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ASIDONIA-JEREZ. XXV ANIVERSARIO DE LA DIÓCESIS

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El pasado 29 de Junio, festividad de San Pedro y San Pablo, se cumplieron los 25 años de la ejecución de la Bula Pontificia de Su Santidad Juan Pablo II “Archiepiscopus Hispalensis”, por la que se creaba la Diócesis Asidonense Jerezana, con territorio y comunidades de fieles, hasta entonces mayoritariamente de la Archidiócesis Hispalense y una parte también de la Diócesis de Cádiz.

 

Con tal motivo tuvo lugar en la Iglesia Catedral a las 20:30 h. una solemne Eucaristía de acción de gracias por estos 25 años de vida diocesana.

 

Siendo consciente el Sr. Obispo de la necesaria formación de los laicos para poder afrontar las responsabilidades que hoy se les demanda en la función evangelizadora de la Iglesia, puso en marcha en esta efeméride el Instituto Superior Asidonense de Ciencias Religiosas, en sus dos vertientes de Diplomatura y Licenciatura, que bajo el patrocinio de la Universidad Pontificia de Salamanca comenzará sus clases el próximo curso 2005-2006.

 

También en este día, después de haber realizado las consultas oportunas a los párrocos limítrofes, al Consejo Episcopal y al Consejo Presbiteral, el Obispo anunció el inicio de la tramitación necesaria para que erección de nuevas parroquias.

 

 

Asimismo el Obispo anunció el convenio de colaboración entre Cáritas Diocesana y las Hijas de la Caridad, de la puesta en marcha de un centro de día “El Salvador” para personas necesitadas, como signo y expresión de una Diócesis que durante estos años siempre ha estado con los más pobres y excluidos.

 

Al finalizar la Eucaristía se descubrieron dos relieves de bronce de tamaño natural, obra de la escultora jerezana Doña Elena Pilar Palomino-Borbón Martínez del Cerro, que recuerda a los protagonistas que crearon esta Diócesis: Su Santidad Juan Pablo II que la creó a petición del entonces Cardenal Arzobispo de Sevilla D. José María Bueno Monreal que puso las bases de la nueva Diócesis y del inolvidable D. Rafael Bellido Caro, primer Obispo de la Diócesis.

TENERIFE. BODAS DE ORO SACERDOTALES

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Entrañable fue la celebración en la que se homenajeó a  Bernardo Adán Álvarez por las Bodas de Oro Sacerdotales en su parroquia natal de San Pedro Apóstol de Garachico. Carlos González, arcipreste de Icod,  destacó su preparación humana, espiritual, intelectual y pastoral que se ha concretado en una vida de sencillez y servicio en las distintas parroquias en las que ha ejercido su labor, sobre todo en los veintiún años de las parroquias de San Bernabé de La Vega y El Amparo de Icod. Por otra parte, el ayuntamiento de Garachico ha dedicado una plaza de este municipio al citado sacerdote.

 

Otro sacerdote que está celebrando sus ‘Bodas de Oro’ es Lorenzo Donázar. Las comunidades católicas de S. Juan de la Rambla le han realizado un homenaje en el marco de sus fiestas patronales. El homenajeado presidió la Eucaristía, acto central de las fiestas. En su homilía hizo un canto de acción de gracias a Dios, contando algunas experiencias de su larga vida.

SEVILLA. NUEVO ESTATUTO DE LA CURIA DIOCESANA

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SEVILLA. 30/06/05 . – El cardenal arzobispo de Sevilla, mons. Carlos Amigo Vallejo, aprobó en el día de la solemnidad de los santos apóstoles Pedro y Pablo, el nuevo Estatuto de la Curia Diocesana de Sevilla, que regirá en lo sucesivo su organización y funcionamiento.


El nuevo Estatuto de la Curia Diocesana de Sevilla intenta resaltar el hecho de que toda la actividad desarrollada en el ámbito de la Curia, a cualquier nivel y cualquier grado de responsabilidad, es siempre pastoral por su propia naturaleza, es decir, orientada hacia la realización del misterio de salvación por medio de la Iglesia de Cristo que peregrina en Sevilla.


