Roma, 27.02.05.- En este último y frío domingo de febrero, las calles de Roma se han caldeado con la presencia de más de mil peregrinos llegados de distintas diócesis del sur de España. Los acompañan la mayoría de Obispos de las Provincias Eclesiásticas de Granada y Sevilla: D. Javier Martínez, Arzobispo de Granada; D. Antonio Dorado, Obispo de Málaga; D. Adolfo González, Obispo de Almería; D. Juan García-Santacruz, Obispo de Guadix y D. Felipe Fernández, Obispo de Tenerife; D. Ignacio Noguer, Obispo de Huelva; D. Antonio Ceballos, Obispo de Cádiz; D. Juan del Río, Obispo de Jerez.
La peregrinación de estos fieles acompañaba, en un principio, a la Visita ad limina que los Obispos iban a realizar en los últimos días de este mes. Aunque esta Visita ha quedado suspendida, no así el peregrinaje a Roma, que quiere expresar el fuerte deseo de vivir en comunión con toda la Iglesia.
Todos sienten no poder encontrarse con el Santo Padre en la Audiencia General, al encontrarse hospitalizado en el Policlínico Gemelli, pero con su presencia quieren testimoniar que lo sienten como un auténtico padre, con el que también hay que estar en estos momentos de sufrimiento y de prueba. De hecho, muchos de ellos, tras el Angelus, comentaban como las palabras del Papa de nuevo les habían iluminado el verdadero significado del sufrimiento. Un afecto, una admiración, que no es sentimentalismo, sino que nace de ver en él ese fuerte vínculo con la persona de Jesucristo, también en estos momentos de dolor, como es la enfermedad.
En su estancia en Roma, los peregrinos tendrán oportunidad de conocer la historia, el arte y la belleza de la Ciudad Eterna, pero sobre todo la ocasión de vivir la fe en las celebraciones que cada día ocupan el programa para estos días. Estos actos han empezado hoy con la Eucaristía en la Basílica de San Antonio, y continuarán en el resto de Basílicas romanas.