Mons. Martínez invita a apoyar con nuestra firma la Iniciativa europea “Uno de nosotros”

Con ella se quiere que la Unión Europea cambie su legislación para reclamar la defensa de la dignidad, el derecho a la vida y la integridad de toda persona humana desde su concepción. Nuestro Arzobispo ha subrayado que «toda persona humana siempre es sagrada».

Antes de concluir la Eucaristía en la S.I Catedral, el domingo 22, Mons. Javier Martínez invitó a los fieles a apoyar con nuestra firma la Iniciativa que un grupo de personas de la Unión Europea están llevando a cabo de recogida de firmas para pedir al Parlamento Europeo la dignidad del embrión. Una Iniciativa Legislativa Popular, que, con el nombre «Uno de nosotros» («One of us»), ya ha apoyado el Papa Francisco. La recogida de firmas se llevará a cabo hasta el 1 de noviembre, y se quiere que la Unión Europa cambie su legislación para reclamar la defensa de la dignidad, el derecho a la vida y la integridad de toda persona humana desde su concepción.

En Granada

En la Diócesis de Granada, un grupo de personas también trabajan en la recogida de estas firmas. Este fin de semana han estado presentes en diversos puntos de la ciudad, como a las puertas de la Santa Iglesia Catedral y la Iglesia del Sagrario, anexa al templo catedralicio, recogiendo rúbricas para este fin.

Mons. Javier Martínez, Arzobispo de Granada, ha manifestado públicamente su apoyo a esta campaña. Lo hizo antes de concluir la Eucaristía del domingo 22 de septiembre, presidida por San Cecilio, Patrón de la Diócesis, y la Virgen de las Angustias, Patrona de Granada, que se encuentra en el templo metropolitano hasta el domingo 29 para la Novena que en su honor este año se lleva a cabo en la Catedral, con motivo del Año Jubilar Mariano, concedido por la Santa Sede en el Centenario de su Coronación Canónica.

Mons. Martínez animaba así a apoyar con nuestra firma esta iniciativa europea, «Uno de nosotros»:

«Lo sagrado significa precisamente aquello que no es instrumento para nada más ni para nada distinto. En la vida hay cosas sagradas. Es sagrada la vida humana. Toda vida humana.

La Iglesia tenía la enseñanza de los tres altares: el altar de la Eucaristía, el altar que es el lecho matrimonial y el altar que es la mesa familiar. Los tres son lugares de amor, los tres son lugares de sacrificio; y los tres no deben usarse para nada más que para lo que son. Es decir, en el caso del lecho matrimonial, para la unión de dos esposos, para la esperanza de la venida de los hijos, que prologuen la vida y la familia a lo largo de la historia; la mesa familiar, para experimentar lo que es una familia; y la mesa de la Eucaristía, para distribuirnos el Cuerpo de Cristo, alimento para la vida eterna, y las imágenes para darles culto. Es decir, las cosas son sagradas cuando no sirven más que para lo que están hechas y tiene que haber cosas sagradas en la vida.

Nietzsche -ese gran ateo, el mejor de los ateos que ha habido, un gran profeta de muchas cosas, que le hacía vomitar, a veces, el cristianismo tan miserable que veía delante de sí, pero a veces esa crítica que él hacía a la fe, lo primero que la teníamos que hacer éramos nosotros mismos- decía: cuando los hombres pierden a Dios, no se pierden el más allá, se perderán el más acá.

Perdiendo a Dios lo que perdemos es nuestra vida. Habiendo perdido el sentido de lo sagrado que tiene que ver con Dios hemos perdido el sentido de lo sagrado del lecho matrimonial, hemos perdido la mesa familiar, que casi no existe, no hay nada sagrado en la vida: la vida humana termina no siendo sagrada.

A la puerta hay unas mesas donde se están recogiendo firmas para una Iniciativa europea, para presentar al Parlamento Europeo, en defensa del Estatuto del embrión humano. La Iglesia ha apoyado esta campaña, para que podáis firmar con toda tranquilidad. Los Obispos hemos pedido a los fieles que participen en ella y que la sostengan. Si no podéis firmar ahora, también se puede hacer por internet. La Campaña se llama «Uno de nosotros».

Todo ser humano es sagrado. La vida humana no sirve más que para venerarla, reconocerla, amarla. No se utiliza en función de otra cosa: eso quiere decir que la vida humana es sagrada. Y si perdemos el sentido de lo sagrado de Dios, terminamos perdiendo el valor de lo sagrado que es la persona humana, toda persona humana, hasta el más miserable, hasta el más pecador, hasta el más pobre, hasta el anciano enfermo. Todos. La persona humana siempre es sagrada. Y Cristo, la Eucaristía, la misericordia que Cristo nos ha revelado, es la garantía de esas realidades sagradas, que es nuestra propia vida, que, si las perdemos, nos morimos, que es lo que está pasando» (Mons. Javier Martínez, Arzobispo de Granada, 22 de septiembre de 2013. S. I Catedral).

La Iniciativa puede firmarse por internet pinchando aquí.

Contenido relacionado

Oración vocacional de Pentecostés

Con el Seminario Mayor Diocesano San Cecilio. El martes 21 de mayo...

Las familias rocieras granadinas peregrinan a Almonte

Comparten estos días jornadas intensas de peregrinación, en oración y con...

Fallece el catequista itinerante del Camino Neocatecumenal Rafael Benítez

Responsable del Camino Neocatecumenal en Granada, Guadix, Málaga y Melilla. Este...

Enlaces de interés