
Miles de fieles de la Virgen de Araceli se dieron cita el pasado domingo en Lucena para festejar el acto central del 450 aniversario de su llegada a la ciudad, procedente de Roma.

Miles de fieles de la Virgen de Araceli se dieron cita el pasado domingo en Lucena para festejar el acto central del 450 aniversario de su llegada a la ciudad, procedente de Roma.

Desde que el Sr. Obispo de Jaén, Mons. Ramón del Hoyo López, entregara la reliquia con la sangre del Beato Juan Pablo II a la Parroquia de San Eufrasio es constante el fluir de fieles que se acercan al templo parroquial para venerarla y encomendarse a la intercesión del Beato Papa.
El pasado viernes el taller de electricidad y electrónica recibió la visita de José Manuel Curbelo, subdirector de la unidad de producción térmica de Tenerife y representante de la Fundación Endesa, entidad financiadora de esta iniciativa formativa de Cáritas Diocesana. Fue recibido por nuestro director, Leonardo Ruiz y por Úrsula Peñate –coordinadora de Acción Social- así como miembros del equipo de empleo, María Socas (coordinadora), José Juan Rivero y David García, profesor encargado de la formación específica del taller.

Homilía pronunciada por el Obispo de Málaga, D. Jesús Catalá, en la visita pastoral a la parroquia de la Medalla Milagrosa (Melilla) el 20 de mayo de 2012.
VISITA PASTORAL
A LA PARROQUIA DE LA MEDALLA MILAGROSA
(Melilla, 20 mayo 2012)
Lecturas: Hch 1, 1-11; Sal 46; Ef 4, -; Mc 16, 15-20.
1.- Apariciones del Resucitado
Hoy según la liturgia celebramos el final de una etapa en la vida del Señor. Según el final del Evangelio de san Marcos, es la ascensión del Señor a los cielos. Celebramos en Navidad su nacimiento, en Pascua su muerte y resurrección, y desde el tiempo pascual hasta aquí, trascurridos unos cuarenta días, el Señor en ese tiempo confirma a los apóstoles en que ha resucitado, se aparece a ellos y les va adoctrinando antes de marcharse sobre la realidad del Reino de Dios (cf. Hch 1, 3).
Hoy el domingo de la Ascensión celebramos que el Señor deja la tierra, ha cumplido su misión y se va. Se va, pero no nos deja solos. El Señor nos envía el Espíritu Santo consolador para que nosotros podamos vivir según el estilo que hemos aprendido de Jesucristo.
2.- Ascensión del Señor a los cielos
En la Ascensión del Señor aparece que Él se eleva y los discípulos se quedan mirando al cielo (cf. Hch 1, 9). Y hay unos hombres que les preguntan: «Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que ha sido tomado de entre vosotros y llevado al cielo, volverá como le habéis visto marcharse al cielo» (Hch 1, 11).
Jesús se va, pero no nos deja. Jesús se va de la vida temporal, pero volverá de otra manera. Jesús vino hace dos mil años encarnándose en un cuerpo como nosotros de manera pobre y humilde, y lo crucificaron. Cuando venga Jesús al final de los tiempos o al final de la historia no vendrá ya con la forma de siervo de hombre, vendrá como Señor de la Historia y vendrá a ponernos a cada uno según cómo le hayamos servido aquí.
La última venida del Señor será una venida gloriosa y triunfante. Y si aquí en este mundo puede predominar el mal sobre el bien, la mentira sobre la verdad, la enfermedad y la muerte sobre la salud, cuando pase este mundo el triunfo será de la luz sobre las tinieblas, de la vida sobre la muerte, de la salvación sobre nuestros modos no adecuados de vivir. Por tanto, esta ascensión del Señor a los cielos nos recuerda que el Señor vendrá otra vez al final de los tiempos y también al final de nuestra vida. Cuando el Señor nos llame nos presentaremos delante de Él y juzgará nuestras vidas, las buenas obras que hayamos hecho o dejado de hacer.
