El Obispado de Málaga manifiesta su apoyo a la mujer, que es víctima de la violencia en el ámbito doméstico. Rechazamos una forma tan mezquina de violencia, que de forma dolorosa y cruel atenta contra la dignidad de la persona y daña a la familia.
La violencia contra el ser humano constituye un problema social ante el que ninguna institución, colectivo o ciudadano debe permanecer indiferente. Nadie debe hacer oídos sordos a la realidad del maltrato. Todos debemos colaborar en la extinción de esta lacra.
La Diócesis de Málaga, sensible a esta situación, ofrece su ayuda a través de sus servicios socio-caritativos a las víctimas del maltrato. Enviamos un mensaje especial de afecto a los familiares de las cinco mujeres que han sido asesinadas este año en la provincia de Málaga, así como a las mujeres que en la actualidad siguen sufriendo violencia. Están presentes en nuestra oración.