos llena de resplandor todo lo que está a su alrededor, así también la vida luminosa de los clérigos virtuosos y justos ilumina y serena, con el fulgor de su santidad, a todos los que la conocen. Por consiguiente, el que está puesto al cuidado de los demás debe mostrar en sí mismo cómo deben conducirse los otros en la casa de Dios” (Espejo de clérigos, I, 2).

 

 Benedicto XVI, en unos comentarios a los salmos, recuerda que algunas veces aflora la memoria de un pasado angustioso, de amar­gura, de infelicidad. Pero Dios siempre ha permanecido fiel (Catequesis 25-5-05). En la vida del sacerdote también pueden llegar estos momentos de dificultad, la esperanza “no des­fallece ni siquiera ante el fracaso aparente, y con la humildad, que reconoce el misterio de Dios y se fía de Él incluso en la oscuridad. La fe nos muestra a Dios que nos ha dado a su Hijo y así suscita en nosotros la firme certeza de que realmente es verdad que Dios es amor” (DCE 39).

 

 

5.  El Señor ha hecho conmigo obras admirables (Lc 1, 49)

 

 Igual que en María, también el Magnificat es como el retrato del alma del sacerdote. Proclama la grandeza del Señor y con ello expresa todo el programa de su vida: “no ponerse a sí misma en el centro, sino dejar espacio a Dios, a quien encuentra tanto en la oración como en el servicio al prójimo; sólo entonces el mundo se hace bueno. María es grande precisamente porque quiere enaltecer a Dios en lugar de a sí misma. Ella es humilde: no quiere ser sino la sierva del Señor (cf. Lc 1, 38. 48). Sabe que contribuye a la salvación del mundo, no con una obra suya, sino sólo poniéndose plenamente a disposición de la iniciativa de Dios” (DCE 39).

 

 Y obra admirable es la que Jesucristo ha rea­lizado en el sacerdote al confiarle la Eucaristía. “En la Eucaristía, Cristo está realmente presente entre nosotros. Su presencia no es estática. Es una presencia dinámica, que nos aferra para hacernos suyos, para asimilarnos a él. Cristo nos atrae a sí, nos hace salir de nosotros mis­mos para hacer de todos nosotros uno con él. De este modo, nos inserta también en la comunidad de los hermanos, y la comunión con el Señor siempre es también comunión con las hermanas y los hermanos. Y vemos la belleza de esta comunión que nos da la santa Eucaristía” (Benedicto XVI. Homilía 29-5-05).

 

 Jesús ha perpetuado el acto de su entrega mediante la institución de la Eucaristía. Y ahora, “quien ha bebido en el manantial del amor de Dios ha de convertirse a sí mismo en un manantial”. Pues “no recibimos solamente de modo pasivo el Logos encarnado, sino que nos implicamos en la dinámica de su entrega” (DCE 13, 42). “El Señor instituyó el sacramento en el Cenáculo, rodeado por su nueva familia, por los doce Apóstoles, prefiguración y anti­cipación de la Iglesia de todos los tiempos” (Benedicto XVI, Homilía 26-5-05).

 

 Ha sido Cristo, una vez más, el que nos ha convocado y reunido para celebrar la Pascua. De nuevo nos hará oír sus consoladoras pala­bras: vosotros sois mis amigos. Vosotros sois aquellos que he elegido para ser pastores de mi pueblo. Mi vara y mi cayado serán el mejor apoyo y la más fiable de las garantías de vuestra esperanza. Con vosotros estaré todos los días. Sois mis amigos y sacerdotes de mi pueblo.

NOMBRAMIENTOS CABILDO CATEDRAL DE SEVILLA

0

 

El pasado 27 de marzo fueron elegidos miembros del Cabildo Catedral de Sevilla los siguientes presbíteros: Pedro Ybarra Hidalgo, Jesús Maya Sánchez, Manuel Mateo Fraile, Manuel Campillo Roldán, Francisco Silva Limón, Adolfo José Petit Caro, Mario Fermín Ramos Vaca, Manuel Soria Campos. Los tres últimos han sido nombrados canónigos capellanes reales de San Fernando del Cabildo Metropolitano. Además, José Luis Peinado Merchante ha sido nombrado el 31 de marzo arcipreste del Cabildo Metropolitano Hispalense.

