El hasta ahora párroco de San Roque (Almería) falleció en la madrugada del domingo al lunes 29 de junio. El mismo lunes por la mañana, a las 11:00h, se celebró la misa exequial en la parroquia donde ejercía su ministerio sacerdotal, siendo presidida por el Obispo Mons. Adolfo Gonzáles Montes y concelebrando un numeroso grupo de sacerdotes. Sus restos reposan en el cementerio de San José de la capital.
Nacido en Salinas del Pisuerga, (Palencia), el 18 de julio de 1918, hizo los estudios de Magisterio en el instituto de los Hnos. de las Escuelas Cristianas al que perteneció. Con posterioridad, ingresó en el Seminario Conciliar de San Indalecio, de Almería, en cuya capilla, el 17 de diciembre de 1949 fue ordenado Diácono por el Obispo diocesano, D. Alfonso Ródenas García.
El 11 de junio del año siguiente, en 1950, en la Santa y Apostólica Iglesia catedral de la Encarnación de esta diócesis, le fue conferido por el mismo Obispo el sagrado orden del Presbiterado.
El 4 de Agosto de ese mismo año, pasó a ser Profesor, Prefecto de Disciplina, Secretario de Estudios y Administrador del Seminario.
Nombrado Párroco de Oria el 15 de Septiembre de 1952 y posteriormente, el 12 de noviembre de 1953, de Nuestra Señora del Rosario, de Roquetas de Mar, donde permaneció hasta su posesión, el 26 de julio de 1955, como Párroco de San Roque, de Almería, nombrado por oposición.
Comenzó entonces para La Chanca el conocimiento de D. Marino y para él su entrega y pasión por La Chanca, durante 39 años, que le identificaron con su gente, como Párroco hasta 1994 y como Párroco emérito a partir de entonces.
De las Cuevas de San Joaquín, de Las Palomas, desde el Camino Viejo de Málaga a La Almedina, D. Marino era estimado y requerido para todo problema y con toda ocasión, como alguien propio. Impulsor de iniciativas para la promoción humana de los desfavorecidos que bien conocía, con rostro, nombre y apellidos, recibió el encargo y nombramiento el 14 de marzo de 1964, del Obispo D. Alfonso Ródenas, como Asesor de Obras Sociales de Cáritas, de las que se benefició el barrio, con las ayudas oficiales y administrativas del momento.
Capellán de la Casa del Mar en 1970, y por nombramiento en febrero de este mismo año, fue Asesor Religioso de la Delegación del Colegio Oficial de Graduados Sociales, teniendo él mismo esta titulación civil.
Fue nombrado 12 de julio de 1991, Párroco solidario de Santa María de Belén, otra Parroquia erigida en el corazón de la Chanca, desde el 1 de Noviembre de 1969.
D. Marino obtuvo las Licenciaturas eclesiásticas de Filosofía en Roma y de Sociología en la Universidad Pontificia de Salamanca. Era, además, licenciado en Psicología por la Universidad de Granada; doctor en esta disciplina, por la Complutense; Licenciado en Filosofía Pura y en Psicología Clínica por la de Valencia; así como Licenciado en Ciencias Sociales y en Filosofía y Letras.
Graduado Social, diplomado en Psicología Pedagógica y en Teología Pastoral, promovió unas veces e intervino otras, en cuantos estudios sociales interesaron a la población y el contexto de la zona de La Chanca y Pescadería. Quien quisiera acercarse al conocimiento humano y científico que implicara la realidad del barrio, tenía, necesariamente, que contar con el saber de D. Marino.
Así —desde 1967— colaboró, muy ampliamente en el estudio FOESSA, promovido por la Confederación de Cáritas Española e, igualmente, coordinó para Andalucía y, como técnico para Almería, en 1970, el estudio realizado por el Instituto de Sociología Aplicada de Madrid.
Conferenciante y autor de varias publicaciones en colaboración e individualmente, D. Marino, tras su jubilación siguió activamente interesado por los problemas sociales aparecidos en relación con las nuevas pobrezas de la sociedad, como el de la droga. La vejez y la enfermedad fueron reduciéndole y, tras una prolongada ancianidad, a los 90 años, recién iniciado el año sacerdotal proclamado por el Santo Padre, en la víspera de la solemnidad de San Pedro y San Pablo de este año de gracia de 2009, siendo el décimo tercer domingo durante el año, el Señor. ha dado por cumplida su existencia terrenal. Que él reciba en su seno al que llamó e hizo en su Iglesia sacerdote de Jesucristo para siempre.
