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PALABRAS DE D. RAMÓN DEL HOYO, OBISPO ELECTO DE JAÉN

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Entrevista a D. Ramón del Hoyo López, Obispo Electo de Jaén

“Voy con la ilusión de servir al Evangelio, de caminar con ellos”

 

Enhorabuena por su nombramiento. Aunque supongo que, ahora mismo, los sentimientos serán un poco contrapuestos: la alegría del nombramiento como nuevo Obispo de Jaén pero también el dolor de dejar Cuenca.

Pues sí, verdaderamente. ¿Cómo no voy a sentir? Soy humano, me afecta, los sentimientos están ahí, me cuesta el dejarles. Es una Diócesis donde yo me he estrenado y he dado estos nueve años de mi vida con toda ilusión. Pero, bueno, Dios lo dispone así y lo acato y lo acepto con toda ilusión y toda mi fuerza.

 

En sus palabras para los fieles de Jaén ha expresado el deseo de caminar juntos. Ellos, ya sabe, están esperando Obispo desde hace algunos meses y le recibirán con los brazos abiertos. ¿Qué querría decirles ahora, desde Odisur, a todos estos fieles que, de hecho y por lo que nos han comentado, esperan ansiosos su llegada?

Que voy con esa ilusión de servir al Evangelio, de caminar con ellos, de aprender con ellos y, de verdad, responder a la Voluntad del Señor. Tenemos que hacer muchas cosas, tenemos que transmitir ese gran Tesoro que tantos siglos lleva ahí en Jaén. Transmitirlo a las nuevas generaciones y no imponiendo, sino proponiendo. Y ahí está la clave, cómo proponer con eficacia para que de verdad ese Tesoro se acepte en el interior de tantos bautizados que, a veces lo desconocen. No acertamos a veces a llevarlo para que sea vida en su interior.  No saben lo que se pierden muchos, no saben lo que se pierden de vivir el Evangelio de verdad también en el siglo XXI.

 

En uno de sus primeros mensajes se dirigía a los sacerdotes. Entendemos que es una de sus prioridades. ¿Cuáles serían, además de ésta, las necesidades que ha de afrontar el nuevo Obispo de Jaén?

Animar de forma directa a todos. Para mí todos son personas y, por tanto, queridos por el Señor. Me preocupan los inmigrantes, me preocupan los alejados, me preocupan los que necesitan de nuestro apoyo. Ayer, por ejemplo, estuve dos veces en Cáritas Diocesana; por la mañana y por la tarde. Esta tarde salgo a confirmar a un grupo  de jóvenes. El ministerio de un Obispo es dar su vida a los demás, en mil situaciones. Claro que me voy a apoyar en los sacerdotes, cómo no, son mis hermanos. Yo confío mucho en los laicos. De hecho, mi gran preocupación estos años ha sido crear un Instituto Superior, que al final ha sido una Escuela diocesana que en una ciudad como Cuenca –con 200.000 habitantes- tiene cuatro sedes, con doscientos alumnos; que es un hecho muy positivo.

Todo ese programa se irá desarrollando conforme a Dios lo quiera. Yo pongo a disposición del Señor mis cualidades y apoyado y unido a los demás vamos a ver si logramos evangelizar y hacer una Iglesia viva -como nos está diciendo el Papa-, una Iglesia fuerte, una Iglesia misionera, porque la idea de la misión y de la evangelización está muy metida en mi persona.

 

En todo lo que nos ha dicho, y también en su mensaje inicial a la Diócesis de Jaén, constatamos un profundo deseo de comunión, ¿cómo pueden construir juntos, el Obispo y sus fieles, esta comunión?

No entiendo otra Iglesia hoy en día, más que en comunión. Es la condición imprescindible, y por tanto es sumar y no buscar diferencias, es enriquecernos mutuamente. Todo nos viene de la Eucaristía y desde la fuerza del Espíritu. Es esa comunión con Dios es lo que a nosotros nos hace fuertes, de lo contrario nos vaciamos y no somos más que metal que suena, y nunca lograremos gran cosa. Por eso, lógicamente, el tema de la comunión es esencial.

 

Por último nos hacemos eco de la pregunta que todos los jiennenses se hacen ¿cuándo estará entre ellos su nuevo Obispo?