 

A continuación se detallan algunos datos biográficos de los canónigos.

 

Pedro Ybarra Hidalgo

 

Nacido en Sevilla, el 5 de octubre de 1931, fue ordenado presbítero el 19 de junio de 1965. Licenciado en Derecho Civil, ha sido vicario parroquial de San José (Morón de la Frontera), párroco del Sagrado Corazón de Jesús (Los Palacios), arcipreste de Morón de la Frontera y de Centro A, rector del Seminario Metropolitano y miembro del Consejo Presbiteral. En la actualidad, entre otras responsabilidades pastorales, forma parte de la Comisión de Diaconado Permanente y es párroco de Santa Cruz, en la capital hispalense.

 

Jesús Maya Sánchez

 

Nacido en Segura de León (Badajoz) el 7 de mayo de 1941, fue ordenado sacerdote el 22 de diciembre de 1963. Su primer destino pastoral fue como vicario parroquial en San Román y Santa Catalina, y desde 1997 es párroco de San Pedro y San Juan Bautista. También ha sido vicario parroquial de Los Remedios. Entre otros cargos, es miembro del Consejo Presbiteral y arcipreste de Centro A.

 

Manuel Mateo Fraile

 

Natural de la localidad sevillana de Olivares (16/02/1940), fue ordenado presbítero el 19 de junio de 1965. Ha sido capellán de la comunidad de Capuchinas, vicario parroquial de Ntra. Sra. de la Merced (Morón de la Frontera), capellán del Hospital de Ntra. Sra. de Valme, párroco de Ntra. Sra. del Mar (Sevilla), coordinador arciprestal de área La Oliva-Bellavista y miembro de la Asamblea de la Vicaría Sevilla 2. Actualmente es miembro del Consejo Pastoral Arciprestal Centro A, párroco de San Nicolás y Santa María la Blanca y consiliario del Movimiento Vida Ascendente.

 

Manuel Campillo Roldán

 

Nacido el 1 de enero de 1937 en El Viso del Alcor (Sevilla), fue ordenado sacerdote el 19 de junio de 1965. Ha sido vicario parroquial de Ntra. Sra. de los Dolores y párroco de la Blanca Paloma (ambas parroquias en la capital). Es asesor de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis de la Conferencia Episcopal Española, delegado diocesano de Enseñanza, miembro de la Comisión Permanente de la CIECA, capellán de vida consagrada, párroco de San Andrés y San Martín, y miembro del Consejo Presbiteral.

 

Francisco Silva Limón

 

Nacido en Villanueva del Ariscal el 26 de enero de 1953, fue ordenado presbítero en su localidad de origen el 9 de septiembre de 1978. Ha sido miembro de los equipos sacerdotales de las parroquias de Ntra. Sra. de la Victoria y Sta. María Magdalena (ambas en Arahal), párroco de Sta. Cruz (Lora del Río), consiliario del Movimiento Junior, arcipreste de Lora del Río, Vicario Episcopal Norte, párroco de la Purísima Concepción (Villaverde del Río), consiliario de Acción Católica General de Adultos, cura encargado de San José (Coria del Río), delegado diocesano de Apostolado Seglar, delegado episcopal para el Jubileo del año 2000 y administrador parroquial de Ntra. Sra. de la Granada (Puebla del Río). Actualmente desempeñaba los siguientes cargos: miembro del Consejo Presbiteral y del Consejo Episcopal, Vicario Episcopal Este, canónigo ad tempus del Cabildo Metropolitano Hispalense y párroco de Ntra. Sra. de la Estrella, en Coria del Río.

 

Adolfo José Petit Caro

 

Nació en Sevilla el 5 de octubre de 1941 y fue ordenado sacerdote el 2 de julio de 1966. Licenciado en Filosofía y Teología, y doctor en Teología, ha sido párroco de San Francisco Javier. Actualmente es consiliario de Adoración Nocturna Española, vicario parroquial de San Bernardo, abad de la Universidad de Curas y miembro del Consejo Presbiteral.

