El mes de marzo llega a su fin y con él el periodo de escolarización en los centros educativos de aquellos alumnos que se incorporan al sistema o aquellos que deseen cambiar de colegio. Un mes en el que la Fundación diocesana de Enseñanza ‘Victoria Díez’ ha dado a conocer su proyecto educativo a multitud de familias, no solo durante las Jornadas de Puertas Abiertas que ha ido celebrando, sino también a través de los medios de comunicación y redes sociales.
Ahora son los directores y directoras de los colegios diocesanos los que han querido explicar en primera persona cómo es la vida y tarea de estos centros a través de una serie de tres reportajes que se publicarán esta semana en la web diocesana.
“Los colegios diocesanos nacen para dar respuesta a la labor educativa a la que la Iglesia es llamada, dando un servicio a la sociedad a través de su oferta educativa”, señala María del Valle Sarmiento, directora de Santa María Nuestra Señora. Destacan, además, “por su trato cercano y familiar con un ideario católico que pretende no solo educar de forma integral a los alumnos y alumnas, sino evangelizar divulgando valores cristianos”, añade Mª Granada Herrezuelo, directora de San José de Cluny. En esta línea opina Manuel Toledo, director del Corpus Christi, que apunta que estos centros “llevan la Palabra de Dios a todos los niños” y cuyos valores enraízan, según Eduardo Marrón, director del colegio Sagrado Corazón, en “el amor a Dios y a los demás, la dignidad de las personas, el desarrollo del talento en todos los miembros de la comunidad educativa y la transformación social como objetivo de nuestra acción educadora”.
La tarea educativa, una misión
Otro aspecto que caracteriza a estos centros es la implicación real y sincera del profesorado, cuya figura va más allá del mero educador. En palabras de José Luis Llamas, director de Ntra. Sra. de las Mercedes, “el profesorado de los colegios diocesanos se implica muy a fondo con los alumnos y sus familias, realizando una formación integral de los mismos. Hay reuniones frecuentes en tutoría y la comunicación es prácticamente diaria”.
Es por ello que desde la Fundación “se presta especial atención a la selección de este personal puesto que al final van a ser los referentes, el espejo, donde los menores se van a mirar”, explica Antonio Macías, director de San Bernardo. Por este motivo, se cuida que el claustro “participe en la vida activa y pastoral de la parroquia a la que está vinculado cada centro” (Francisco Navas, director de Ntra. Sra. de las Nieves), ya que “trasmitir lo que no se tiene es imposible”, continúa Macías.
Esto permite “llevar el ideario católico a nuestras aulas”, comenta Herrezuelo, una opinión compartida con el resto de directos. Como resume Sarmiento, el claustro de los colegios diocesanos “se caracteriza por su pasión por educar, la cual le lleva a una implicación máxima en todas y cada una de las actividades del centro, así como en la mejora de su capacitación docente a través de la formación continua. Es un claustro comprometido con la fe cristiana y que se identifica con el proyecto educativo del centro, y que, con su forma de actuar cada día, es ejemplo y guía para nuestro alumnado”.
Esta tarea educativa va mucho más allá de lo meramente académico. De esta forma, “somos psicólogos de nuestros alumnos ya que les prestamos una atención especial a los que están pasando por un mal momento” (Toledo). Se trata, por tanto, de un profesorado “convencido de su misión como educadores de la Iglesia, comprometidos con el centro, el alumnado y sus familias”, subraya Marrón.
Una gran familia
Asimismo, los padres de alumnos de los colegios diocesanos agradecen que en estos centros se respire un verdadero ambiente familiar, favorecido porque la mayoría solo cuenta con una línea por curso y por la relación estrecha que se mantiene con las familias.
Al respecto, la directora de Santa María Nuestra Señora resalta que “la familia es un elemento imprescindible para la educación y formación integral y cristiana de nuestro alumnado. Por ello tenemos una relación estrecha con ellas a través de tutorías regulares e individuales”. De igual forma se expresa la directora de San José de Cluny: “Hacemos mucho hincapié en la acción tutorial puesto que pensamos que cualquier información que nos dé la familia beneficia al proceso de enseñanza-aprendizaje de nuestros alumnos y alumnas. Así, las familias participan activamente de muchas de las actividades del centro: día del protagonista, talleres de padres, celebraciones religiosas, juegos deportivos, fiestas…”.
Además, “la relación con el AMPA es magnífica, y todas las actividades propuestas por la asociación de padres y madres de alumnos es bienvenida”, declara Llamas.
En definitiva, los equipos directivos coinciden en que esta relación con las familias es “cercana y activa” y que la mayoría de los padres y madres se implican y colaboran en las diferentes actividades y acciones de cada centro.
Desde la Fundación diocesana de Enseñanza ‘Victoria Díez’ reconocen que la elección del centro escolar no es una decisión fácil para muchos padres, por este motivo, se pone a disposición de todas las familias interesadas en su docena de colegios para darles a conocer su ideario y su proyecto a través de citas individualizadas que puede solicitar a través del correo electrónico.
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