Tras un periodo intenso de trabajo, la parroquia de san Miguel ha recuperado este lugar histórico de la ciudad.
Situada en la pintoresca calle del mismo nombre, rindiendo homenaje a uno de los primeros mártires de Córdoba de época romana, la ermita de San Zoilo será bendecida por el Obispo y volverá a abrirse al culto, el viernes 13 de noviembre. Coincidiendo con la Visita pastoral a la parroquia de san Miguel, el prelado presidirá una misa en ella a las 19:30 horas, acompañado del Vicario General y párroco de san Miguel, Francisco J. Orozco.
Posteriormente la ermita estará abierta al público, estando prevista la organización de visitas y actividades destinadas a dar a conocer su historia.
Su historia
Esta preciosa construcción se asienta sobre una antigua casa, venerada desde antiguo como el lugar donde San Zoilo recibió el martirio, y en la que se encuentra el pozo donde la tradición asegura que fueron arrojados sus riñones.
La construcción se sitúa hacia finales del siglo XVII, aunque se edifica sobre la antigua casa, que algunos remontan a época romana, como el pozo. El altar se erige en 1718, teniendo aquí sede la Cofradía de San Zoilo, hoy desaparecida. Su elegante portada indica el año 1740 como fecha de una importante reforma. Una espadaña corona la imagen pétrea del mártir en la fachada, y el relieve que testifica la historia del pozo.
En la actualidad, se ha recuperado espacios del que apenas quedaban memoria. Por ejemplo, vuelven a su lugar de origen dos tallas policromadas del siglo XVI que estuvieron en este lugar. Se trata de San Zoilo y Santa Bárbara, que tras ser expuestas muchos años en el Museo Diocesano, ahora permanecerán en su ermita. Y además, se ha unido la incorporación de un pequeño espacio interpretativo de la historia de este recinto, completado con un recoleto patio cordobés, a disfrutar por los visitantes.