 

Mario Fermín Ramos Vaca

 

Nacido el 3 de agosto de 1957, fue ordenado presbítero el 6 de octubre de 1984. Ha sido vicario parroquial y párroco de Sta. María del Alcor (El Viso del Alcor), arcipreste de Carmona, capellán de la comunidad de las Clarisas y párroco de San Fernando (Carmona). En la actualidad es director espiritual del Seminario Metropolitano y miembro del Consejo Presbiteral.

 

Manuel Soria Campos

 

Nació el 18 de mayo de 1961 en Sevilla y fue ordenado sacerdote el 12 de junio de 1993. Ha sido párroco de Santa Cruz (Lora del Río), y es delegado diocesano de Hermandades y Cofradías, párroco de Ntra. Sra. del Mayor Dolor y miembro del Consejo Presbiteral.

 

José Luis Peinado Merchante

 

Nació el 1 de noviembre de 1938 en Sevilla, y fue ordenado sacerdote el 16 de junio de 1963. Ha sido vicario parroquial de Sta. Mª de las Nieves (Villanueva del Ariscal) y de la Purísima Concepción (La Luisiana), y cura encargado de Santa Ana (Cañada Rosal). Actualmente es párroco de San Isidoro, vicario episcopal de Sevilla 1 y miembro de los Consejos Episcopal y Presbiteral. Hasta el 31 de marzo era canónigo capellán real de San Fernando del Cabildo Metropolitano Hispalense, y en esa fecha ha recibido la dignidad de arcipreste.

 

 

 

PARA QUE VEAS… OTRA MIRADA ES POSIBLE

0

El jueves 6 de abril, a las 10 de la mañana, el Obispo de la Diócesis de Canarias, D. Francisco Cases, junto a representantes del Secretariado de Pastoral de Juventud ofrecerán una rueda de prensa, en la Casa de La Iglesia, (Calle López Botas, 8. Vegueta),  para informar sobre el Encuentro de Jóvenes que se celebrará los días 8 y 9 de abril, sábado y Domingo de Ramos, en Agüimes. Un Encuentro de Jóvenes que tiene por lema: ¡Para que veas!  Otra mirada es posible.

Los miembros del Secretariado diocesano de Juventud que estarán presentes en esta rueda de prensa son: María Jesús Rodríguez Gil, miembro del Equipo del Secretariado y Juan Carlos Medina Medina, Director del Secretariado.

OBRAS EN LA PARROQUIA S PIO X DE SEVILLA

0

 

SEVILLA (03-04-06). – El cardenal arzobispo de Sevilla, D. Carlos Amigo Vallejo, el alcalde de Sevilla, D. Alfredo Sánchez Monteseirín, y los representantes de seis empresas líderes del sector de la construcción y la promoción inmobiliaria en Sevilla (Grupo Sando, Martín Casillas S.L., Anev, Gestiones Inmobiliarias, S.L., Construcciones Selma, S.A., Construcciones Azagra, S.A., y Grupo Solurban)  firman el lunes, 3 de abril, un convenio para la financiación de las obras de ampliación y renovación del complejo parroquial San Pío X en el Polígono Sur. Será a las 11:00 h. en la sede del Arzobispado de Sevilla (Pl. Virgen de los Reyes s/n)

NOTA DE PRENSA FINAL DE LA ASAMBLEA PLENARIA DE LA CEE

0

 

                La Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha celebrado su LXXXVI reunión del lunes 27 al viernes 31 de marzo de 2006. A las 11,00 horas del lunes, día 27 de marzo, comenzaba la Asamblea Plenaria con el discurso del Presidente de la CEE y Obispo de Bilbao, Mons. Ricardo Blázquez Pérez. Tras su intervención, como es habitual, tomó la palabra el Nuncio Apostólico en España, Mons. Manuel Monteiro de Castro, quien dirigió unas palabras de saludo a los prelados españoles.

 

Felicitaciones al nuevo Cardenal Antonio Cañizares

 

                Las primeras palabras de Mons. Blázquez y de Mons. Monteiro de Castro fueron para felicitar al Arzobispo de Toledo y Vicepresidente de la CEE, Mons. Antonio Cañizares Llovera, creado cardenal por el Papa Benedicto XVI el viernes 24 de marzo. También coincidieron ambos prelados al abordar algunos de los temas que han sido objeto de reflexión durante estos días en la Asamblea Plenaria: el nuevo Plan Pastoral de la CEE, la celebración del V Encuentro Mundial de las Familias o la defensa de la vida humana incipiente, en el contexto de la nueva Ley de las llamadas técnicas de reproducción asistida y la Ley de investigación biomédica.