Reorganización de los servicios pastorales y administrativos


Para ello, se han reestructurado los servicios pastorales, creándose nuevos instrumentos de coordinación, la cual queda encomendada de un modo directo al vicario general y moderador de la Curia. Por lo que hace a los servicios administrativos, estos han sido reorganizados en tres grandes áreas: Administración Diocesana; Secretaría General y Cancillería; y el Departamento de Asuntos Jurídicos, de nueva creación. Una de las secciones de este Departamento, la Delegación Episcopal para los Asuntos Jurídicos de las Hermandades y Cofradías, es la competente para resolver dichos asuntos, que hasta el momento dependían de manera inmediata del vicario general.


Este importante elemento de la legislación particular de la Diócesis, que será publicado en el próximo Boletín Oficial del Arzobispado de Sevilla, entrará en vigor al inicio del próximo año pastoral, el próximo 1 de septiembre.


Como cabeza y pastor de la Iglesia de Sevilla, el cardenal es el máximo responsable de la dirección y coordinación general del gobierno de la Diócesis y de que éste sea ordenado del modo más eficaz al bien de la porción del Pueblo de Dios que le está encomendada. Para llevar a cabo dicha misión episcopal es necesaria la ayuda distintos organismos y personas que colaboren con él, principalmente en la dirección de la actividad pastoral, en la administración de la Diócesis y en el ejercicio de la potestad judicial. Dichos organismos y personas constituyen la Curia diocesana (c. 469 CIC).

 

 

D. BERNARDO ÁLVAREZ. TELEGRAMA A BENEDICTO XVI

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A SU S.S. BENEDICTO XVI.  Ciudad del Vaticano

 

 

Beatísimo padre: al hacerse público el nombramiento de Obispo de la Sede Episcopal de San Cristóbal de la Laguna (provincia de Santa Cruz de Tenerife – Islas Canarias – España), que S.S. ha tenido a bien realizar en mi humilde persona, quiero expresarle mi gratitud por su confianza, mi sincera comunión con su ministerio apóstolico y mi obediencia incondicional a la Sede de Pedro, en el mismo día en que celebramos la fiesta de los gloriosos Apóstoles Pedro y Pablo.

Santidad, le encomiendo esta iglesia diocesana. Rogad por mí y por esta porción del pueblo de Dios que me ha encomendado. Por nuestra parte le tendremos siempre presente en nuestras oraciones.

 

Suyo en el señor, implora su bendición,

 

 

BERNARDO ALVAREZ AFONSO

EPISCOPUS ELECTUS NIVARIENSIS

 

D. FELIPE FERNÁNDEZ. TELEGRAMA A BENEDICTO XVI

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A SU S.S. BENEDICTO XVI.  Ciudad del Vaticano

 

 

Al concluir mi ministerio episcopal en esta querida Diócesis de San Cristóbal de la Laguna, por motivos de salud, en esta fiesta de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, en que V.S. se ha dignado nombrar a mi sucesor, Ilmo. Sr. D. Bernardo Álvarez Afonso, quiero expresar a V.S. mis mejores sentimientos de filial comunión en nombre de la iglesia diocesana y en el mío propio. Al mismo tiempo deseo agradecer delicadeza de la Santa Sede y Vuestra Santidad en la aceptación de mi renuncia, mi nombramiento como Administrador Apostólico de Tenerife, así como la providencial designación de mi sucesor.

 

Reiterando sentimientos de filial comunión, besa anillo pastoral,

 

 

FELIPE FERNÁNDEZ

ADMINISTRADOR APOSTÓLICO DE TENERIFE

D. FELIPE FERNÁNDEZ. ANTE EL NUEVO OBISPO DE TENERIFE

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Queridos diocesanos:

 

Hoy, día 29 de Junio, Solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo,  Día del Papa en la Iglesia Universal, Fiesta Patronal en mi pueblo natal, San Pedro de Trones (León), y onomástica del primer Santo Canario, el Santo Hermano Pedro, se ha hecho público a las 12 horas, en Roma, mi relevo al frente de nuestra Iglesia Diocesana Nivariense.

