El tema de la ideología de género tiene mucha actualidad y mucho interés sobre todo para los jóvenes… 

Ya lo creo que sí, porque tiene que ver en definitiva con lo que somos, con lo que amamos, con lo que hacemos. Como justo dijo el Papa Francisco hace un año en Lisboa, en este asunto se dirime la relación que existe entre antropología, economía y política.

¿Qué consejo le da a los jóvenes para que puedan defender la propuesta cristiana frente a los intentos de imposición de la ideología de género? 

Hay diversos niveles. Por una parte, está el esfuerzo que hemos de hacer de escucha: ¿que es lo que se quiere decir con muchas de las propuestas que se nos hacen?; y, por otras, ser conscientes cuando surgen los estudios de género y las diversas ideologías de género, de la importancia de lo cultural, hasta el punto de que para algunos la cultura desborda o asume la naturaleza y todo es género y nada es sexo. También ahí es importante reivindicar la importancia también de una propuesta cultural, de un ambiente de relaciones y de propuesta en el que sea posible un coloquio entre las tres cosas que están en juego, que es el sexo, que es la cultura y que es la libertad. Yo creo que es un tiempo para reivindicar la libertad porque una de las características de las ideologías, además de que reducen la mirada sobre lo real, es que tienden a ser totalitarias. Por una parte se defiende que todo es fluido, que todo es cambiable, que cada uno puede hacer lo que quiera; pero luego se defienden las llamadas terapias afirmativas. Una vez que alguien dice: “me sitúo aquí” en esta corriente del fluido queer, pues ya no se puede hacer nada, y todo lo que suponga entrar en diálogo con eso es considerado como odio o como terapia de conversión, por decirlo así, cuando quizás estamos sometidos a todo esto. Por eso yo aconsejo, vuelvo a la pregunta, primero escuchar porque también es cierto que las cosas no surgen por casualidad; segundo, promover una cultura; y por último, antes que pensar en los combates, yo creo que es importante vivir y ofrecer lo que se vive en medio de las relaciones ordinarias desde una intuición: que la propuesta de la antropología cristiana sobre la sexualidad es bella, es apasionante y tiene capacidad para tocar el corazón humano. Hay que vivirla y ofrecerla. 

¿Cree que, a veces, los creyentes tenemos complejo de inferioridad pensando que la antropología cristiana resta, cuando es todo lo contrario?

Exactamente. La sexualidad cristiana tiene la capacidad de construir morada, de hacer ambiente, de establecer relaciones y de generar pueblo. Y eso es algo yo creo que muy importante en esta hora. Además de una cuestión, que por obvia a veces no la decimos, pero es que la sexualidad está relacionada con la transmisión de la vida y, en este momento de invierno demográfico, de envejecimiento de las sociedades, es muy importante promover con valentía esta propuesta de sexualidad. Una propuesta por supuesto vinculada al amor, vinculada a la comunión entre las personas, pero también vinculada a su razón de ser biológica, natural, creacional en el designio de Dios, que es la transmisión de la vida, que es la colaboración con el Dios creador. 

Encuentros de jóvenes como este de Pastoral Universitaria de Toledo son importantes porque nadar a contracorriente es más fácil cuando uno se siente acompañado…

Sí, es muy importante poder encontrarse, generar un ambiente, reflexionar sobre cosas que están en la plaza pública, poder escucharse unos a otros, escuchar las propuestas que hacen quienes ofrecen sus reflexiones. Desde ahí, desde este ambiente que se generan en encuentros como este, se puede abordar mejor la vida ordinaria en el mundo universitario y en distintos ambientes y poderlo hacer desde la referencia de que he vivido algo valioso que me da fuerza para poder también intentar vivirlo cuando estoy en ambientes más contracorrientes. 

¿Un consejo rápido para un verano cristiano? 

Pues no dejar de ser cristiano. 

El domingo 11 de agosto se celebra la Jornada Pro Templos, un día que, según el delegado de Asuntos Económicos, Rafael Carmona, «tiene como finalidad crear conciencia comunitaria de la importancia de nuestras iglesias y ermitas para ayudar económicamente a su restauración o a la construcción de nuevos templos, también muy necesarios».

Cada mes de agosto, la Iglesia recuerda a malagueños y visitantes la importancia de tomar conciencia de la necesidad de sostener entre todos el patrimonio eclesial. Como señala el responsable de la administración diocesana, «la misión de la Iglesia es la de evangelizar, dar a conocer y ayudar a vivir según el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo. Pero, también, la comunidad cristiana tiene la finalidad de ayudar a llevar adelante las tareas pastorales, sobre todo al servicio de los más pobres, y a cubrir las necesidades más urgentes, desde la comunicación cristiana de bienes. Con este motivo, se nos invita a compartir, en esta jornada, con otras parroquias hermanas, con generosidad y con un profundo sentido eclesial».