 

                Mons. Ricardo Blázquez dedicó también una parte de su discurso inaugural a la primera encíclica del Papa Benedicto XVI, Dios es Amor, que se hizo pública el pasado 25 de enero. Una encíclica, afirmó Mons. Blázquez, que “va al corazón de la fe cristiana, es decir, al amor que Dios nos tiene y al amor que este amor puede suscitar en nosotros hacia Él y hacia los hombres”. Mons. Ricardo Blázquez puso en relación, en su discurso, la encíclica del Papa con el Concilio Vaticano II, del que se ha celebrado, en el mes de diciembre pasado, el 40 aniversario de su clausura.

 

                En una segunda parte, y bajo el epígrafe El amor a la verdad, el  Presidente de la CEE se centró en las cuestiones que forman parte del orden día de la presente Asamblea Plenaria. En este repaso por los distintos temas, recordó el carácter sagrado e inviolable de la vida humana desde la concepción hasta la muerte, alabó los avances de la ciencia y de la técnica pero pidió que “lo científica y técnicamente posible” se atenga también “a la ética que respete la dignidad humana”.  Mons. Blázquez terminó su intervención con unas palabras sobre el comunicado con el que la organización terrorista ETA declaraba el pasado 22 de marzo un alto el fuego permanente. El Presidente de la CEE recordó a las víctimas, “testimonio doliente de la violencia padecida” y recordó que “la unidad de los gobernantes y representantes políticos, la colaboración de la sociedad, el trabajo paciente, la altura de miras y la esperanza que sostiene el camino, a pesar de los obstáculos, son buena garantía para llegar a la meta de la paz plena, que se asienta en los pilares de la verdad y la justicia, la libertad y el amor”.

               

Participación en la Asamblea

 

                Han participado en la Asamblea Plenaria 63 de los 66 obispos residenciales.  Han excusado su presencia por distintos motivos los obispos de Lleida, Mons. Francisco Ciuraneta; Jaén, Mons. Ramón del Hoyo; y de Vic, Mons. Román Casanova.  También se ha contado con la presencia de los 12 obispos auxiliares y  varios eméritos; además de los administradores apostólicos de Segorbe-Castellón y Palencia, Elías Sanz Igual y Gerardo Melgar, respectivamente, y el administrador diocesano de Albacete, Luis Marín Navarro. El Obispo auxiliar de Getafe, Mons. Rafael Zornoza Boy, y el Obispo de Cuenca, José María Yanguas han asistido a la plenaria por primera vez tras ser, el primero, consagrado obispo el 5 de febrero, y tomar posesión, el segundo, el día 25 del mismo mes.

 

Orientaciones sobre la ilicitud de la reproducción humana artificial y sobre las prácticas injustas autorizadas por la Ley

               

                La Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española ha aprobado un documento titulado Orientaciones sobre la ilicitud de la reproducción humana artificial y sobre las prácticas injustas autorizadas por la Ley que la regulará en España.  El texto se adjunta íntegramente a esta nota.

 

Plan Pastoral de la CEE

 

                Los Obispos reunidos en Asamblea Plenaria han aprobado el nuevo Plan Pastoral de la CEE para el quinquenio 2006-2010. El documento lleva por título Yo soy el pan de la Vida (Jn 6,35). Vivir de la Eucaristía.  Como ya anunció Mons. Ricardo Blázquez en el discurso inaugural “tiene como núcleo la Eucaristía y la transmisión de la fe, relacionando ambas realidades”. El nuevo texto será presentado próximamente a la opinión pública.

 

Documento sobre la Teología en España tras el Concilio Vaticano II

 

                La Asamblea Plenaria ha aprobado una Instrucción Pastoral sobre la Teología en España tras el Concilio Vaticano II que lleva por título Teología y secularización en España a los cuarenta años de la clausura del Concilio Vaticano II. Al igual que en el caso del Plan Pastoral, este documento se hará público también próximamente.