Puedo añadir para mayor información que, con fecha del 22 de Junio, he recibido una carta del Sr. Nuncio de S.S. en España, en la que me dice:

«Me dirijo a Vuestra Excelencia para comunicarle que el Santo Padre ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la Diócesis de Tenerife, que Vuestra Excelencia le ha presentado en conformidad con el canon 401, párrafo 2 del Código de Derecho Canónico, y se ha dignado nombrar Obispo de esa Sede Episcopal de Tenerife al Ilmo. Señor Don Bernardo Álvarez Afonso, en la actualidad Vicario General de la misma Diócesis.

La noticia de la aceptación de su renuncia y la del nombramiento del Ilmo. Señor Don Bernardo Álvarez Afonso será hecha pública en Roma el día 29 del presente mes de junio, a las 12 horas, y hasta ese momento continúa bajo estricta reserva.

Por disposición de Su Santidad, Vuestra Excelencia continuará gobernando la Diócesis de Tenerife, en calidad de Administrador Apostólico, hasta la toma de posesión del Ilmo. Señor Don Bernardo Álvarez Afonso».

                Con estas letras quiero, antes de nada, y al mismo tiempo que os doy la correspondiente información, invitaros a dar conmigo gracias a Dios por esta importante noticia para nuestra Iglesia: ¡Bendito sea Él, ahora y por siempre!

Sí. Bendito sea el Señor, que, a través de un pastor visible o de otro, nos apacienta cada día como nuestro Pastor invisible, que permanece siempre con nosotros.

                Bendito sea quien ha querido servirse de mí -aunque yo le haya servido tan pobremente- para pastorear en su nombre a los fieles diocesanos durante estos catorce años, aproximadamente, que he estado entre vosotros, y que ahora ha llamado a otro pastor visible para seguir conduciéndonos a todos a las fuentes de la verdad y de la vida.

                ¡Bendito sea Él, ahora y por siempre!

                También quiero dar gracias públicamente, con estas letras, al Papa Benedicto XVI y a sus colaboradores más estrechos, en este Día del Papa, un Día para explicitar la comunión de nuestra Iglesia Diocesana con el Sucesor de Pedro, por la delicadeza con que han acogido mi petición y la finura que han mostrado en todo el proceso de cambio episcopal al frente de esta querida diócesis. Al Sr. Nuncio de S. S. en España quiero agradecer, especialmente, su cercana y transparente relación conmigo durante todo este tiempo.

                En tercer lugar, con estas letras quiero daros las gracias a vosotros, mis queridos fieles cristianos de esta entrañable diócesis de Tenerife,  por vuestra fraternal acogida cuando vine a vosotros, por tantos y tantos ejemplos que me habéis dado durante todos estos años,  y tantos y tantos estímulos evangélicos como yo he recibido de esta querida Iglesia Diocesana. ¡Gracias! ¡Gracias a los sacerdotes por tanta entrega y tanto testimonio! ¡Gracias a los religiosos y religiosas, de vida activa y vida contemplativa, por vuestro servicio, misterioso en muchos casos, pero siempre valioso, a nuestra Iglesia Diocesana! ¡Gracias a tantos y tantos seglares, incluidos los especialmente consagrados, que conozco en no pocos casos por vuestro rostro y vuestro nombre, pero que en otros muchos me sois desconocidos, por tanta fidelidad y el permanente ejemplo de vida cristiana! ¡Gracias a las autoridades, civiles y militares, por vuestra cooperación respetuosa, leal y generosa con nuestra Iglesia Diocesana! ¡Gracias a todos, incluidos quienes no seáis creyentes y quienes no os sintáis, por los motivos que fueren, miembros de la Iglesia Católica, porque todos habéis marcado mi ministerio! ¡Gracias!.

