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D. ANTONIO DORADO. CÓMO PODEMOS AYUDAR AL SANTO PADRE

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CÓMO PODEMOS AYUDAR AL SANTO PADRE

 

El Papa sólo podrá desarrollar su tarea con la colaboración de todo el Pueblo de Dios.

2005-06-26

Se acaban de cumplir dos meses de la elección de Benedicto XVI para ocupar la Cátedra de San Pedro. A pesar de que se oyeron voces que pretendían descalificar a la persona designada, mediante su bondad, su sencillez y su inteligencia, el nuevo Papa se ha ido ganando el corazón del Pueblo de Dios. Por mi parte, no pretendo enjuiciar sus primeras actuaciones, porque no es mi cometido como Obispo y, además, es pronto para ver los resultados de su trabajo. Sin embargo, en vísperas de la fiesta de San Pedro, primer Papa de la historia, considero oportuno ofrecer algunas reflexiones.

En primer lugar, os recuerdo, como dije en su día, que una forma de manifestar nuestro afecto y nuestro apoyo al Santo Padre consiste en intensificar nuestra vida de fe y nuestro compromiso evangelizador. Los católicos sabemos que, por encima de las decisiones de los cardenales que lo eligieron, está la presencia del Espíritu Santo que los llevó a tomar su decisión

Y eso significa que Benedicto XVI es el hombre que Dios ha designado para ser signo visible de la unidad de la Iglesia, para confirmarnos en la fe y para alentar las misiones evangelizadoras del Pueblo de Dios, en estos momentos tan interesantes y difíciles. Pero el Papa sólo podrá desarrollar dicha tarea con la colaboración de todo el Pueblo de Dios, pues como dice San Pablo, la Iglesia es el Cuerpo Místico de Jesucristo y para que camine y dé frutos abundantes, necesita que todos los miembros nos mantengamos activos y que cada uno de nosotros cumplamos con el cometido que se nos ha encomendado, de acuerdo con los dones recibidos.

En segundo lugar, tenemos que materializar nuestro afecto. Por supuesto que la mejor forma de hacerlo es orar por el Papa cada día, para que el Señor lo sostenga y le dé la fortaleza necesaria. Esta oración, cuando es sincera, no sólo enriquece y beneficia, por caminos que desconocemos, al Santo Padre, sino que repercute también sobre cada uno de los que la realizamos, pues mientras suplicamos a Dios que lo guíe y lo ilumine, oímos en lo profundo del alma una voz que nos invita a contribuir a este deseo por medio de nuestra vida evangélica.

 Ésa es la fuerza transformadora de la oración, que repercute eficazmente también sobre la persona que la practica. Además de la oración, la Iglesia nos ofrece otra manera de materializar el afecto al Papa: aportando algún dinero a la colecta que se realiza hoy domingo, y que lleva el curioso nombre del «óbolo de san Pedro». Es una costumbre que surgió en Inglaterra, en el siglo VIII, y que se ha convertido en la manera habitual en que los católicos de todo el mundo ayudamos al sucesor de Pedro. Aunque sea un testimonio modesto de cercanía y afecto hacia quien ha puesto su vida al servicio de todos, estos recursos le permiten a él disponer de fondos para atender a las necesedades de la Iglesia universal. Espero de todos y cada uno que contribuyamos con generosidad y con alegría. Son tres formas concretas, al alcance de todos, de expresar nuestros mejores sentimientos a su santidad Benedicto XVI, en la fiesta de San Pedro, primer Papa de la historia. Porque los aplausos y las hermosas palabras, cuando no están respaldadas por las obras y por el compromiso personal de cada uno, terminan en una especie de culto vacío más folclórico que evangélico, y lo que la comunidad cristiana necesita hoy con más urgencia es el lenguaje expresivo de los hechos.

