Está previsto que el día
El acto estará presidido pro el Sr. Obispo y distintos arciprestes y sacerdotes malagueños
Está previsto que el día
El acto estará presidido pro el Sr. Obispo y distintos arciprestes y sacerdotes malagueños
El fin de semana del 5 y 6 de marzo tuvo lugar una de las tradicionales citas del calendario pastoral diocesano. Ochocientos catequistas procedentes de las cuatro islas y los diecisiete arciprestazgos de la diócesis se dieron cita en S. Sebastián de La Gomera para celebrar el Encuentro Diocesano de Catequistas. Los mismos realizaron, desde la tarde del sábado, distintos talleres, una vigilia de oración en la playa y encuentros por grupos (repartidos por distintos lugares de la ciudad) para recibir una catequesis a partir de una breve representación del “Acta de los Mártires de África” del siglo IV, titulada Morir por el domingo. A la celebración de la Eucaristía en el templo de la Asunción siguió un almuerzo común y momentos lúdicos antes de retornar a los distintos lugares de origen.
Colaboración con el Fondo Diocesano de Solidaridad
Como todos los años me dirijo a vosotros en el Día del Amor Fraterno. Para nosotros, los cristianos, es el día que recuerda y celebra el gran mandamiento del amor, a ejemplo de Jesús, que se entregó a la muerte por todos los hombres (1Jn 13,34).
1. Senda del servicio y del amor misericordioso
En este día el culto de la Eucaristía está en el centro de la atención de la Iglesia. Siempre que nos reunimos para celebrar la Cena del Señor nos reunimos en el «cuerpo y sangre del Señor», que se entrega por nosotros. Este día se nos invita a pensar sobre nosotros mismos y sobre nuestro entorno social. Este año en el que Cáritas cumple cincuenta años, os invito a renovar y a recorrer la senda del servicio y del amor gratuito iniciado hace medio siglo.
2. Comunicación cristiana de bienes
El día de Jueves Santo nos recuerda también, desde el amor a la Eucaristía, la dura realidad de la pobreza, de la desigualdad hiriente y nos llama a la comunicación cristiana de bienes en favor de los pobres.
Por eso, hoy, día de Jueves Santo, quiero insistiros en la importancia de la acción caritativa y social de la Iglesia. el compromiso de ayuda a los necesitados es deber esencial de toda la comunidad cristiana, no de unos pocos.
En el día de Jueves Santo, en el sacramento de la Eucaristía y Amor Fraterno, os exhorto a que en vuestra acción caritativa y social paséis a la lógica de la «generosidad y de la gratuidad» propia de la «civilización del amor». Así seréis testigos de las palabras de Jesús: «Hay más dicha en dar que en recibir»
(Hch 20,35).
3. ¡Nadie sin futuro!
No nos engañemos. Si compartimos hay para todos. Si no hay, quiere decir, no sólo no compartiremos, sino que abusamos de bienes que no son nuestros, los retenemos injustamente y -como el rico epulón- los dilapidamos. Los pobres nos juzgan y ellos mismos nos acusan. En estos días en los que asistimos a la llegada de multitud de inmigrantes, se hace necesario reorientar nuestra actuación desde la propia identidad de Cáritas, desde el espíritu del Evangelio. Esto nos lleva necesariamente a trabajar desde la integración, desde la construcción de una sociedad para todos.
4. Si compartimos hay para todos
Sabemos, sin embargo, que no hay para todos: que son muchos los que mueren por no tener lo necesario, marginados, inmigrantes, desahuciados por una sociedad que se califica del bienestar y que, más bien, se muestra como una sociedad del despilfarro. No puede llamarse sociedad la que sustenta «una de las mayores injusticias del mundo contemporáneo, que consiste en que son relativamente pocos los que poseen mucho, y muchos los que poseen nada. Es la injusticia de la mala distribución de los bienes y servicios destinados originariamente a todos (cf. SRS, nº 28).
5. Fondo Diocesano de Solidaridad
Como cristianos, estamos llamados a colaborar. La participación en el culto eucarístico nos exige compartir nuestra vida y nuestros bienes con la gratuidad de Cristo. En una sociedad como la nuestra, donde todo se valora por el dinero, el amor gratuito se convierte en el signo de una nueva evangelización, en anticipo a la vida eterna. Es allí, en lo que hace por amor -sólo por amor- donde florece la vida. Al participar este día de Jueves Santo en la Eucaristía, nos comprometemos como la Iglesia a dar nuestra existencia para la vida del mundo y a trabajar para una sociedad en la que el bienestar -mejor sería llamarla justicia- sea para todos, renunciando no sólo a lo que nos sobra, a lo superfluo, sino a lo que llamamos necesario, y que seguramente no coincide con lo que tantos hermanos nuestros necesitan para vivir.
