Segunda de las conferencias cuaresmales de Mons. Amigo. Tuvo lugar el 4 de marzo en la parroquia del Sagrario de la Catedral de Sevilla dentro del Ciclo Charlas Cuaresmales.
Durante la conferencia el Cardenal Arzobispo de Sevilla disertó sobre los siguientes temas:
El hombre piensa y actúa creyendo que se basta y sobra a sí mismo. No tiene necesidad de Dios. Las consecuencias no pueden ser más nefastas: autosuficiencia y arrogancia, ambición y vanagloria, utilización egoísta del poder… Es pecado es la mala voluntad del hombre libre que se empeña en volver las espaldas a Dios. Quien hace mal a los ojos de Dios cae en la injusticia y el desprecio a los demás.
El pecado es como un cáncer invisible que va matando lo mejor que puede haber en la persona: la capacidad de respetar y querer a sus semejantes. El pecado hunde en la inmensa tristeza de haber caído en la peor de las corrupciones: la de uno mismo. Ha perdido su propia identidad como persona y, por supuesto, como cristiano. Pero en el camino del retorno siempre está abierta la puerta de la misericordia.