 

+ Antonio Dorado,
Obispo de Málaga

 

V CENTENARIO DE LA UNIVERSIDAD DE SEVILLA

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SEVILLA. 21/06/05.- La Universidad de Sevilla celebra este año el quinto centenario de su fundación. Gracias a la bula del Papa Julio II, en 1505, el arcediano de la Catedral de Sevilla, Maese Rodrigo de Santaella, erigió el Colegio-Universidad de Santa María de Jesús, en la capital hispalense. Quinientos años después, la Hispalense celebra esta efeméride con un completo programa de actividades elaborado por una comisión que dirige el catedrático de Derecho Internacional, Juan Antonio Carrillo Salcedo.

El próximo viernes día 24, a las 20:00 h., tendrá lugar en la Catedral de Sevilla una misa de acción de gracias que presidirá el cardenal Amigo Vallejo, y que será concelebrada por diversos obispos y sacerdotes vinculados en su día con la Universidad de Sevilla en general, y el Servicio de Asistencia Religiosa (SARUS) en particular.

Está prevista también la participación del Coro de la Universidad, dirigido por José Carlos Carmona, que interpretará la Misa de la Coronación, de W. A. Mozart.

Para esta ocasión se trasladará esa misma mañana (en torno a las 7:30 h.) a la Catedral la imagen del Cristo de la Buena Muerte, titular de la Hermandad de los Estudiantes, radicada en la Capilla Universitaria. Una vez concluida la misa, la imagen del crucificado de Juan de Mesa retornará al recinto universitario.

Para más información: D. José Mazuelos (SARUS), Tfno: 954 551 144

D. ANTONIO CEBALLOS. EL SUCESOR DE PEDRO

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Día del Papa 2005


EL SUCESOR DE PEDRO

 

 

El día 29 de junio celebra la Iglesia la solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo. Esta es una ocasión singular para meditar acerca del ministerio del sucesor de Pedro, el Papa Benedicto XVI, y su importancia en la Iglesia y en nuestra vida cristiana.

1. Los sucesores de Pedro

La festividad de San Pedro y San Pablo encierra, en efecto, importantes valores catequéticos, porque nos hace pensar espontáneamente en la figura y en la misión del sucesor de Pedro: el Papa.

Nuestra fe católica confiesa que la función del Pastor Supremo que el Señor confió a Pedro en la Iglesia naciente se perpetua y permanece en la historia a través de los sucesores de Pedro. Decía el Papa Benedicto XVI en la Basílica de San Juan de Letrán: El poder conferido por Cristo a Pedro y a sus sucesores es, en sentido absoluto un mandato para servir, y el Papa explicó, que «la misión de todos los sucesores de Pedro es la de ser guías en la profesión de fe en Cristo, el Hijo de Dios vivo«.

2. Ministerio Petrino

El «ministerio petrino», función eclesial de los sucesores de Pedro, tiene como finalidad fundamental salvaguardar la unidad de la Iglesia universal en el respeto a la autonomía y variedad de las Iglesias particulares. «El Romano Pontífice, como sucesor de Pedro, es el principio y fundamento perpetuo y visible de unidad, tanto de los obispos como de la multitud de los fieles» (LG 23). La unidad de la Iglesia es un tesoro precioso que debe ser defendido, protegido y promovido continuamente, de fe y unidad de la disciplina que todos los obispos esparcidos por el mundo deberán promover y defender, pero que tienen en el Romano Pontífice, sucesor de Pedro, su primer guardián y defensor, porque ha recibido del Señor la misión de confirmar a sus hermanos (cf. Lc 22,32).

 

 

3. Ministerio papal: la más grande de las cruces

En la solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, la Iglesia conmemora el martirio de estos dos Apóstoles en la ciudad de Roma. Hace unos años el entonces Cardenal Ratzinger, hoy el Papa Benedicto XVI, hablaba de una «estructura martiriológica del primado romano«, y citaba unas hermosas palabras de Reginald Pole: «El ministerio papal significa Cruz, la más grande de las cruces. Porque ¿qué cosa podría parecerse mejor a la Cruz que el ansia y responsabilidad por todas las Iglesias de la Tierra?» (J. Ratzinger, Iglesia, ecumenismo y política, pag. 50).