Por eso, las colectas, que en todos los templos de la Diócesis se van a realizar estarán destinadas íntegramente al Fondo Diocesano de Solidaridad. Este fue un compromiso de nuestro Sínodo diocesano
Reza por vosotros, os quiere y bendice,
+ Antonio Ceballos Atienza
Obispo de Cádiz y Ceuta
EN EL ITINERARIO CUARESMAL”
Mis queridos diocesanos:
La cuaresma es un tiempo muy importante en la vida de la Iglesia, que este año comienza muy pronto. Los cristianos vivimos hoy en una sociedad bastante secularizada, pero con toda la secularización de la sociedad que se quiera, los cristianos y las comunidades cristianas tendrán que imaginar cómo hay que vivir la cuaresma en este siglo XXI, siendo permanentes en la oración, el ayuno y la limosna.
1. Recorrer el camino que lleva a la Pascua
Para el hombre y la mujer secularizada todos los tiempos son iguales. No ocurre esto así para el cristiano. Hay momentos en los que el cristiano necesita recuperarse, volviéndose a su origen. El cristiano lo es por el bautismo, es decir, por su unión con Jesucristo muerto y resucitado. El cristiano es un hombre y una mujer que han muerto con Cristo al pecado y a este mundo viejo y pasajero y viven con Él para la vida inmortal en Dios. Ahí, en la muerte y resurrección de Jesús, encuentra el cristiano su origen, su razón de ser, su verdad, su fuerza y su esperanza. Ahí ha de volver. Ahí vuelve cuando la Iglesia y el cristiano celebran la Pascua, el paso de la muerte a la vida de Jesús. En cuaresma el cristiano empieza a recorrer el camino que le llevará a la renovación de la Pascua.
2. María en el itinerario cuaresmal
María, como nos dice el Papa Juan Pablo II en su mensaje para la Cuaresma del 2005, es nuestra guía en el itinerario cuaresmal. El Papa nos invita este año a acoger, apreciar, comprender y ayudar al anciano, y nos dice que la tercera edad puede desarrollar una gran función en la sociedad, dado que la sabiduría y la experiencia de los ancianos pueden iluminar el camino del hombre en la vía del progreso hacia una forma de civilización cada vez más plena (cf. Mensaje Juan Pablo II para la Cuaresma 2005, n. 3).
3. En la escuela de María
En esta cuaresma del 2005, en la que la Iglesia celebra el año de la Inmaculada, os presento a María, como modelo para vivir el itinerario cuaresmal. María, Madre de Dios y Madre nuestra, ha sido asociada para siempre a la obra de la redención, de modo que continúa procurándonos con su múltiple intercesión los dones de la salvación eterna” (LG 62). En ella la Iglesia ha llegado ya a la perfección, sin mancha ni arruga (cf. Ef 5,27), por eso, acude a ella como modelo perenne (cf. RM 42) en quien se realiza ya la esperanza escatológica (cf. LG 59). En ella encuentra todo cristiano, joven o anciano, y toda persona de buena voluntad el signo luminoso de
4. María, maestra y guía del Fiat y de la Pascua
Virgen María, en esta cuaresma del 2005, tú eres nuestra Señora de la Cruz y la Esperanza: “Señora del viernes y del tiempo. Señora de la noche y de
Considero, queridos hermanos, que, en esta cuaresma la vida de fe de María puede iluminar nuestro itinerario de la cuaresma como camino hacia
4.1. María, maestra y guía del Fiat
La prueba de la fe de María, no cabe la menor duda de que estuvo en el calvario. No obstante, la prueba más peligrosa estuvo en esos treinta años vividos bajo la espada del silencio en Nazaret. Los treinta años pasados en Nazaret, envolvieron psicológicamente el alma de María con el manto de la monotonía y la rutina del desgaste.
Recibamos este testimonio vivo de
En las eternizadas horas, daba vueltas en su cabeza a la impresión viva y fresca que recibió el día de la Anunciación y le comunicara el Arcángel: “Será grande y será llamado Hijo del Altísimo y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre” (Lc 1,32).
Van pasando los años y la perplejidad comenzó a golpear insistentemente las puertas de su corazón. ¿Sería verdad todo aquello? ¿No serían quizás sueños de grandeza? Esta es también nuestra suprema tentación en la vida de fe: querer tener evidencia de todo y tocarlo y palparlo todo.