Hoy podemos, como hemos cantado en el Salmo decirle y aclamar al Señor: “Dios asciende entre aclamaciones; el Señor al son de trompetas” (Sal 46). Porque si Cristo se sienta a la derecha de Dios quiere decir que va a prepararnos un sitio. Significa que Él se adelanta a lo que a nosotros nos invita detrás de Él. ¿A qué nos invita? A vivir no los gozos temporales, sino el gozo eterno. A disfrutar de la Luz, no la luz del sol, ni de los cirios, ni de nuestra bombilla, sino la Luz eterna, su Luz. No del amor que a veces vivimos aquí con muchas dificultadas, mezclados de egoísmos, sino el Amor pleno, el Amor de Dios porque Él es Amor. Y nos está invitando a ese tipo de vida, de Luz plena, de Amor, de gozo, de felicidad auténtica, que aquí vamos buscando un poco a trancas y barrancas sin encontrarla.
3.- La enseñanza de san Pablo
El texto de san Pablo a los Efesios es muy significativo y quiero reflexionar con vosotros por lo que nos dice a una comunidad cristiana.
Pablo se encuentra prisionero, en la cárcel, por ser creyente en Cristo y desde la cárcel saluda mediante una carta a los cristianos de la ciudad de Éfeso, que él había iniciado a la fe. Y va recomendándole y diciéndole que tienen que hacer para vivir como cristianos, y dice: «sed siempre humildes y amables, comprensivos, sobrellevaos mutuamente con amor, esforzaos en mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz. Sed un solo Cuerpo, tened un solo Espíritu, vivid como una misma familia, sed como una buena comunidad cristiana parroquial (cf. Ef 4, 1-4).
Pablo sabe lo que significa ser cristiano y está en la cárcel cuando escribe esto. Él ha tenido que pasar por la vergüenza, por el desprecio, por los azotes y la cárcel, y al final hasta la muerte, la cortan la cabeza en Roma, por ser cristiano.
San Pablo pide que «tengamos todos un solo Señor, un solo cuerpo, un solo Espíritu, una sola esperanza a la vocación a la que habéis sido llamados, un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todo» (Ef 4, 4-5). Hay muchos señores en nuestra sociedad, hay muchos dioses a quienes nuestros contemporáneos adoran y van detrás, hay muchos espíritus, hay muchas opiniones que desean prevalecer como si fueran la verdad, hay una Verdad, la de Cristo.
Las opiniones de otros no tienen por qué ser “la verdad”; porque pueden estar totalmente equivocados. Una ley por el hecho de que esté sancionada y legislada no tiene por qué tener la verdad, puede estar totalmente equivocada. Pondría muchos ejemplos, muchos. Podíamos incluso quedar de acuerdo en que matar a otro no fuera castigado por la ley y que no fuera un acto penal, sino que fuera un acto celebrativo. Y cada vez que uno matara a otro haced una fiesta. Una ley podría ser publicada así. ¿Tendría razón y sería verdad esa ley porque la han aprobado un grupo de señores? La verdad no la da una mayoría numérica, aunque se llame democrática, la verdad se realiza y se expresa y se hace auténtica por sí misma. Y para nosotros la Verdad es Dios, es Jesucristo. Los otros son reflejos, las otras cosas pueden ser ofuscaciones de la mente. La situación conviene que seamos conscientes de ella.
San Pablo dice: «Él (Dios) ha constituido a unos apóstoles, a otros profetas, a otros evangelizadores, a otros pastores, a otros maestros, todos para edificar la Iglesia» (Ef 4, 11). Y en la parroquia podemos decir: “A unos el Señor los ha constituido obispo, sacerdotes, catequistas, padres, gente que canta en el coro y prepara la liturgia, miembros que se asocian en cofradías, en movimientos”. Cada uno tiene una tarea, en la parroquia cada uno tenéis una tarea, pero todos para construir la misma comunidad, para construir la misma Iglesia y que adore, que alabe al único Dios y Padre de Nuestro Señor Jesucristo, no a cualquier “diosecillo” que nos inventemos.
4.- Visita pastoral a la parroquia
Hoy estamos celebrando en esta parroquia de Nª Sª de la Medalla Milagrosa la Visita Pastoral del Obispo. Deseo animaros, queridos fieles, a que viváis el espíritu de Jesucristo, este espíritu que es el Espíritu de Dios; a que viváis la unidad de la Paz, la unidad del amor, la unidad del amor, la unidad de la fe. A que os apoyéis mutuamente unos a otros para dar testimonio fuera. Vivimos en una sociedad que como tal sociedad no sigue las directrices de Jesús. Somos como la levadura en la masa. Somos numéricamente pocos, los cristianos hoy somos pocos en la sociedad y los verdaderos cristianos nunca han sido mayoría. Una cosa es la mayoría sociológica de llamarse cristianos y otra cosa es la de vivir como cristianos.
