Intervención del Cardenal Amigo en el I Foro de la Alianza de Civilizaciones

Tuvo lugar el 15 de enero de 2008. En nuestra condición  de creyentes, no tenemos otra disyuntiva posible: o hablamos de Dios o no tenemos razón alguna de credibilidad como tales creyentes.
 
Y hablar de Dios, Señor de la paz, de la justicia y de la misericordia, es incompatible con la violencia, la guerra, la vejación de las personas y el olvido de su dignidad y de sus derechos más fundamentales. La paz no puede ser simplemente el final de una contienda, sino el comienzo de cualquier proyecto de entendimiento entre los pueblos.
 
En el diálogo interreligioso, y particularmente con el Islam, debemos tener en cuenta que se trata de una relación entre creyentes. Aquí está el punto de encuentro y la posibilidad de un diálogo sincero, positivo y fecundo.
 
Soslayar el tema religioso en un diálogo entre creyentes cristianos y musulmanes, aparte de ser algo abiertamente contradictorio, resulta no poco ofensivo, al considerar que poner a Dios en medio puede ser un obstáculo para el entendimiento recíproco. Cristianos y musulmanes podemos ser amigos, pero ante todo somos creyentes.
 
En otra época cada uno derribó la casa del anterior vecino para hacer la suya. Ahora, en lo religioso, preferimos la construcción horizontal, de una casa junto a otra y con buena comunicación entre ellas.
 
Nos gusta más y preferimos este diálogo y buena relación entre creyentes de las distintas religiones. Sin confusiones ni olvido de los propios convencimientos. Habrá que estar muy atentos para no caer en un nefasto relativismo tanto religioso como moral. Cada uno ofrece al otro lo que de Dios ha recibido, pero sin claudicar de la propia identidad. Este diálogo será un buen camino para la paz.
 
+ Carlos Amigo Vallejo
Cardenal Arzobispo de Sevilla

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