Quiero que sea cuanto antes. Así también me lo han dicho desde la Nunciatura. Tengo interés de que el Sr. Nuncio nos acompañe, por eso el dará la fecha. Probablemente será en la primera quincena de julio, lo más tarde. Pero no hay fecha todavía. En cuanto se sepa se comunicará.

D. RAMÓN DEL HOYO. A LOS SACERDOTES

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Obispo Electo de Jaén

 

Cuenca, 19 de mayo de 2005

 

 

Muy querido D. Rafael Higueras y hermanos sacerdotes:

 

                He pensado y pedido durante estos días por vosotros ante Jesús Eucaristía, y durante el recorrido de los misterios del Rosario. Puedo deciros que sois ya mis predilectos, mis íntimos, mi futuro apoyo para el ministerio episcopal que el Señor me ha encomendado en esa querida Iglesia de Jaén.

                Mi único deseo es cumplir junto a vosotros la voluntad del Buen Pastor, bajo su guía y cuidados. No sé si sabéis que mi lema es “In Nomine Tuo”. Por tanto, nunca voy solo. Siempre me siento acompañado. Pero también procuraré hacerme acompañar por todos vosotros. Solo así seremos eficaces en la evangelización: si nos amamos, de corazón, si vivimos una verdadera comunión

                Bien sabéis que el Señor nos quiere a cada uno tal como somos, por eso nos eligió. Con nuestras limitaciones y cualidades camina a nuestro lado para que seamos santos. Nuestra vocación y ministerio es para santificar y santificarnos. La clave está en Jesucristo sacerdote y sólo desde Él brota nuestra unidad sacramental.

                No solo quiero estar junto a vosotros, sino también a vuestro servicio, y el de todos los fieles. Ruego que recéis ya por mí, para que pueda ser el Pastor que esa Iglesia desea y necesita.

                Me encomiendo, en esta nueva andadura de mi ministerio episcopal, a la Santísima Virgen de la Cabeza y a San Eufrasio, que me llevarán de su mano por esas queridas tierras jienenses.

                Con mi agradecimiento en el Señor. Os saluda y bendice.

 

 

 

X Ramón del Hoyo López

Obispo Electo de Jaén

 

D. RAMÓN DEL HOYO. A LA DIÓCESIS DE JAÉN

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Obispo Electo de Jaén

 

 

SALUDO DE MONSEÑOR RAMÓN DEL HOYO LÓPEZ

A LA DIÓCESIS DE JAÉN

 

                Desde la ciudad de Cuenca saludo con todo mi afecto en el Señor y por primera vez a todos los fieles de esa querida Iglesia de Jaén. A los sacerdotes y seminaristas, a los consagrados, asociaciones, hermandades, movimientos apostólicos… a cuantos colaboráis en la vida eclesial de esa querida diócesis. Quiero que llegue mi saludo, de forma muy especial, a las familias, niños, jóvenes, ancianos, enfermos y personas sin trabajo, en este momento.

                Me han informado muy favorablemente de vuestras raíces cristianas. Permitidme, desde ahora, injertar las mías en esa parcela de la Iglesia, para caminar juntos y dar frutos de verdad.

                Mi saludo también a las autoridades, instituciones, agentes sociales y políticos… Desde este momento ofrezco también mi cercanía y colaboración más sinceras.

                Desde la sencillez, trabajo y entrega de todo lo que Dios regaló a mi persona, que es muy poco, os ofrezco mi servicio como Pastor, para caminar juntos compartiendo fe, vida y amor, que brota desde nuestra unión en el misterio de Dios, Uno y Trino. No esperéis de mí otra cosa que un servidor del Evangelio, que cada día que amanece se pone en las manos del Señor, y al atardecer le da gracias.

                De Él serán los frutos y míos los fracasos. Saben que mi lema “In Nomine Tuo”, va en esa dirección: remar mar adentro y echar las red donde Él me indique.

                Pronto, si Dios quiere, estaré con vosotros para aprender y servir. Quiero escuchar y luego seguir el ejemplo de mis predecesores inmediatos, para tomar el relevo de seguir haciendo presente a Jesucristo hasta el último rincón de esa preciosa y extensa geografía de Jaén.