El título de Vicario de Cristo es, en su máxima profundidad, un título que arraiga en la cruz de Cristo y a la luz de las palabras que el Señor dijo a Pedro: «Cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará donde no quieras» (Jn 21,18). Ese estar atado a la cruz puede considerarse como una señal definitiva del martirio petrino.

4. Demos gracias a Dios por el Papa Benedicto XVI

Debemos aprovechar la solemnidad de San Pedro para agradecer al Señor el ministerio petrino como don permanente a su Iglesia, en la persona del Papa Benedicto XVI. Debemos agradecer de modo especial el magisterio del Papa, que ilumina las situaciones y problemas de nuestro tiempo. Los sucesores de Pedro, los papas, mortales como todos los demás hombres, tal y como lo hemos experimentado con la muerte del Papa Juan Pablo II, de feliz memoria, desfilaron más o menos rápidamente por el escenario de la historia, pero el Primado de Pedro, con todos sus poderes y prerrogativas, y con la asistencia especial que Jesús le prometió al encargarle que confirmara en la fe a sus hermanos permanece a través de los tiempos.

Debemos ratificarnos en esta verdad de fe. No se trata de mitificar a una persona, ni de dar culto a la personalidad de ningún Papa concreto, sino de profesar sencillamente nuestra fe en el origen divino del ministerio del Papa.

5. Supliquemos por el Papa Benedicto XVI

La fiesta de San Pedro debe ser también un día en el que elevemos de manera especial nuestras súplicas por el sucesor de Pedro, el Papa Benedicto XVI y por su ministerio al servicio de la Iglesia. El libro de los Hechos de los Apóstoles nos cuenta como cuando detienen a Pedro la comunidad primitiva de Jerusalén oraba por él: «La Iglesia oraba insistentemente a Dios por él» (Hch 12,5). Nosotros tenemos que imitar esta actitud de la primitiva comunidad cristiana orando a Dios por el sucesor de Pedro y por su ministerio, que nos afecta a todos.

6. Óbolo de San Pedro

La fiesta de San Pedro debe ser, finalmente, una ocasión para organizar una colecta que enviamos a Roma, el tradicional «óbolo de San Pedro», como expresión de nuestra comunión con el que preside a las demás Iglesias en la caridad, según las célebres palabras de San Ignacio de Antioquía, y como reconocimiento a todos los servicios que el Papa Benedicto XVI y su Curia nos presta a las Iglesias locales. Seamos generosos y colaboremos económicamente, según nuestras posibilidades.

Reza por vosotros, os quiere y bendice,

+Antonio Ceballos Atienza
Obispo de Cádiz y Ceuta

Cádiz, 13 de junio de 2005.

 

 

D. ANTONIO CEBALLOS. DÍA NACIONAL DEL DONANTE DE ÓRGANOS

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Queridos diocesanos:

Cada primer miércoles de junio, animados por el lema «Donar órganos es donar vida«, celebramos el «Día Nacional del Donante». La celebración de esta jornada quiere recordarnos la gran trascendencia que posee la donación de órganos como medio para la supervivencia, e incluso curación, de muchas personas enfermas.

Los trasplantes de órganos constituyen una gran conquista científica y técnica que la medicina moderna ha puesto al servicio de muchos enfermos. En efecto, aumenta sin cesar el número de personas que han podido sobrevivir, e incluso alcanzar gran calidad de vida, gracias a los trasplantes de órganos. Estas técnicas terapéuticas se están revelando en la actualidad como un instrumento cada vez más apto para alcanzar aquello que constituye la primera y principal finalidad de la medicina: la defensa y el servicio de la vida humana.

Podemos sentirnos satisfechos de que España se encuentra a la cabeza de los países en los que es más alta la frecuencia de donaciones. Este hecho, constatado estadísticamente, nos revela la gran generosidad de nuestro pueblo, expresión, en gran medida, de sus hondas y vivas raíces cristianas.

A pesar de todo, estas notables cotas de generosidad aún no son suficientes para resolver el problema que nos plantea la existencia, sólo en nuestro país, de una lista de espera de más de 5.000 enfermos cuya salud depende de que se les pueda trasplantar un órgano sano.