                Siento también necesidad de pedir perdón. A Dios, ciertamente, y os invito a pedirlo conmigo. Pero también os lo pido a vosotros por cualquier falta, cualquier error, cualquier limitación o fragilidad que haya podido tener durante mi ministerio entre vosotros, por comisión u omisión. De todo corazón os lo pido humildemente y lo espero de vosotros. Porque, con toda seguridad, a pesar de mi mejor voluntad, habrá habido no poco de todo eso… Y necesito, sinceramente, vuestro perdón. Os lo pido y lo espero.

No quisiera, en todo caso, que mi relevo oscureciese la delicadeza del Santo Padre, Benedicto XVI, y de la Santa Sede, que se han puesto de manifiesto especialmente en el nombramiento del Obispo de esta diócesis, el Ilmo. Señor Don Bernardo Álvarez Afonso.  Un sacerdote, como bien sabéis, de esta tierra y de nuestra Iglesia Diocesana. Un sacerdote que, desde  ahora, como Obispo electo de San Cristóbal de La Laguna, para Tenerife, La Palma, Gomera y Hierro, bien merece el afecto y el apoyo de todos los diocesanos. Tomando el buen ejemplo de otro obispo emérito, en circunstancias parecidas, me atrevo a deciros que cualquier sentimiento de afecto que cualquiera de vosotros quisiera dispensarme a mí, lo dirija ya desde ahora a mi sucesor. Con ojos de fe, por encima de cualquier otra sensibilidad. Por muchas y buenas que sean sus cualidades, que lo son. Porque se trata de un sacerdote, sin duda, sobresaliente, fiel y competente colaborador mío a lo largo de todo mi ministerio episcopal en esta Diócesis, salvo los dos años que estuvo haciendo estudios superiores en Roma. Un hombre de fe profunda, de acendrado sentido eclesial, y de vigor apostólico reconocido y bien probado. Secretario General del Primer Sínodo Diocesano, que conoce como nadie,  redactor e impulsor de los sucesivos Planes de Pastoral en nuestra Diócesis y con una excelente formación teológica y pastoral, nadie puede dudar de que está más que bien preparado para ejercer el ministerio que el Señor, a través de la Iglesia, le encomienda ahora. Queda, pues, la Diócesis, y de ello me alegro muy sinceramente, en cuanto humanamente puede juzgarse, en buenas manos. ¡Gracias sean dadas a Dios y a la Santa Sede! Aunque nada de ello permite prescindir de los ojos de fe y la cooperación responsable y dócil de todos los diocesanos. Fe, docilidad y cooperación a las que invito a cuantos podáis alcanzarlas del Señor, quedándoos todos los demás, al menos, en el respeto y la sincera apertura a su pastoreo.

                Finalmente, no quiero concluir estas líneas sin deciros que siento mucho -muchísimo- dejar estas tierras y estos mares, estos rincones y estos hermosos parajes de Canarias que para siempre ya irán conmigo en mi memoria y en mi corazón. Como siento también no poco dejar a tantos y tantos diocesanos a quienes he querido servir con toda el alma, y hasta con pasión, aun en medio de mis defectos y fragilidades. Pero, no sin cierto dolor, quiero atenerme por entero a los designios de Dios y sus caminos que me han venido señalados por diversas limitaciones físicas. Ellas me han hablado y han sido para mí «palabra del Señor».

                En todo caso, y quiero decíroslo, aunque lejos físicamente de aquí, seré siempre y me sentiré siempre obispo emérito de esta querida Iglesia Diocesana de San Cristóbal de La Laguna. Por vosotros oraré continuamente y a vuestra oración me encomiendo confiadamente. A través de Santa María sobre la que tanto he aprendido en esta Diócesis. Y con nuestro primer Santo Canario, el Santo Hermano Pedro, de cuya canonización en Guatemala me cupo la gracia de ser testigo, una vez y otra vez, rezaré con vosotros:

 

 «Concededme, buen Señor,

fe esperanza y caridad;

y, pues sois tan poderoso,

una profunda humildad,

y antes y después de aquesto,

que haga vuestra voluntad».  ¡ASÍ SEA!