4.2. Actitud de María
La Virgen golpeada por la perplejidad no se agitó: quedó en paz. Eso sí, se abandonó incondicionalmente, sin resistir, en los brazos de la monotonía, como expresión de la voluntad del Padre. Así, cuando todo parecía absurdo, ella respondía con su Amén y su Fiat al mismo absurdo, y el absurdo desaparecía. Al silencio de Dios respondía con el Hágase, y el silencio se transformaba en presencia.
La Madre se aferraba más y más al cumplimiento del plan de Dios y quedaba en paz y la duda se transformaba en dulzura: Jesús iba creciendo, todo sigue en silencio, no existe ninguna novedad. Existe un gran peligro para la fe de María: puede verse abatida por el desaliento, el vacío o
4.3. No resistir, sino entregarse
En estos momentos, la fe de María se veía asaltada y combatida por una serie de preguntas e interrogantes. Es, entonces, cuando María, para no sucumbir, vivió de la fe, de una fe adulta, pura y desnuda, aquella que sólo se apoya en Dios mismo. Su secreto fue éste: no resistir, sino entregarse. Ella no podía cambiar nada: ni la misteriosa tardanza de la manifestación de Dios, ni la rutina, ni el silencio de Dios, ni la prueba del desgaste. Solamente la entrega en un total abandono en los planes de Dios libró a María del peor escollo de su peregrinación. Así hizo María la travesía de los treinta años, navegando en el barco de la fe adulta.
4.4. Travesía de la Cruz
María avanza en el peregrinaje de la fe, en la travesía de
4.5. María sostuvo su Fiat
En medio de la oscuridad de la noche, María sostuvo su fiat en un tono sostenido y agudo. Al llegar a este momento de la fe de María, lo más importante no es el conocimiento, sino su fe; lo más importante no era entender sino entregarse; ella ora así: “Padre mío, hágase tu voluntad, aunque no entienda nada. Acepto tu voluntad, oh Padre, aunque no veo por qué mi Hijo tenía que morir de esta manera. Hágase. Me basta saber que es obra tuya. Hágase tu voluntad: lo acepto todo, y estoy de acuerdo con todo. Padre mío, en tus manos deposito a mi Hijo querido”.
5. Invitados a vivir nuestro itinerario de la cuaresma 2005
Algo parecido, amados diocesanos, nos ocurre a nosotros, sea cual sea la vocación y misión que estamos llevando a cabo como fieles cristianos laicos, consagrados y presbíteros, en nuestra querida y amada Diócesis de Cádiz y Ceuta. Unos y otros, jóvenes y mayores, estamos llamados a vivir este itinerario personal, como lo vivió
Un día fuimos llamados y se nos confió una misión. Nuestra historia personal encuentra en esta escuela de María un hondo sentido. Los primeros años todo es novedad. La generosidad inicial hizo que se desplegaran en nosotros energías e ilusiones y se lograran brillantes resultados, trabajamos con entusiasmo y fervor. Ha pasado algún tiempo y sin saber cómo y sin que nadie se diera cuenta, la novedad y la ilusión se murieron. Posiblemente en nosotros también pudo entrar la monotonía, la atonía, la rutina y el posible cansancio, como una sombra invisible que lo ha ido invadiendo todo. Llegó la fatiga, la noche, el silencio de Dios, el desencanto. Y ahora resulta difícil ser fiel a la vocación a la que hemos sido llamados, y mucho más difícil seguir adelante. Nos falta la frescura del primer amor, nos falta el fervor de los santos y la audacia evangélica.
No tengamos miedo, tenemos a María como nuestra maestra y guía, nuestro modelo de identificación en este camino de la cuaresma que prepara a
6. Acoger a los ancianos
El Papa Juan Pablo II nos invita a acoger a los ancianos: “Llegar a la edad madura es un signo de bendición de Dios. Y si el envejecimiento es acogido a la luz de la fe, puede convertirse en una ocasión maravillosa para comprender y vivir el misterio de la Cruz, que da un sentido completo a la vida humana cuando se vive con fidelidad la travesía pascual”(cf. Mensaje Juan Pablo II para la Cuaresma 2005, n. 1, 2).
Dios mediante su Espíritu nos hace personas nuevas aunque seamos ya personas mayores. Dios nos hace que podamos florecer y rejuvenecer, y ser fecundos como Abrahán y Sara, Zacarías y Santa Isabel, y San Joaquín y Santa Ana. Es más, aunque seamos personas mediocres y gastadas, siempre podemos florecer, aunque quizás necesitemos un golpe de gracia más fuerte, sabiendo que para Dios nada hay imposible.
Es necesario valorar a las personas ancianas, dado que ellas están llamadas a ejercer en la sociedad y en la Iglesia, una gran misión de sabiduría evangélica y humana.