Resulta fácil imaginar, y difícil describir, la terrible angustia que afecta a estos miles de enfermos y a sus respectivas familias, enfrentados a largos periodos de espera en condiciones, muchas veces, críticas. De la escasez de órganos disponibles da idea el hecho de que, en el sector de Cádiz, sólo se hayan producido a lo largo de este año 17 donaciones, y sólo se hayan podido realizar 32 trasplantes.

Urge, pues, que hagamos todo lo posible para promover una cultura de la donación de órganos, a fin de disponer de recursos suficientes para afrontar las necesidades sanitarias de nuestra población.

Fue el inolvidable Juan Pablo II quien tuvo el mérito de recordarnos que, entre los gestos que contribuyen a crear y promover una auténtica cultura de la vida, «merece especial reconocimiento la donación de órganos» realizada según criterios éticamente aceptables, para ofrecer una posibilidad de curación e incluso de vida, a enfermos tal vez sin esperanzas» (Carta encíclica Evangelium vitae, n. 86).

En efecto, todo trasplante se hace posible porque tiene en su raíz un gesto de altísimo valor ético y cristiano: la decisión de donar los propios órganos. El amor y el aprecio por la vida del prójimo conducen al donante, o a sus familiares, a procurar de manera altruista, mediante la donación de órganos, la salud y el bienestar de una persona enferma. Por eso, la donación constituye, sin duda, un gran gesto de caridad fraterna, pues no consiste sólo en entregar al prójimo algo que nos pertenece, sino una parte de nosotros mismos.

Una especial atención merecen los llamados trasplantes inter vivos, en los que una persona accede a que se le extraiga un órgano no vital para que sea implantado a un familiar enfermo que lo necesita. Múltiples son las razones médicas que hacen especialmente deseable este tipo de trasplantes. Por lo que se refiere a su dimensión humanitaria, semejante gesto heroico de solidaridad deja patente, con singular fuerza, la naturaleza de la familia como santuario de la vida.

Es, por tanto, necesario que promovamos, mediante los medios a nuestro alcance, una cultura de la donación de órganos que se exprese tanto en la decisión de declararse donante, como en la pronta disposición a permitir la extracción de órganos del cadáver de un familiar o en la determinación generosa de donar un órgano no vital a un familiar enfermo, cuando lo necesite y sea posible.

El Señor Jesús, que dijo que todo cuanto hiciésemos en favor de nuestros hermanos enfermos a Él mismo lo hacíamos (cf. Mt 24,40), recompense abundantemente la generosidad de los donantes de órganos, de sus familias y de todos cuantos contribuyen a formar la conciencia social en esta importante cuestión.

Os quiere, reza por vosotros y os bendice,

+ Antonio Ceballos Atienza
Obispo de Cádiz y Ceuta

Cádiz, 1 de junio de 2005

 

 

D. ADOLFO GONZÁLEZ. ANTE LOS JUEGOS MEDITERRÁNEOS

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ANTE LOS XV JUEGOS MEDITERRÁNEOS

INVITACIÓN A LA HOSPITALIDAD Y AL TESTIMONIO

 

 

                Queridos diocesanos:

                Estamos en las vísperas los XV Juegos del Mediterráneo y ya han comenzado a llegar las legaciones deportivas de los países participantes. Con ellas llegan también a Almería los grupos humanos que las acompañan y animan, gozando con la pericia, disciplina y deportividad de los atletas. Almería se convierte toda ella en un gran estadio de competición, metáfora y parábola de la carrera de la vida hacia la meta definitiva, tal como les recordaba san Pablo a los Corintios, animándoles a imitar a los atletas, pero sabiendo que su corona será, no el laurel que se marchita, sino la corona de la vida eterna (1ª Corintios 9,24ss).

                El ambiente deportivo y juvenil de una ciudad joven como Almería será paradigma de la lucha por un futuro que hemos de ganar con esfuerzo, mientras hacemos de nuestra entrega a la construcción del futuro una deportiva forma de competir por el triunfo de la esperanza.