                Agradezco al Santo Padre y al Señor Nuncio en España la confianza que han puesto en mi persona para encomendarme tan importante e histórica Iglesia y estoy ya encomendándome a la Virgen María, Nuestra Señora de la Cabeza, de la que sois tan devotos, y a San Eufrasio, los patronos de esa querida Iglesia, así como al Santo Cristo que se venera en Cabra.

                Quedo a disposición del muy querido Administrador Diocesano y de todos vosotros hasta mi próxima toma de posesión.

 

Cuenca, 19 de mayo de 2005

 

 

 

 

 

 Ramón del Hoyo López

Obispo Electo de Jaén

 

ENTREVISTA AL CANCILLER SECRETARIO GENERAL DE LA DIÓCESIS DE BURGOS

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“ES UN HOMBRE  AL QUE LE GUSTA ESTAR ALLÍ DONDE LO REQUIEREN”

 

Entrevista a D. Ildefonso Asenjo Quintana, Canciller Secretario General de la Archidiócesis de Burgos.

 

Como sacerdote y Canciller-Secretario General de la curia burgalesa, conocerá bien al nuevo obispo de Jaén ¿Qué nos podría decir de D. Ramón del Hoyo?

 

Pienso que es un hombre muy bien preparado a todos los niveles; a nivel intelectual, por ejemplo, es un buen canonista. También en la Diócesis de Burgos ha tenido varios nombramientos: como sacerdote fue director de un centro de Cáritas, además de párroco en distintas iglesias; y antes de nombrarle obispo fue Vicario General. Es un hombre sencillo, al mismo tiempo que inteligente. Pienso que es querido por todos los feligreses de la Diócesis.

 

¿Qué cree que puede aportar a la Diócesis de Jaén?

 

Pienso que sobre todo la cercanía del Pastor; es un rasgo evidente de su personalidad. No es un hombre engolado, ni un hombre lejano, ni muchísimo menos. Es un hombre  al que le gusta estar allí donde lo requieren, tanto en las ciudades como en los pueblos, donde sea necesario. Siempre le he visto muy disponible para todo. Aquí tenía unos pueblos pequeños,  y cuando ha tenido que confirmar o realizar otra tarea siempre se ha hecho muy presente. Pienso que esa cercanía del Pastor la tendrá en la Diócesis de Jaén.

 

 

 

 

 

ENTREVISTA A D. RAFAEL HIGUERAS. ANTE EL NUEVO OBISPO DE JAÉN

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“ESTOY MUY CONTENTO DE SUS MANIFESTACIONES,  DE SU DISPONIBILIDAD”

 

Entrevista a D. Rafael Higueras, hasta ahora Administrador Diocesano de Jaén

 

¿Cómo ha recibido la Diócesis de Jaén la noticia de un nuevo Obispo?

 

Ahora mismo, usted puede oír de fondo el repicar de las campanas. He podido hablar con él esta mañana. También hemos recibido dos cartas suyas. Dos cartas entrañables, preciosas, una para los sacerdotes y otra para todos los fieles de la Diócesis. Cartas entrañables en las que manifiesta su deseo de servir al Evangelio, de ponerse a disposición de todos y de que viene queriéndonos como sus predilectos. Son las palabras que he tenido con él por teléfono. Estoy muy contento de sus manifestaciones,  de su disponibilidad y agrado.

 

Usted que ha estado al frente de la diócesis durante bastantes meses, ¿cuáles creen que son las prioridades que ha de afrontar el nuevo obispo de Jaén?

 

Para un obispo –diría- cada mañana que se levanta, no sé la lista de necesidades que se encuentra. Porque yo que me he podido asomar en estos diez meses -desde lejos-, porque era desde la administración diocesana, pienso “qué será para un obispo”, cuando para mí las cosas son así por la mañana, cada día que me levanto.

¿Cuáles serán las principales? Para un obispo la principal de todas es la de atención al clero. Él ahora mismo es Presidente de la Comisión Episcopal de misiones y la Iglesia es misionera o no es nada, pero quienes en primer lugar y principalmente tienen que estar transmitiendo el Evangelio y sirviendo al Evangelio son los sacerdotes. Su único oficio, hay tenemos los Hechos de los Apóstoles cuando dicen no podemos dejar la predicación para atender las mesas de las viudas y eligen a los diáconos. Por tanto, si todos tenemos la urgencia de predicar, los sacerdotes somos los primeros, el obispo es el primer sacerdote.