 

 

                San Cristóbal de La Laguna, a 29 de junio de 2005.  

 

 

 

                                                                                    † Felipe Fernández García

Administrador Apostólico de Tenerife

 

 

PROGAMACIÓN DEL 10 DE JULIO DE 2005

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Canal Sur TV dedica un programa al Cincuentenario de los Sagrados Corazones en Andalucía

    La Congregación de los Sagrados Corazones cumple 50 años en Andalucía. El programa “Testigos hoy” trata de acercarse a la realidad de estos religiosos y religiosas, sus obras, y la aportación de su carisma a la Iglesia andaluza a través de sus superiores, animadores de comunidades y destinatarios de su misión. Interviene, además, el Superior General, el P. Enrique Losada Adame ss.cc., que muestra la actualidad del carisma, así como la vertiente misionera e internacional de la Congregación.

    “Sagrados Corazones: 50 años en Andalucía”, que es el título de este programa, se emitirá el domingo, 10 de julio, a las 9.30 h., en Canal 2 Andalucía, y pasadas las 12.30 h. de la madrugada de ese mismo día, en Canal Sur TV. Este espacio televisivo, que dirige Isaac García ss.cc., aborda temas de interés sociocultural desde la óptica de la fe cristiana e incluye entrevistas y reportajes.

 

ANTE EL NOMBRAMIENTO DE D. BERNARDO ÁLVAREZ COMO OBISPO DE TENERIFE

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El miércoles 29 de junio, Solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, la Nunciatura Apostólic aen España comunicó a la CEE que la Santa Sede había hecho público que le Papa Benedicto XVI había aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la Diócesis de Tenerife que D. Felipe Fernández le presentó en su momento.Al mismo tiempo comunicaba que había nombrado Obispo de la citad Sede Episcopal a D. Bernardo Álvarez Afonso, hasta ese momento (y desde 1999) Vicario General de la Diócesis.

 D. Felipe Fernández continuará en la Diócesis de Tenerife como Administrador Apostólico hasta la toma de posesión de D. Bernardo.

Tanto D. Felipe como D. Bernardo, nada más conocer la noticia escribieron sendos telegramas al Papa. Los pueden leer en el apartado de Noticias Especial. También allí se puede leer la carta que D. Felipe ha escrito a todos los diocesanos.

A continuación reproducimos íntegra, una carta que, sobre D. Bernardo, ha escrito D Carmelo J. Pérez Hernández (sacerdote diocesano y Delegado Episcopal de Medios de Comunicación Social):

 

BERNARDO, OBISPO ELECTO

 

 

Han elegido Obispo a uno de los nuestros, de los de casa. No será necesario abrir las manos para acogerle, como hicimos con sincera alegría cuando llegó don Felipe, porque estas manos nuestras ya han estrechado las suyas en multitud de ocasiones. Manos grandes las de Bernardo, curtidas por la experiencia, acostumbradas al esfuerzo y a la esperanza.

 

Todo nos ha ido bien, muy bien, diría yo, en estos momentos de transición. Y para estar a la altura, las manos de dentro, las que tocan las cosas importantes, ésas cosas que producen temor y temblor, son las que ahora hay que disponer para fundirse con las de nuestro nuevo Pastor. Sin reservas, sin memoria, sin prejuicios. Manos blancas para acoger la conmoción del que aún está sobrecogido por este especial cariño que Dios le ha demostrado. Mano izquierda para abrazar sus debilidades, que son las nuestras. Manos firmes, para proclamar sin fisuras que éste es el que viene en el nombre del Señor a prolongar su ternura entre los hombres y mujeres de nuestras islas.