Además de la emblemática Catedral, están en proceso o pendientes de obra la ermita de la Cala del Moral, templos en Cuevas del Becerro, Melilla y Caleta de Vélez o, ya en la capital, la fachada de Santo Domingo y la iglesia del Sagrario, entre otras. «El objetivo de esta campaña -según Carmona, que destaca y agradece la solidaridad de los malagueños en cada Jornada Pro Templos– es recaudar fondos con los que rehabilitar estas iglesias, algunas de las cuales no se pueden acoger a otro tipo de ayuda y subvenciones. Así, la solidaridad se convierte en unidad para construir, posibilitando el mantenimiento del rico patrimonio diocesano». La colecta que se recoja este domingo en todas las parroquias malagueñas irá destinada a cubrir esta partida presupuestaria tan importante para el sostenimiento de la Iglesia. También se pueden realizar donativos a través de la plataforma donoamiiglesia.es o por BIZUM, en el número: 38339.

Algunas de las intervenciones más importantes:

IGLESIA DE SAN JUAN BAUTISTA EN CUEVAS BAJAS. Presupuesto: 77.860€

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Con los trabajos efectuados se ha devuelto a esta Iglesia su imagen estética primitiva, que mantuvo hasta mediados del siglo XX. La intervención ha consistido en la eliminación del peto añadido en la cubierta y la limpieza de la fachada mediante la proyección de silicato de aluminio, restituyendo juntas con morteros de cal e hidrofugación final con siloxanos, devolviendo su policromía y aspecto original.

Se ha recuperado la portada de piedra arenisca, eliminando un mármol que la cubría de factura reciente, así como su puerta de madera.

IGLESIA DE NTRA. SRA DE LOS REMEDIOS EN ARDALES. Presupuesto: 133.650€

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Con esta puesta en valor se le ha devuelto a este inmueble su aspecto original, que mantuvo hasta el siglo XIX. En la fachada principal, se han llevado a cabo una serie de tratamientos como eliminación de elementos añadidos ajenos al inmueble, eliminación de la capa de pintura plástica, restitución de morteros y juntas, así como aplicación de un producto final hidrófugo.

Por otra parte, en la fachada sur, se ha procedido, entre otros, a eliminar los morteros inadecuados y en mal estado, a sustituir los cargaderos de madera deteriorados y los vierteaguas de ladrillo, a restituir los morteros y canalones, así como a aplicar pintura y ejecutar un zócalo inferior de drenaje.

ERMITA DE NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN DE LA CALA DEL MORAL. Presupuesto: 270.000€

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Las actuaciones de rehabilitación pretenden devolver la imagen original antes de las actuaciones realizadas en 1975 que alteraron mucho su aspecto. Con la construcción de la nueva parroquia de La Cala, en 1990, el edificio entró en decadencia hasta que tuvo que ser clausurado. Se trata de recuperar ahora uno de los edificios con más valor histórico de la Cala del Moral, pues su construcción data de 1860.

IGLESIA DE NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN DE CALETA DE VÉLEZ. Presupuesto: 243.000 €

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La intervención consiste en preservar la estructura de madera, mejorar el aislamiento térmico y la estanqueidad de la cubierta.

«¿Qué importancia atribuye la Santa Sede a la Agenda 2030?», se ha preguntado Mons. Auza, nuncio del papa en España, durante su intervención. Y ha explicado que «a lo largo de las negociaciones, la Santa sede presentó puntualmente sus posturas, como todas las delegaciones, sus rechazos, sus dudas, sus sugerencias, así como sus notas de reserva en el momento de su adopción. El documento más importante al respecto es la nota de la Santa Sede que yo mismo personalmente presenté el 25 de septiembre de 2016, primer aniversario de la adopción de la agenda. Todas estas reservas están ahí, son 26 páginas». Y es que el obispo filipino, antes de ser enviado a la nunciatura española, fue observador permanente de la Santa Sede ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York y ante la Organización de los Estados Americanos (OEA). Por lo tanto, conoce de primera mano cómo fueron esas negociaciones y en qué aspectos las propuestas de la ONU no podían ser aceptadas en su totalidad.

«La Santa Sede, continuó Auza, creía y sigue creyendo en las buenas intenciones objetivamente loables que están detrás de los esfuerzos de la comunidad internacional para adoptar una agenda de futuro como respuesta a los desafíos mas urgentes que afectan a la humanidad. La Santa Sede no podía desentenderse de los problemas enormes de pobreza, de hambruna, de guerra y violencia, de desigualdades entre mujeres y hombres y entre países y sociedades que son cuestiones tratadas en la Agenda 2030 y de las que también se ocupa la Doctrina Social de la Iglesia». 

