Domingo de Ramos. Reflexiones en la Estación de Penitencia de Hermandades y Cofradías

Las palabras de Mons. Martínez y oración con los fieles y hermanos cofrades momentos antes de que las Hermandades hagan su Estación de Penitencia en la Catedral.

«Señor, que tu Eucaristía nos recuerde que la ley de nuestra vida es el amor»

Cofradía de la Santa Cena Sacramental y María Santísima de la Victoria, en su Estación de Penitencia en la S.I Catedral en el Domingo de Ramos.

El primer acontecimiento de la Semana Santa, de la primera Semana Santa, de la gran Semana Santa que inauguró todas las demás, fue, precisamente, la Cena, donde el Señor, mediante dos gestos, inauguró, por un lado, la vida de la Iglesia, y por otro lado, la Ley de esa Iglesia. La Ley de esa Iglesia, lo leíamos en la Pasión hoy, es que, al contrario del mundo, el que quiera ser el primero entre vosotros se haga el servidor de todos. Y el Señor cogió una toalla para hacer oficio de esclavo y en esa misma Cena lavó los pies de sus discípulos, como hacían los esclavos, en cualquier cena que se montara en aquella época. Jesús quiso mostrarnos así qué es lo que tenemos que hacer unos con otros: el que quiera ser el primero que se haga el último; el que quiera ser el más grande que se haga el siervo de los demás.

Señor, que tu Eucaristía en la que esa Cena se renueva todos los días, nos recuerde siempre que la ley de nuestra vida, la ley de vida del Pueblo cristiano es el amor.

Padrenuestro que estás en el Cielo,

santificado sea tu nombre.

Venga a nosotros tu Reino.

Hágase tu Voluntad,

en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día.

Perdona nuestras ofensas,

como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden

No nos dejes caer en la tentación

y líbranos del mal.

Amén

+ Javier Martínez
Arzobispo de Granada

Domingo de Ramos, 20 de marzo de 2016
Plaza de las Pasiegas


«Que ninguno contribuyamos jamás a despojar a nadie de lo que le pertenece»

Jesús Despojado de sus Vestiduras, María Santísima del Dulce Nombre y San juan Evangelista.

Millones, millones y millones son despojadas cada día, a veces de bienes que legítimamente les corresponden; otras veces de su honra, de su fama, de su buena fama; otras veces, de su dignidad, pisoteadas. Dios mío, y eso sucede a gran escala, en grandes niveles del mundo, y sucede también en pequeña escala, entre las familias, a veces entre hermanos.

Señor, al verte venir por nuestras calles hoy, te pedimos que ninguno de nosotros contribuyamos jamás a despojar a nadie de lo que le pertenece y que si lo hemos hecho alguna vez, Tú perdones nuestro mal y cambies nuestro corazón.

Padrenuestro que estás en el Cielo,

santificado sea tu nombre.

Venga a nosotros tu Reino.

Hágase tu Voluntad,

en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día.

Perdona nuestras ofensas,

como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden

No nos dejes caer en la tentación

y líbranos del mal.

Amén

+ Javier Martínez
Arzobispo de Granada

Domingo de Ramos, 20 de marzo de 2016
Plaza de las Pasiegas


Vivir sin cautividades y en la libertad gloriosa de los hijos de Dios

Hermandad Sacramental de S. Francisco de Asís y Sta. Clara y Real Cofradía de Penitencia de Nuestro Padre Jesús Cautivo y María Santísima de la Encarnación.

Además de daros la enhorabuena porque habéis podido salir y realizar toda vuestra Estación de Penitencia, por lo menos hasta llegar hasta aquí, y yo creo que por el panorama la terminaréis igual de bien, vamos a pedirLe al Señor juntos, los que estamos aquí, por todas las cautividades que tenemos y que se tienen sin necesidad de estar en la cárcel. Hay cautivos del alcohol, hay cautivos de la droga, hay cautivos del sexo y de la pornografía, hay cautivos del dinero y de la avaricia, y son esclavitudes algunas de ellas terribles, que hacen sufrir muchísimo a las personas que las padecen.

Vamos a pedir por todos ellos. Vamos a pedir que la Presencia del Señor en nuestras vidas nos abra a la vida bella y hermosa para la que el Señor nos ha creado; que Él nos ayude a sacudir nuestras cautividades; que Él nos ayude a vivir en la libertad gloriosa de los hijos de Dios. Todos juntos.

Padrenuestro que estás en el Cielo,

santificado sea tu nombre.

Venga a nosotros tu Reino.

Hágase tu Voluntad,

en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día.

Perdona nuestras ofensas,

como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden.

No nos dejes caer en la tentación

y líbranos del mal.

Amén

+ Javier Martínez
Arzobispo de Granada

Domingo de Ramos, 20 de marzo de 2016
Plaza de las Pasiegas

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