 

V Encuentro Mundial de las Familias          

 

                También se ha aprobado el mensaje de los obispos españoles para el V Encuentro Mundial de las Familias (EMF) con el Santo Padre en Valencia. El próximo lunes, día 3 de abril, se dará a conocer en una rueda de prensa en la que participarán el Obispo auxiliar de Valencia, Mons. Esteban Escudero, presidente ejecutivo de la fundación organizadora del EMF, y el Secretario General y Portavoz de la CEE, P. Juan Antonio Martínez Camino.

 

Documentos de las Comisiones Episcopales y otras informaciones

 

                El Presidente de la Comisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales y Obispo de Almería, Mons. Adolfo González Montes, ha presentado a la Plenaria el documento Servicios pastorales a orientales no católicos. Orientaciones, que ha sido aprobado.

 

                 La Asamblea ha conocido también el borrador del Catecismo Jesús es el Señor. Primer Catecismo de Infancia en el que ha trabajado la Subcomisión Episcopal de Catequesis. Los obispos han aprobado el texto base sobre el que se seguirá trabajando en posteriores reuniones.

                  

                                   Los obispos de la Comisión Permanente estudiaron, en su reunión del pasado mes de febrero,  una fórmula para responder a la consulta de la Santa Sede acerca del tema para la futura Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos. El orden del día de la Asamblea Plenaria ha incluido la propuesta de los temas específicos, que se han concretado en los tres siguientes, por orden de preferencia: iniciación cristiana (transmisión de la fe a la nuevas generaciones, fortalecer la fe, qué significa ser cristiano hoy), Iglesia y mundo actual (iglesia y sociedad civil, evangelización y cultura, economía, medios de comunicación social, migraciones) y organización interna de la iglesia (Primado universal del Obispo de Roma, sinodalidad eclesial, colegialidad).

 

                                   El temario de la Asamblea se ha completado con las informaciones del Arzobispo de Pamplona, Mons. Fernando Sebastián Aguilar, sobre los actos del V Centenario del nacimiento de San Francisco Javier, que tendrán su celebración central el próximo 7 de abril, y del Obispo de Tenerife, Mons. Bernardo Álvarez Afonso, que ha agradecido a la CEE su apoyo tras el incendio que el pasado 23 de enero arrasó casi por completo el Palacio de Salazar, en el que tenía su sede el obispado de Tenerife.

     Aprobación de asociaciones nacionales

 

                                   Por último la Asamblea Plenaria ha aprobado la modificación de los Estatutos de la Asociación Española de Profesores de Liturgia y de la Asociación de Archiveros de la Iglesia en España que pasa a denominarse Asociación de Archiveros de la Iglesia en España para la defensa y conservación de su patrimonio documental

 

 

 

 

 

Madrid, 31 de marzo de 2006

 

 

PRIMER ANIVERSARIO MUERTE JUAN PABLO II

0

 

El domingo 2 de abril, a las 21:00, a un año exacto del fallecimiento de Juan Pablo II, el cardenal Camillo Ruini, Vicario General del Papa para la Diócesis de Roma, presidirá el rezo del Rosario en la Plaza de San Pedro. Al terminar, el Santo Padre Benedicto XVI saludará a los fieles presentes desde la ventana de su estudio privado.

 

El lunes, 3 de abril, a las 17:30, Benedicto XVI presidirá en la Plaza de San Pedro la Misa en el primer aniversario de la muerte de Juan Pablo II.

 

Almería. El Obispo, Mons. González, quiere recordar a todos los diocesanos tan señalada fecha, para que tengan un recuerdo en sus oraciones por este Papa tan querido en el mundo entero, que camina hacia los altares.

 

Granada. La Catedral acogerá el próximo lunes, 3 de abril, a las 20:30h la Eucaristía en conmemoración de la muerte de Juan Pablo II. Estará presidida por el Arzobispo, D. Javier Martínez.

 

Sevilla. El próximo domingo, día 2, tendrá lugar un homenaje al Papa Juan Pablo II en la parroquia de la Concepción, en el barrio sevillano de Nervión, con motivo del primer aniversario de su fallecimiento.

 

La misa de las ocho de la tarde se dedicará a la memoria del pontífice. Posteriormente tendrá lugar un concierto de música sacra con la intervención de tres corales sevillanas: Coro de Cámara Aminta, Coro del Ateneo de Sevilla y Coro de Cámara Vita Nostra. En el repertorio destacan piezas de los compositores: Javier Busto, Marcos Jara y, de forma especial, el Miserere de Gorecki.