Quiero también decir que ha tenido el detalle de que su nombramiento se hiciera público hoy, día de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote. Es un detalle de su parte.

 

MONS. RAMÓN DEL HOYO SE DIRIGE A LOS SACERDOTES Y DIOCESANOS DE JAÉN

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Granada. 19/05/2005. D. Ramón del Hoyo, Obispo electo de Jaén desde esta mañana, ha dirigido un mensaje a todos los sacerdotes de la Diócesis. En la misiva anuncia que «he pensado y pedido durante estos días por vosotros ante Jesús Eucaristía (…). Puedo deciros que sois ya mis predilectos, mís íntimos, mi futuro apoyo para el ministerio episcopal que el Señor me ha encomendado en esa querida Iglesia de Jaén».

Asímismo, ha dirigido a toda la Diócesis de Jaén un saludo en el que expresa su disposición y deseo de servicio. «Os ofrezco mi servicio como Pastor, para caminar juntos compartiendo fe, vida y amor, que brota desde nuestra unión en el misterio de Dios, Uno y Trino. No espereis de mí otra cosa que un servidor del Evangelio, que cada día que amanece se pone en las manos del Señor, y al atardecer le da las gracias».

El texto íntegro de ambas cartas, al igual que la circular enviada por D. Rafael Higueras, se puede leer en esta misma página, en la sección de Noticias Especiales.

D. IGNACIO NOGUER. HOMILÍA DEL ROCÍO

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HOMILÍA DE MONS. IGNACIO NOGUER CARMONA, OBISPO DE HUELVA, EN LA MISA DE PENTECOSTÉS EN EL ROCÍO (2005)

 

Sacerdotes concelebrantes, Hermandad Matriz de Ntra. Sra. del Rocío, hermandades rocieras, autoridades, hermanos todos que un año más habéis acudido a esta marisma almonteña para congregaros en torno a la Virgen del Rocío en su fiesta de Pentecostés.

La Romería de este año está necesariamente marcada por los acontecimientos eclesiales que la han precedido. El pasado día 2 de abril moría el Papa Juan Pablo II. El día 19 del mismo mes, era elegido el Papa Benedicto XVI. Personas de toda clase y condición han glosado lo que para la Iglesia y para el mundo ha significado el pontificado de Juan Pablo II, al que el pueblo cristiano, con certero instinto, ha comenzado a distinguir ya con el apelativo de El Grande. El 14 de junio de 1993, el Papa Juan Pablo II se hacía presente en la Diócesis de Huelva para clausurar los actos conmemorativos del Quinto Centenario del Descubrimiento y Evangelización de América. Celebró la Eucaristía ante la imagen de la Virgen de la Cinta, patrona de la ciudad. Visitó los lugares colombinos: Palos de la Frontera, Moguer y el Monasterio de La Rábida, donde coronó canónicamente a la imagen de Santa María de la Rábida, Ntra. Señora de los Milagros. Y finalmente, como un romero más, caminó por estas arenas para dirigirse al santuario de la Virgen del Rocío y postrarse en oración a los pies de su venerada imagen. La oración del Papa fue larga, reposada, e inmenso el sorprendente silencio que, espontáneamente, la rodeó. Papa y pueblo rociero nos recordaban conjuntamente, con ese solo hecho, algo que no debiéramos olvidar nunca: el valor de la oración, la importancia para nuestra vida cristiana de la contemplación silenciosa, esa contemplación que nos enseña María, la Madre de Jesús, que escuchaba la palabra de Dios y la meditaba en su corazón. Sí, hermanos, todos nosotros, aturdidos por tanto ruido, tanto tumulto, tantas voces de nuestra ruidosa y agitada vida moderna, necesitamos hacer de este Santuario del Rocío un lugar de silencio, imagen del silencio de Nazaret, que haga posible el recogimiento y la interioridad, la meditación, la vida interior intensa, la oración personal que sólo Dios ve y sin la cual la vida cristiana degenera fatalmente en superficial rutina. Juan Pablo II nos invitaba, por ello, a hacer de este lugar del Rocío una verdadera escuela de vida cristiana, en la que, bajo la protección maternal de María, la fe crezca y se fortaleza con la escucha de la palabra de Dios, con la oración perseverante, con la recepción frecuente de los sacramentos, especialmente de la Penitencia y de la Eucaristía.