7. Acompañar a nuestros mayores
Queridos diocesanos, durante esta cuaresma, ayudados de la Palabra de Dios, el ayuno y la oración, meditemos cuán importante es que cada comunidad acompañe con cariño y comprensión a aquellos hermanos nuestros que envejecen en nuestra diócesis (cf. Mensaje Juan Pablo II para la Cuaresma 2005, n. 4). Sea este uno de nuestros compromisos para este tiempo de gracia y conversión.
Que Santa María, nuestra maestra y guía en el itinerario de la cuaresma, nos conduzca a todos, especialmente a las personas ancianas, a un conocimiento cada vez más profundo de Jesucristo muerto y resucitado. Ella, junto con San Joaquín y Santa Ana, interceda por cada uno de nosotros, ahora y siempre.
Reza por vosotros, os quiere y bendice,
+Antonio Ceballos Atienza
Obispo de Cádiz y Ceuta
Han participado en esta Asamblea Plenaria los 76 Obispos – 66 diocesanos,
En la mañana del martes día 8 de marzo se conocía el nombre del nuevo Presidente de
En total, entre la mañana del lunes y la tarde del miércoles, se han efectuado 26 elecciones: Presidente, Vicepresidente, 3 miembros del Comité Ejecutivo, 14 Presidentes de Comisiones Episcopales, Presidente de
El Cardenal Arzobispo de Sevilla, Mons. Carlos Amigo, fue elegido miembro del Comité Ejecutivo y, por tanto, se encuentra entre los miembros que forman
Además de la renovación de los cargos, los Obispos españoles han aprobado en esta Asamblea Plenaria dos documentos presentados por
Como es habitual, otro capítulo de
La próxima semana visitarán
Iglesia de Nuestra Señora del Valle es el nombre que tendrá el templo que se está construyendo en Vera (Almería). La diócesis de Almería está construyendo esta iglesia ecuménica, la primera en la diócesis aunque están previstas otras, “porque ha aumentado la población que vive en la costa”. La diócesis ofrece así, en palabras de D. Adolfo Gonzáles Montes, Obispo de Almería, “hospitalidad a otras confesiones (…) y atención pastoral y de culto a anglicanos, ortodoxos y evangélicos”
El pasado 7 de marzo, el arzobispo de Santa Fe, Nuevo México (EEUU) junto a 49 peregrinos de su diócesis se acercó a Granada con motivo del V centenario de la muerte de Isabel la Católica. Al día siguiente, en la Capilla Real, el Hermano Mayor de la Real y Antigua Hermandad del Santísimo Sacramento de Santa Fe, Manuel Torres impuso la medalla de la Hermandad al arzobispo, Mons Michael Jarboe Sheehan.
Durante la homilía Mons. Sheehan agradeció a los Reyes Católicos su labor a favor de la evangelización de América: “Estamos en peregrinación para visitar los santos lugares de la fe católica porque tenemos un vínculo entre España y los EUUU, especialmente con nosotros porque Santa Fe es una región Católica. Los misioneros franciscanos españoles vinieron a traer la fe católica a los indígenas hace 400 años. Por tanto somos hermanos tanto en la fe como en muchos aspectos culturales. Es algo muy especial para nosotros la peregrinación a España. Volvemos a nuestro país con muy buenos recuerdos de Granada y de la Capilla Real. Rezo por los seminaristas porque todas las cosas que hacen los sacerdotes sirven para levantar a la gente espiritualmente, darles esperanza y alegrías”.
I Centenario de la llegada a Huelva del Beato Manuel González García.
El día 9 de marzo se cumplen cien años de la toma de posesión del Beato Manuel González García como párroco de parroquia de San Pedro de Huelva. Fue nombrado el 1 de marzo, a los pocos meses de su ordenación sacerdotal. Durante 11 años vivió en Huelva en la casa nº 12 del Paseo de Santa Fe. Y aquí ejerció su ministerio sacerdotal hasta que fue preconizado Obispo Auxiliar de Málaga, el 6 de diciembre de 1916. Por su vida y su cargo pastoral entre nosotros sigue siendo conocido en todas partes como «El Arcipreste de Huelva».
El 29 de abril de 2001, S.S. Juan Pablo II beatificó a don Manuel González García, (Sevilla, 25-2-1877 / Palencia, 4-1-1940), Párroco de San Pedro y Arcipreste de Huelva, entre 1905 y 1916, y Obispo de Málaga y Palencia. Su fiesta litúrgica se celebra entre las propias de la Diócesis de Huelva cada 4 de enero.