 

Tenerife. En todas las Eucaristía de este fin de semana se tendrá un especial recuerdo y oración por Juan Pablo II en el primer aniversario de su fallecimiento. El Obispo preside una Eucaristía en acción de gracias y oración, en la Sede Catedralicia, el lunes a las 18:00 h.

EDUCAR ES UN RIESGO EN LA UCAM

0

 

El presidente de la UCAM, D. José Luis Mendoza, junto al responsable internacional del Movimiento Comunión y  Liberación, D. Julián Carrón, presentarán, el próximo viernes 31 de marzo a las 20:00 en el Centro Cultural Las Claras, el libro Educar es un riesgo, obra del fundador de este movimiento católico, Don Luigi Giussani.

 

El responsable internacional de Comunión y Liberación, Julián Carrón, desarrollará una lectura de este ejemplar y expondrá su experiencia personal y profesional en este asunto.

 

El acto está promovido por la plataforma Tiempo de Educar. Este movimiento cívico realiza, desde hace seis meses, una campaña para potenciar la reflexión y el diálogo sobre la educación de niños y jóvenes.

Esta plataforma afirma que la juventud actual está muy influenciada por los medios de comunicación, que determinan su gustos, opiniones y decisiones. Ante esta situación, ‘Tiempo de Educar’ destaca que es urgente plantarse qué es educar.

 

CULTOS DE SEMANA SANTA

0

 

ALMERÍA. – En la S.I. Catedral de la Encarnación los cultos de Semana Santa estarán presididos por D. Adolfo González, Obispo de la Diócesis. Tendrán los siguientes horarios:

 

Domingo de Ramos (día 9) a las 11:00  h., Bendición de Ramos (Convento de las Puras). A continuación Procesión  de Ramos hasta la Catedral. A las 11:30 Santa Misa.

 

Lunes Santo: 20:00 h. Santo Vía-Crucis con el Cristo de la Escucha.

 

Martes Santo: a las 20:00 h., Celebración Comunitaria de la Penitencia (Confesión y absolución individual). Habrá  sacerdotes en los confesionarios.

 

Miércoles Santo: a las 12,00 Misa Crismal.

 

Jueves Santo: 18:00 h. Misa En la Cena del Señor. Medianoche, Hora Santa.

 

Viernes Santo: 9:00 h., Canto del Oficio de Lecturas y Laudes; a las 17:00 h., Celebración litúrgica En la muerte del Señor.

 

Sábado Santo: 10:00 h., Canto de Lecturas y Laudes. 22:00 h., Vigilia Pascual.

 

Domingo de Resurrección: 12:00 h.,  Misa Pascual; a continuación se impartirá la Bendición Papal.

 

MÁLAGA. – El próximo día once de abril, como cada Martes Santo, en la Santa Iglesia Catedral se celebrará la Misa Crismal. Todos los sacerdotes de la Diócesis podrán concelebrar la Eucaristía presididos por el obispo D. Antonio Dorado; ese día renovarán públicamente la acogida de la gracia sacerdotal con la que un día fueron ungidos y comprometidos para siempre por el Espíritu Santo.

 

La Celebración comenzará a las 11: 00 h. en la Catedral. Tras la celebración los

Presbíteros compartirán una comida fraterna.

 

SEVILLA. – Los días de Cuaresma se siguen sucediendo y ya se aproxima su fin con la celebración de la muerte y Resurrección de Jesucristo. A continuación, detallamos los actos a celebrar en la Catedral de Sevilla durante el mes de abril con tal motivo.

 

Bendición y procesión de palmas durante la celebración de la Eucaristía presidida por el Cardenal Arzobispo de Sevilla, D. Carlos Amigo Vallejo. El Domingo de Ramos (9 de abril) a las 10:00 h. en el Altar Mayor.

 

Misa Crismal. Presidida por el Cardenal el Martes Santo, 11 de abril, a las 12:00 h. en el Altar Mayor.

 

Misa Vespertina de la Cena del Señor, el Jueves Santo en el Altar Mayor a las 17:00 h. presidida por Mons. Amigo Vallejo.