Pero el Papa nos dejaba también una enseñanza profunda acerca de la religiosidad popular. Surge ésta como fruto del arraigo de la fe cristiana en un pueblo y da lugar a expresiones folclóricas, como ocurre en nuestro caso, de gran belleza natural y plástica. Pero no hay que engañarse. No podemos cerrar los ojos -nos recordaba el Papa- ante el peligro de desligar la manifestación de religiosidad popular de las raíces evangélicas de la fe, reduciéndola a mera expresión folclórica o costumbrista, lo que sería tanto como traicionar su verdadera esencia. No era un peligro imaginario lo que con esta palabras denunciaba el Papa, sino un riesgo real, en el que están empeñados no pocos intereses. Hacer del Rocío una simple manifestación folclórica equivale a reducirlo a una cáscara vacía, a un espectáculo de interés turístico carente de autenticidad. Porque ésta, la autenticidad rociera, está en las raíces de fe cristiana, en el amor a María, -y, por ella, a Cristo- que nuestros mayores llevaron en el fondo de sus corazones. Sí, corremos el riesgo de que El Rocío, como tantas otras manifestaciones de la religiosidad popular sean secuestradas, ante la inhibición y la cobardía de nosotros los cristianos, y puestas al servicio de los intereses que nada tienen que ver con la fe cristiana ni con la auténtica devoción a la Madre del Señor. Quiero, por ello, hacerme eco de las palabras de Juan Pablo II invitando a todas las hermandades rocieras a perseverar tenazmente en el empeño de dar renovada vitalidad a los valores evangélicos que constituyen la esencia de la devoción rociera, valores que deben inspirar nuestro comportamiento y actuación en todos los ámbitos de la vida.

Dad testimonio de los valores cristianos en la sociedad andaluza y española. Estas palabras de Juan Pablo II en El Rocío tienen hoy redoblada vigencia. La sociedad española vive hoy bajo un laicismo avasallante que amenaza con sofocar la fe cristiana arrinconándola en la más estricta privacidad y sustrayéndole toda la influencia en la vida social y pública. Basta observar los medios de comunicación para convencerse de ello: no se encontrará un valor cristiano que no sea objeto de ridiculización o de hostilidad manifiesta. La tentación del repliegue y de la inhibición se enseñorea del corazón de los cristianos y los lleva a una verdadera parálisis apostólica que los incapacita para navegar contra corriente. Nuestra situación es muy parecida a la de los apóstoles reunidos en el cenáculo en día de Pentecostés. Ellos estaban allí cohibidos, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Pero sobre ellos vino, por la maternal intercesión de María, el Espíritu Santo, el Santo Soplo, el Aliento de Jesús, que les dio fuerza para ser testigos de Cristo en Jerusalén, en toda Judea y Samaría, y hasta el último confín de la tierra. El Espíritu de Jesús, aquel rocío del Espíritu Santo, transformó el miedo paralizante de los discípulos en audacia apostólica, los hizo sal de la tierra y luz del mundo.

«No tengáis miedo… abrid de para en par las puertas a Cristo». Con estas palabras comenzaba Juan Pablo II su ministerio de pastor de la Iglesia universal. Con esas mismas palabras, dirigidas especialmente a los jóvenes, terminaba el nuevo Papa Benedicto XVI su homilía en la Misa de inauguración de su pontificado: «¡No tengáis miedo de Cristo!» Él no quita nada y lo da todo. Quien se da a Él recibe el ciento por uno. Sí, abrid las puertas a Cristo y encontraréis la verdadera vida. Sí, abrid las puertas a Cristo, abrid a su Evangelio y a su Espíritu las puertas de vuestras hermandades y de los corazones de todos. Si de verdad lo hacemos así, Él, el Espíritu de la Verdad, nos librará de nuestros complejos e inhibiciones, nos dará, como a los primeros discípulos, la vitalidad necesaria para ser apóstoles del Evangelio en un mundo, como el nuestro, ampliamente descristianizado.

Como los apóstoles el día de Pentecostés, también nosotros estamos aquí reunidos en torno a María, la Madre de Jesús, implorando la venida del Espíritu. Que Ella, la Virgen del Rocío, nos enseñe a ser dóciles al Espíritu del Señor, fuente de vida interior, de santificación personal y energía que transforma y capacita para el apostolado en el mundo, escenario en el que estamos llamado a trabajar para la implantación del reinado de Dios entre los hombres.