                Haciéndome eco del entusiasmo y la ilusión que han generado estos Juegos en todos los ciudadanos de Almería, quiero invitarles a todos a acoger con el corazón abierto a los visitantes. Siendo como somos los almerienses generosos y gente de corazón con las puertas de par en par, hagamos cuanto esté en nuestras manos para plasmar en realidades nuestra proverbial hospitalidad.

Como Obispo de esta Iglesia invito a todos los católicos a ofrecer un testimonio vivo de generosidad, pero sobre todo de fraternidad cristiana, porque Jesús nos ha descubierto la clave y el secreto de la solidaridad entre los hombres, aspiración con la que tropiezan los egoísmos más tenaces. Esa clave no es otra que ser hijos del mismo Padre, del que venimos todos y el que a todos nos espera para coronar nuestra vida con la gloria. La que Cristo conquistó para nosotros con su cruz regenerando nuestra humanidad perdida: la meta hacia la que hemos de correr por ver si logramos el premio de una corona incorruptible.

No sólo invito a la amabilidad y a la acogida circunstancial, sino a dejarse impactar por la diversidad de gentes que formamos en la diferencia de razas y culturas una misma y única humanidad. Algo que en Almería ya conocemos porque la diferencia es para nosotros un reto que hemos de cubrir con la igualdad, meta que nos hemos propuesto con realismo, conscientes de las enormes dificultades que tenemos que vencer.

Invito a dar testimonio de tal modo de nuestra fe que, abiertas nuestras iglesias y nuestras asambleas a quienes en ellas pueden ser recibidos como católicos, puedan ofrecer al mismo tiempo un respetuoso ejemplo de comunión que haga sentir a los que no son cristianos que en nuestra congregación se adivina ya la fraternidad futura de todos los hombres. Quienes por el ejercicio de nuestro ministerio somos “hombres religiosos” estamos particularmente impelidos a reclamar un espacio para descubrir, mientras cultivamos el ocio creador de los Juegos, que Dios es el descanso definitivo de los que le aman porque es la felicidad de los justos.

Si así lo hacemos, el recinto de nuestras iglesias abiertas a la plegaria de los creyentes será un oasis donde percibir que Dios es la vida del hombre. No sólo se percibirá en ellas una muestra y sucesión de estilos de la historia occidental del arte sacro, sino el testimonio del reclamo misterioso de Dios. Nuestros templos no quedarán reducidos a mero pretexto de contemplación estética, como si sólo fueran un cúmulo de piedras ordenas en sucesión de estilos pero sin alma. ¿Qué podemos hacer para que los visitantes de nuestra ciudad se sientan impactados por nuestra historia artística  sobre todo porque en ella es Dios mismo el que les sale al encuentro?

Cuando por la noche recorran la ciudad vieja siguiendo las secuencias de un paseo que jalonan nuestra Catedral fortaleza y nuestras iglesias, tengo la esperanza de que los haces de luz que deslumbren los ojos del alma de nuestros visitantes les permitan adivinar el misterio de nuestros monumentos.

 

 

Almería, a 19 de junio de 2005

 

 

                                                                                              + Adolfo González Montes

                                                                                                        Obispo de Almería

 

 

 

SEMANA DEL 11 AL 17 DE JUNIO DE 2005

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PANEL DE NOTICIAS. IGLESIA EN EL SUR DE ESPAÑA

Semana del 11 al 17 de junio de 2005

 

 

 

Sumario:

 

Almería: Causa de canonización de D. Federico Salvador Ramón.

Almería: Cursillos de Cristiandad.

Asidonia – Jerez: Ordenaciones.

Cartagena: Toma de posesión de Mons. Manuel Ureña de la Archidiócesis de Zaragoza.

Granada: Monitores “TeenSTAR”.

Granada: Curso sobre San Marcos.

Huelva: Evolución favorable de D. Ignacio Noguer.

Málaga: Consagración de un templo en Benahavís.

Málaga: Encuentro con los inmigrantes.