Entre las reservas que explicó, destacó las relacionadas con el uso de términos como el de «salud sexual y reproductiva», que esconden, en realidad, una apuesta por el aborto como señala en el siguiente vídeo: 

Asimismo, denunció en línea con el Santo Padre, el peligro de la «colonización ideológica»: «frente a la colonización de los siglos pasados, colonización sobre todo territorial, de pueblos, tenemos ahora la colonización ideológica. ¿Qué es esto? Es el peligro de las interpretaciones de los objetivos por parte de cada país, de cada político, de cada institución. Si para mí el término de salud y derechos reproductivos y sexuales, incluye el aborto. Entonces, voy a aplicarlo». En este sentido, denunció que los países ricos vinculan sus donativos a la adopción de estas interpretaciones ideológicas: «¿Por qué se ayuda a los países pobres según las prioridades políticas del donante, no según las necesidades del país receptor? Por ejemplo, la Unión Europea dice: «ustedes son pobres porque son demasiados. Entonces, hay que controlar la población y voy a poner mi dinero, todo mi dinero, en el control de la población. Esta ya es una colonización ideológica porque los proyectos deberían ser aprobados según las prioridades del país pobre, del país ayudado. Pero ellos no tienen absolutamente ninguna posibilidad de definir su prioridad. Quien tiene el dinero, decide. Y esto es absolutamente contrario a los principios fundamentales en el espíritu de las Naciones Unidas». 

Asimismo, el nuncio explicó las incongruencias del documento de la ONU que adopta los planteamientos de la ideología de género y «mientras que en unos puntos habla de género fluido, en otros, como en el de la violencia contra la mujer, diferencia claramente entre sexos biológicos».

Entre los ponentes, profesores del ámbito de la Filosofía, la Medicina, el Derecho, destacando la presencia del nuncio del Papa en España, Mons. Bernardito Auza; del presidente de la Conferencia Episcopal Española, Mons. Luis Argüello; o del arzobispo de Toledo y primado de España, Mons. Francisco Cerro. Asimismo, intervendrá el director del Departamento de Pastoral Universitaria de la Diócesis de Málaga y vicerrector de Infraestructuras y Sostenibilidad de la UMA, Salvador Merino.

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El sacerdote David Sánchez es el director de la Pastoral Universitaria de Toledo y explica que la elección del tema formativo de esta edición responde a que «es un tema de candente actualidad, al cual los alumnos se están enfrentando continuamente en las aulas. A veces es un bombardeo masivo por todos los ámbitos y tienen que saber dar una respuesta actual desde lo que es la concepción del ser humano y de la verdad». Con este encuentro, que se organiza en colaboración con la Universidad de Castilla la Mancha,  los jóvenes obtienen un crédito para sus estudios y a la vez, señala Sánchez, «generaramos un espacio de convivencia entre los universitarios y los profesores que participan en él al tiempo que aprovechamos para disponer de unos días de descanso y ocio porque están de vacaciones».

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El arzobispo de la diócesis organizadora, D. Francisco Cerro, participó el martes 6 de agosto en el encuentro que calificó de éxito por el número de participantes: «Málaga siempre es una buena excusa para venir y para estar aquí –señaló–. Han sido muy adecuados tanto el lugar, como el tema elegido, así como los ponentes que lo están tratando con bastante profundidad, pero también con bastante equilibrio y serenidad».

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Una de las ponencias más esperadas fue la del nuncio apostólico en España, Mons. Bernardito Auza, que ofreció su punto de vista sobre la ideología de género desde la particular perspectiva que le da haber sido observador permanente de la Santa Sede ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York y ante la Organización de los Estados Americanos (OEA) de 2014 a 2019. En su intervención, el representante del Papa explicó las reservas de la Iglesia ante ciertos aspectos de la agenda 2030 así como qué quiere decir el Papa cuando se refiere a la colonización ideológica.

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Mons. Jesús Catalá, obispo de la Diócesis anfitriona, calificó la ponencia como «muy interesante, porque nos ha ayudado a distinguir lo que son los objetivos teóricos de las naciones, los intereses que hay detrás, y después la realización práctica de esos objetivos. Yo creo que la conferencia ha ayudado mucho a determinar y delimitar los términos y a clarificar las grandes cuestiones que la ONU tiene planteadas». 

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Tras la jornada formativa del martes por la mañana, el nuncio presidió la Eucaristía, en la fiesta de la Transfiguración del Señor en la capilla de la Casa Diocesana. La Santa Misa fue concelebrada por Mons. Catalá y Mons. Cerro.