 

Ignacio Noguer Carmona

Obispo de Huelva

 

CÓRDOBA: PRESIDENTE DEL CABILDO DE LA CATEDRAL

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Según informa la Delegación de Medios de comunicación Social de la Diócesis de Córdoba, siguiendo la aplicación de los nuevos Estatutos del Cabildo Catedral que entraban en vigor el pasado10 de mayo, día de San Juan de Ávila, tuvo lugar una sesión extraordinaria del Cabildo donde los capitulares eligieron como presidente del mismo a D. Juan Moreno Gutiérrez. Dicha elección fue confirmada por D. Juan José Asenjo Pelegrina, Obispo de Córdoba.

GRANADA: MEDALLAS DE ORO DE LA CRUZ ROJA

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Proyecto Hombre Granada y la Orden Hospitalaria San Juan de Dios recibieron sendas Medallas de Oro de la Cruz Roja en un acto celebrado en la sede del Rectorado de la Universidad de Granada. Por parte de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, recibió la Medalla el Hno. José Ramón Pérez, Superior Provincial, acompañado de los Hermanos Miguel Martín y Felipe Guerrero, Superiores de Granada. La distinción al Proyecto Hombre la recogió el Director Provincial del Proyecto Hombre, D. José María Tortosa Alarcón.

 

Además de la Reina Doña Sofía, el acto contó con la participación del Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, D. José Caldera, el Rector de la Universidad de Granada, D. David Aguilar Peña, el Alcalde de Granada, D. José Torres Hurtado, el Secretario General de Cruz Roja Española, D. Leopoldo Pérez, el Presidente de Cruz Roja Española, D. Juan Manuel Suárez del Toro. También estuvieron presentes numerosas autoridades civiles.

 

El acto se inició con un discurso pronunciado por el rector de la Universidad de Granada, D. David Peña Aguilar, en el que habló de la labor que están realizado las condecoradas instituciones granadinas en un momento en el que “las culturas, razas, naciones se entrelazan en un destino compartido”.

 

Acto seguido tuvo lugar la entrega de medallas.

 

El Presidente de la Cruz Roja Española, D. Juan Manuel Suárez del Toro, y el Ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, D. Jesús Caldera, fueron los siguientes en tomar la palabra. En su intervención D. Juan Manuel destacó el hecho de que diariamente mueren tantas personas por consecuencia del hambre como todos los muertos a causa del Tsunami por lo que es necesario seguir trabajando por un mundo más igualitario y justo.

 

Por su parte, el Ministro de Trabajo recordó que España ha pasado de ser un país de emigración a ser un país de acogida y señaló que en los últimos seis años se ha quintuplicado la población de inmigrantes, muchos de ellos obligados a renunciar al derecho de vivir donde nacieron para huir de la pobreza.


La Reina Doña Sofía fue la última en tomar la palabra. Durante su intervención tuvo unas palabras para los estudiantes de la Universidad a los que instó a adoptar “el compromiso ético y solidario de defensa de los derechos humanos” ya que como jóvenes “con alta formación y amplitud de miras, podéis ayudar a reforzar y hacer vivo cada día este reto, en beneficio de nuestra sociedad y de los más desfavorecidos de la misma”.

 

Además de Proyecto Hombre y la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios también fueron premiados personas e instituciones como: Fundación Vodafone, Cepaim, Emilio Butragueño, Cruz Roja de Sri Lanka e Indonesa

 

HUELVA: BENDICIÓN DE LA IGLESIA UNIVERSITARIA

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La Oficina de Prensa del Obispado de Huelva hizo pública el 12 de mayo una nota a través de la cual anuncia la bendición de la Iglesia Universitaria el miércoles 18 de mayo.

 

Gracias al trabajo del S.A.R.U.H. que dirige Don Eduardo  Martín Clemens y a la generosa colaboración del Rector Magnífico de la Universidad, Don Antonio Ramírez de Vergel, el  próximo miércoles, 18 de mayo, la Iglesia Universitaria, bajo el título de SEDES SAPIENTIAE (Trono de la Sabiduría) será solemnemente bendecida e inaugurada, a las 12:00 h., con una Eucaristía que presidirá el Obispo de Huelva, Don Ignacio Noguer Carmona

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