ALMERÍA. CAUSA DE CANONIZACIÓN DE D. FEDERICO SALVADOR RAMÓN

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Los miembros de la Comisión Episcopal para las causas de los santos se reunieron en el salón  del Obispado el viernes día 10 de junio bajo la  Presidencia de D. Adolfo González Montes para prestar juramento ante la renovación del Tribunal en la causa de Canonización del almeriense D.  Federico Salvador Ramón, Sacerdote Diocesano  y fundador de  la Congregación de Religiosas Esclavas de la Inmaculada Niña (Divina Infantita), cuya causa fue abierta el día 7 de Octubre de 1998.

 

Prestaron el juramento como  miembros del Tribunal:

Juez Delegado del Tribunal : D. José Juan Alarcón Ruiz. Sacerdote

Promotor de Justicia  D. Jerónimo  Martínez Asensio Sacerdote.   

Notario Actuario: D. Antonio García Polo Sacerdote

Notario Adjunta. Hermana Julia Cuadrado Antón. Religiosa  de Acción  Parroquial

Por la Comisión Telógica:

 D. Francisco Alarcón Alarcón Sacerdote. 

 D. Esteban Belmonte Pérez Sacerdote.              

 

El martes 14, los miembros de la renovada comisión Histórica prestaron su juramento de Fidelidad  en Madrid, haciéndolo

Dª. Maria de los Ángeles de Santiago Hernando, experta en historiografía

Rvda. Hermana Quintila Cruz Castrejón

    «          «          Maria Paz Mendieta Baeza

    «          «          Maria Dolores Mula Casas

                        «          «                  Aurea  Mª Enríquez Almendros

 

ALMERÍA. CURSILLOS DE CRISTIANDAD

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Durante los días 17, 18 y 19 se está celebrando en la Casa de Espiritualidad «Reina y Señora» de Aguadulce, el Cursillo 219 de la Diócesis de Almería. Está coordinado por Juan Manuel Góngora Ramos, y dirigido espiritualmente por el P. Juan José Martín Campos, Vicario Episcopal para la Acción Pastoral y el Clero, y el P. José Juan Alarcón Ruiz, párroco de Fondón.

La Sesión de Clausura será el domingo día 19 a las 20:00 h., en la Casa de Espiritualidad Reina y Señora de Aguadulce, en un acto solemne, presidido por el Consiliario Diocesano del  C.C.C., D. Emiliano Abad Berjón, en representación del Obispo, junto a los Sacerdotes que han dirigido este cursillo.

CARTAGENA. TOMA DE POSESIÓN DE MONS. MANUEL UREÑA DE LA ARCHIDIÓCESIS DE ZARAGOZA

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El próximo domingo 19 de junio Mons. Manuel Ureña Pastor tomará posesión de la Archidiócesis de Zaragoza. A las 16:30 h. será recibido por las Autoridades Civiles, Eclesiásticas y Militares a la puerta de la Catedral del Salvador (La Seo). Allí tendrá lugar la toma de posesión e inmediatamente la comitiva se trasladará a la Basílica de Nuestra Señora del Pilar, donde Mons. Ureña Pastor, ya Arzobispo de Zaragoza, presidirá la Eucaristía, a las 17:00 h., que será concelebrada por más de 50 Obispos y varios centenares de sacerdotes, acompañados por los fieles de la diócesis.

GRANADA. MONITORES «TeenSTAR»

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Desde el día 7 al 11 de julio (el día 7 de 17 a 22 h.; los días 8, 9 y 10 de 9 a 14 h. y de 17 a 22 h.; y el día 11 de 9 a 14 h.), en la E. U. de Magisterio “La Inmaculada” tendrá lugar el Curso de monitores del programa TeenSTAR. Este método quiere hacer comprender la belleza y la importancia de la sexualidad como parte fundamental de la persona. Está destinado a jóvenes de entre 12 y 18 años y está dividido en tres niveles dependiendo de la edad de los alumnos.

El Curso, sobre la educación afectivo sexual de los adolescentes y jóvenes, será impartido por Dª. Pilar Vigil, ginecóloga, profesora de la Universidad Católica de Chile y miembro del Pontificio Consejo para la Vida. Para más información llamar al 958 205861. El plazo de matrícula dura todo el mes de junio.

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