 

De una mañana intensa de noticias sorprendentes sólo tengo imágenes inconexas, de las que tienen vida propia en nuestro interior y le invitan a uno a “rezar la vida”. Una por encima de todas me habla de lo importante: a Bernardo, de quien todos conocemos la fuerza y la pasión que pone en las cosas, me ha impresionado verle rendido. Que se me entienda: rendido ante el misterio, sobrepasado por la largueza que Dios le ha demostrado, impresionado por la forma en que Dios escribe en la Historia, ausente en medio de comentarios y felicitaciones, con la mirada puesta en la hondura del momento que estaba viviendo. “No me extraña que se sientan raros en este momento”, les decía con rostro grave a los sacerdotes del arciprestazgo de Tacoronte, “yo mismo me siento rarísimo”. No puede ser menos cuando el interior estalla de perplejidad y agradecimiento. “Te has fiado de mí, Señor”, imagino que pensaría, “enséñame a no defraudarte”. Eso ví y eso intuí, por eso lo cuento.

 

Por encima de sensibilidades diversas, más allá de afinidades varias, estoy seguro de que será un buen Obispo, lo mismo que ha sido un buen cura. Y lo confieso sin reservas porque me fío de los que son creyentes sinceros, y este hermano nuestro lo es. Será buen Obispo porque tiene una capacidad de trabajo incuestionable, porque su formación teológica es sólida, porque le gusta el contacto con la gente, porque sabe percibir los signos de los tiempos y afrontar las dificultades sin reservas. Pero, sobre todo, será un buen Obispo porque ama apasionadamente a Dios y a su Iglesia. De esto último es de lo que me fío, es lo que me pone de su lado por sana efectividad y con afectividad.

 

“Hay que transmitir vivencias, no apariencias”, le oí decir a uno de los incontables periodistas a los que atendió sin perder la sonrisa ni la ausencia aquella de la que yo hablaba antes. Bajo estas apariencias frágiles, un hombre cualquiera en cualquier rincón del mundo, se gesta, estoy convencido, una capítulo más de esa definitiva historia de amor que Dios inauguró la noche en que se dejó nacer, una más de esas vivencias que nos confirman que Él ha apostado por nosotros, sigue sentado a nuestra mesa. Dios ha revelado una vez más sus entrañas, se ha dejado ver por dentro, al mandarnos a este hombre, apariencia y vivencia de su amor por nosotros.

 

Ahora ya lo último: que me ha impresionado ver a nuestro Obispo, ahora Vicario Apostólico, a don Felipe, sabiendo estar, entregando el testigo con ilusión y esperanza. Sabiendo retirarse. Con el rostro hecho una sonrisa, con el corazón consolado. En paz con Dios y con los hombres. Pero esa es otra historia de la que hablaré el domingo.

 

 

Carmelo J. Pérez Hdez.

 

 

 

D. IGNACIO NOGUER SALE DEL HOSPITAL

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A continuación reproducimos la nota del Obispado de Huelva en la que informan de la mejoría del Obispo de Huelva, D. Ignacio Noguer:

 

NOTA DEL VICARIO GENERAL DEL OBISPADO.

 

 

                Según el parte médico, el Sr. Obispo es “dado de alta hoy en el Hospital Juan Ramón Jiménez, donde ha permanecido ingresado desde el pasado 6 de junio, completando su tratamiento y recuperación a domicilio.

 

                Seguirá controles periódicos en consultas externas, dado que la recuperación de su estado de salud así lo permite”

 

                Con este motivo el Sr. Obispo reitera su gratitud al equipo médico que le atiende y a todo el personal sanitario del Hospital.

 

                Ante la imposibilidad de responder a cada uno, agradece efusivamente las oraciones de quienes le han encomendado al Señor y le han expresado su interés y afecto durante los días de estancia en el Hospital.

 

                En el período de su necesaria convalecencia seguimos agradeciendo su mejoría al Señor y encomendándole un total restablecimiento y progresiva reincorporación a sus tareas habituales.