 

Celebración de la Pasión del Señor  presidida por D. Carlos Amigo el Viernes Santo a las 17:00 h. en el Altar Mayor.

 

Vigilia Pascual. Eucaristía presidida por el Cardenal a las 23:00 h. en el Altar Mayor.

 

Eucaristía Solemne  el Domingo de Pascua de Resurrección del Señor. A las 10:00 h. presidida por D. Carlos Amigo en el Altar Mayor

 

Además de las celebraciones litúrgicas, se han previsto otros actos que se celebrarán igualmente en la Catedral:

 

Concierto de saetas y otras músicas de la Pasión, a cargo de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Miércoles día 5 a las 20:30 h. en el Altar del Jubileo

 

Interpretación del Miserere de Hilarón Eslava, a cargo de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla.

 

KIKO ARGÜELLO EN SEVILLA

0

 

SEVILLA.- El fundador del Camino Neocatecumenal, Kiko Argüello, estará el miércoles 29 de marzo en Sevilla. Intervendrá en dos actos, que se celebrarán en el Centro de Estudios Teológicos (CET) y en el Pabellón Cubierto San Pablo. A las doce del mediodía pronunciará una conferencia en el Centro de Estudios Teológicos, dentro del ciclo Miércoles del CET. El título de su ponencia es «Iglesia y sociedad desde la perspectiva del Camino Neocatecumenal». Este acto está fundamentalmente dirigido a sacerdotes, seminaristas y alumnos del CET.

 

Ya por la tarde, a partir de las cinco, tendrá lugar un acto multitudinario en el Pabellón San Pablo (Avda. Kansas City) que presidirá el cardenal arzobispo de Sevilla, D.  Carlos Amigo Vallejo, y en el que se darán cita las comunidades neocatecumenales de Andalucía y Canarias. En el curso del mismo, Kiko Argüello dirigirá una llamada vocacional a los jóvenes para el sacerdocio y la vida contemplativa

 

El Camino, presente en los cinco continentes

 

El Camino Neocatecumenal es un itinerario de formación católica, un modo de iniciación cristiana y de educación permanente en la fe, creado a principios de los años sesenta en Madrid. El 30 de agosto de 1990, el Papa Juan Pablo II reconoció el Camino Neocatecumenal como «un itinerario de formación católica, válida para la sociedad y para los tiempos actuales». Posteriormente, el mismo pontífice aprobó sus estatutos el 29 de junio de 2002. En la actualidad, el Camino Neocatecumenal se encuentra presente en 105 países de los cinco continentes, concretamente en unas 5.000 parroquias de 880 diócesis, con más de 16.700 comunidades.

SEMANA SANTA EN SEVILLA

0

 

Sevilla. – Los días de Cuaresma se siguen sucediendo y ya se aproxima su fin con la celebración de la muerte y Resurrección de Jesucristo. A continuación, detallamos los actos a celebrar en la Catedral de Sevilla durante el mes de abril con tal motivo.

 

Bendición y procesión de palmas durante la celebración de la Eucaristía presidida por el Cardenal Arzobispo de Sevilla, D. Carlos Amigo Vallejo. El Domingo de Ramos (9 de abril) a las 10:00 h. en el Altar Mayor.

 

Misa Crismal. Presidida por el Cardenal el Martes Santo, 11 de abril, a las 12:00 h. en el Altar Mayor.

 

Misa Vespertina de la Cena del Señor, el Jueves Santo en el Altar Mayor a las 17:00 h.. Presidida por Mons. Amigo Vallejo.

 

Celebración de la Pasión del Señor  presidida por D. Carlos Amigo el Viernes Santo a las 17:00 h. en el Altar Mayor.

 

Vigilia Pascual. Eucaristía presidida por el Cardenal a las 23:00 h. en el Altar Mayor.

 

Eucaristía Solemne  el Domingo de Pascua de Resurrección del Señor. A las 10:00 h. presidida por D. Carlos Amigo en el Altar Mayor

 

Además de las celebraciones litúrgicas, se han previsto otros actos que se celebrarán igualmente en la Catedral:

 

Concierto de saetas y otras músicas de la Pasión, a cargo de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Miércoles día 5 a las 20:30 h. en el Altar del Jubileo

 

Interpretación del Miserere de Hilarón Eslava, a cargo de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla.

 

Enlaces de interés