Nos encontramos en la fase final de la campaña de la declaración de la renta en la que, como sabemos, se nos brinda la posibilidad de demostrar nuestra corresponsabilidad en la financiación de la Iglesia marcando en nuestra declaración la casilla destinada a la Iglesia Católica; si así lo hacemos, un 0,7% de nuestra cuota tributaria (de lo que pagamos en total) se destinará a la Iglesia; esta opción no impide que podamos marcar la casilla destinada a otros fines sociales; ambas casillas son compatibles. Ni pagaremos más ni se nos devolverá menos.
La Diócesis de Córdoba camina por la senda de la TRANSPARENCIA ECONÓMICA. Para ello, una herramienta puesta en marcha hace años es el denominado PORTAL DE TRANSPARENCIA que se encuentra a disposición de los fieles y de quienes quieran consultarlo en la página web de la Diócesis www.diocesisdecordoba.com.
En este portal se pueden encontrar tanto el organigrama de la Diócesis como las cuentas de las instituciones diocesanas, así como los convenios suscritos con instituciones públicas para la recepción de ayudas y subvenciones y la justificación del gasto.
¿Cómo funciona la colaboración de los fieles a través de la casilla en el IRPF?
El 0,7% de las cuotas de todos los contribuyentes que marcan la casilla se destina a atender las necesidades de la Iglesia Católica; pero ¿cómo se reparte?; la cantidad total se entrega a la Conferencia Episcopal quien, mediante una serie variada de criterios, los distribuye entre todas las diócesis españolas en lo que se denomina “Fondo Común Interdiocesano”. Cada diócesis lo destina a los fines propios que, recordemos, son el culto, la sustentación del clero, las obras de piedad y caridad, el mantenimiento de los templos, etc. En el año 2018, nuestra Diócesis recibió 3.613.554,00 €; en el año 2019 están presupuestados 3.586.358,00 €.
La colaboración en Córdoba
En la campaña de la declaración de la renta del año 2018, que se corresponde con el IRPF de 2017, 149.124 cordobeses marcaron la casilla de la Iglesia, un 44,18% del total de declarantes, suponiendo una aportación a la Iglesia de 3.522.200,00 €; en comparación con 2017 (IRPF de 2016) ha habido un aumento del 0,60% en el porcentaje de declarantes ya que 3.073 personas más marcaron la casilla correspondiente a la Iglesia. Además, siempre debemos resaltar que nuestra Diócesis se sitúa por encima de la media de España, que se sitúa en torno al 34%.
¿Cómo se publican las cuentas en nuestro Portal de Transparencia?
Las entidades se clasifican en dos grupos:
– Las que forman parte de la estructura propia de la Iglesia (art. IV Acuerdos Estado-Santa Sede). Son el propio Obispado (Fondo Común Diocesano), las parroquias (todavía a falta de que terminen la presentación), el Seminario San Pelagio, el Seminario Redemptoris Mater “San Juan de Ávila”, Cáritas diocesana, Misiones, el Tribunal eclesiástico, la Librería diocesana, las fundaciones pías no autónomas, la Casa Sacerdotal, la Casa de Espiritualidad San Antonio, Casa de convivencias San José.
– Las entidades del art. V de los Acuerdos: son las asociaciones y fundaciones pías autónomas: estas entidades deben rendir cuentas ante la autoridad diocesana y están bajo la vigilancia del Ordinario diocesano. Publicamos las cuentas remitidas por aquellas fundaciones de las que el Obispo es responsable y cuyos fines son variados: Fundación Diocesana Santos Mártires de Córdoba (enseñanza católica), Fundación San Eulogio (gestión del Archivo y Biblioteca Diocesanos), Fundación Osio (enseñanza universitaria), Fundación Gaudium (actividades de ocio y tiempo libre). Y las de las instituciones diocesanas de naturaleza asociativa o de otra naturaleza que están estrechamente ligadas a la Diócesis: Manos Unidas, Cursillos de Cristiandad, Adoración Nocturna.
¿Qué supone la cantidad recibida en los ingresos totales?
La aportación de los fieles a la Diócesis a través de la X es muy importante; pero hay que dejar constancia que es un ingreso que recibe directamente el Obispado no recibiéndolo ninguna otra institución diocesana; por ello, en las cuentas del Obispado (del denominado Fondo Común Diocesano) lo recibido a través de la CEE supone un 39,76% del total de ingresos.
Pero en el total de ingresos de nuestra Diócesis, el porcentaje que supone la asignación es bastante inferior. Si consideramos los ingresos de las instituciones que forman la estructura jerárquica de la Diócesis, que son las del art. IV de los Acuerdos entre el Estado y la Santa Sede, los ingresos por la asignación tributaria alcanzan un porcentaje del 17,28% sobre el total. Pero si añadimos las entidades fundacionales y asociativas del art. V de los Acuerdos, el porcentaje total disminuye al 9,56%.
Un ámbito de libertad
La facultad de marcar la X que se nos brinda no deja de ser una posibilidad de decidir libremente el destino de una pequeñísima parte de nuestros impuestos, decisión tomada desde una plena conciencia de nuestra corresponsabilidad en el sostenimiento de nuestra Iglesia, de la que formamos parte y siendo plenamente consecuentes con nuestra visión cristiana del mundo y de la ingente labor social y caritativa que la Diócesis realiza.
Nuestra Iglesia se examina anualmente ante los contribuyentes; si no se marcara ninguna casilla, ningún ingreso se produciría; el Estado no compensaría nada. No puede existir un sistema más claro, libre y democrático de ejercer una opción.
Y esa libertad debe ser ejercida como cristianos plenamente corresponsables con nuestra Iglesia; y siendo plenamente conscientes de que esta opción no significa ningún privilegio sino un sistema de total transparencia. Como se debe ser consciente de la inexistencia de privilegios de orden tributario. La Iglesia Católica goza del mismo régimen fiscal que las entidades que no tienen ánimo de lucro y cumple la legislación de manera escrupulosa. Todos sus recursos disponibles se ponen a disposición del cumplimiento de sus fines, la caridad, la transmisión del mensaje de Jesucristo. Estos fines redundan en el bien común y en beneficio de nuestra sociedad.