 

 

Huelva, 30 de junio de 2005-06-30

 

Ildefonso Fernández Caballero

 

 

NUEVO OBISPO DE TENERIFE: D. BERNARDO ÁLVAREZ AFONSO

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Sustituye a Mons. Felipe Fernández, titular de la sede desde 1991, quien continuará como Administrador Apostólico hasta la toma de posesión.

 

                La Nunciatura Apostólica en España comunica a la Conferencia Episcopal Española (CEE) que a las 12,00 horas de hoy, miércoles 29 de junio, la Santa Sede ha hecho público que el Papa Benedicto XVI ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la Diócesis de Tenerife que, Mons. Felipe Fernández García, le ha presentado en conformidad con el canon 401, párrafo 2 del Código de Derecho Canónico, y ha nombrado Obispo de la mencionada Sede Episcopal a D. Bernardo Álvarez Afonso, en la actualidad Vicario General de la misma Diócesis.

 

                Mons. Felipe Fernández continuará gobernando la Diócesis de Tenerife en calidad de Administrador Apostólico hasta la toma de posesión de D. Bernardo Álvarez Afonso.

 

Vicario General de la diócesis de Tenerife desde 1999

 

                D. Bernardo Álvarez Afonso nació en Breña Alta, Isla de La Palma (Canarias), el 29 de julio de 1949. Cursó estudios eclesiásticos en el seminario de Tenerife, recibiendo la ordenación sacerdotal el 16 de julio de 1976. En 1994 obtuvo la Licenciatura en Teología Dogmática por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.

 

                Su ministerio sacerdotal lo ha desarrollado íntegramente en la diócesis de Tenerife. Su primer destino fue en la Isla de la Gomera, como Párroco de Nuestra Señora de la Encarnación y de San Marcos Evangelista, de 1976 a 1980. Durante el año 1978 fue el responsable del Movimiento Junior de Acción Católica. De 1980 a 1982 fue Párroco de San Pío X y encargado de San Isidro, en la Isla de la Palma. De 1983 a 1986 continuó en la Isla de La Palma pero como Párroco de San Miguel Arcángel  y de Nuestra Señora del Carmen. Después pasó a la Isla de Tenerife donde fue, de 1986 a 1987, Párroco de San Fernando Rey y de San Martín de Porres y Arcipreste de Ofra.

 

                Desde 1987 ha desempañado distintos cargos en la diócesis. Desde ese año y hasta 1992 fue Director espiritual del Seminario menor (La Laguna) y Secretario de la Vicaría de Pastoral, cargo que compaginó, desde 1989, con el de Delegado diocesano de Liturgia. Durante dos años, de 1992 a 1994, viajó a Roma para cursar estudios en la Pontificia Universidad Gregoriana. De nuevo en Tenerife, fue nombrado Secretario de la Vicaría de Pastoral, responsable de la Catequesis de adultos y coordinador del área de Evangelización, cargos que ocupó hasta 1999. Además, fue Director del Boletín Oficial del Obispado, en 1995, y Secretario General de la Asamblea del Sínodo Diocesano, de 1995 a 1999.

 

                En la actualidad es Profesor de Teología Pastoral, desde 1987, y de Sagrada Escritura, desde 1995, en el Seminario diocesano y en el Centro diocesano de Estudios Teológicos y Vicario General de la diócesis desde 1999. Desde el año 1988 es miembro del Consejo Asesor de la Subcomisión Episcopal de Catequesis de la Conferencia Episcopal Española.

 

Mons. Felipe Fernández, Obispo de Tenerife desde 1991

 

                Mons. Felipe Fernández  nació en San Pedro de Trones, León, el 30 de agosto de 1935. Fue ordenado sacerdote el 28 de julio de 1957. Recibió la ordenación episcopal en 1976, al ser nombrado Obispo de Ávila, diócesis de la que fue titular hasta 1991. Desde entonces era el Obispo de Tenerife, de la que continuará al frente como Administrador Apostólico hasta la toma de posesión del nuevo Obispo.

 

                 

 

 

 

 

Madrid, 29 de junio de 2005

 

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