Numerosos grupos de niños y jóvenes de distintas parroquias de la Archidiócesis visitaron el pasado viernes 6 el Seminario Menor en su Jornada de Puertas Abiertas. Entre ellos, procedentes de San Juan de Aznalfarache, Alcalá de Guadaíra, Camas o La Puebla de Cazalla. En total, unas 300 personas que tuvieron la oportunidad de conocer las principales estancias del Seminario, que fueron mostradas por los propios seminaristas.
A las siete de la tarde comenzó un festival vocacional, en el que se representó la obra de teatro ‘Diez monaguillos muy pillos’, preparada por la Escuela de Monaguillos. Aunque tuvo algunos fallos técnicos, fue preparada con mucha ilusión por los pequeños actores. Al finalizar la obra se rifaron distintos objetos donados por los equipos de fútbol Sevilla y Betis, firmados por los jugadores: camisetas, balones y banderines.
A las ocho de la tarde comenzó la vigilia de oración por las vocaciones, que estuvo presidida por el rector del Seminario, Antero Pascual. Consistió en una liturgia de la Palabra en la que el seminarista Miguel Prieto compartió el testimonio de su llamada al sacerdocio, acompañado por su madre, Pilar Cantero, que contó emocionada cómo ha vivido el proceso vocacional de su hijo: “Puedo decir que mi hijo está donde tiene que estar. No sé lo que le deparará el futuro. Eso sólo Dios lo sabe. Lo que sí tengo claro es que hoy en día nuestro hijo es plenamente feliz”. Al finalizar hubo un tiempo de exposición del Santísimo, durante el cual reinó el silencio y el respeto, a pesar del frío que empezó a hacer presencia. Para concluir hubo un ágape fraterno en el jardín del Seminario.