En esta Visita Pastoral quiero invitaros a que toméis en serio la fe, a que la viváis en profundidad, a que conozcáis más a Jesucristo, a que seáis testigos suyos donde nos toca vivir: en la familia, en el trabajo, en la vecindad, en la sociedad donde se cuecen las leyes, en la política, en la economía.
El cristiano ha de estar dentro del mundo para transformarlo. La luz de la fe, como este Cirio Pascual nos presenta, que es la Luz de Cristo resucitado, ha de iluminar todos los rincones de nuestra vida, todas las dimensiones. Esta luz de la fe no es sólo para que esté en un templo. Algunos no cristianos, algunos que no creen y no quieren que la Iglesia realice su misión desean que los cristianos tengamos la boca cerrada porque molesta nuestro testimonio. Solamente por el hecho de vivir como tales eso ya molesta a otros. El hecho de casarse un varón y una mujer eso ya molesta a algunos que quieren otro tipo de formas de unión. No nos oponemos a otro tipo de formas de unión, el que no las quiera o el que las quiera ya se apañará, respetamos la libertad, pero que respeten también la nuestra.
Como un ejemplo voy a deciros algo que creo que la gente no ha caído en la cuenta. Las leyes en España ya no hablan de matrimonio entre un varón y una mujer, esa palabra no existe en el código civil, ha desaparecido. Y nosotros profesamos que el matrimonio es entre un varón y una mujer, pues ya no existe la terminología, ya no sois matrimonio varón y mujer, ya no sois esposos y esposas, queridos ciudadanos de España. Ahora sois un miembro con otro miembro, un progenitor y otro progenitor, pero no existe el término esposo-esposa, marido-mujer, no existe en nuestra legislación. Y eso es gravísimo porque podían existir otras formas de unión, pero dejad que exista la unión llamada entre marido y mujer.
Es bueno que seamos conscientes de ello y que seamos valientes a la hora de vivir nuestra fe y a la hora de compartirla con quien no cree, sin beligerancias, sin tensiones, pero ofreciendo nuestra fe.
5.- Asumir cada cual el compromiso cristiano
Quiero invitaros a que toméis en serio cada uno la misión que el Señor os ha puesto. Queridos padres no renunciéis a educar a vuestros hijos en la fe, no dejéis que otros eduquen, formen a vuestros hijos en contra de vuestras conciencias. Es un derecho que tenéis vosotros. Algunos gobiernos están poniendo en entredicho que eso no es derecho de los padres, eso es derecho de los Estados, a los Estados que así piensan se les llama “Estados totalitarios”.
El derecho de educar a los hijos no es del Estado, es de los padres. El Estado complementa y es subsidiario en la tarea que primordialmente les toca a los padres. Y eso es un derecho. No sólo un derecho natural sino un derecho constitucional, está en la Constitución. Eso es exigible, no podemos rebajar el nivel de nuestras exigencias.
Pedimos que el Señor nos ayude a vivir con alegría la fe, el ser seguidores de Jesucristo, a que funcionemos como comunidad parroquial y como Iglesia con un solo Espíritu, como si fuéramos un solo cuerpo, porque lo somos.
6.- Confirmados con el Espíritu Santo
Vamos a confirmar a este grupo; y decía el libro de los Hechos: «Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo» (Hch 1, 5). «Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que va a venir sobre vosotros y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria y hasta el confín de la tierra» (Hch 1, 8).
Queridos confirmandos, habéis sido bautizados con agua en el bautismo, hoy hemos bendecido la pila bautismal. Ahora vais a ser bautizados no con agua, sino con Espíritu Santo y fuego. Vais a ser marcados, os decía antes de la Misa, con el sello del Espíritu Santo. Dejaos marcar, dejaos trasformar por el Espíritu para que seáis imagen viva y andante, en la sociedad, en la familia, imagen viva de Jesucristo. Dejad que el Espíritu santo penetre esta tarde en vosotros y que os trasforme por dentro.
7.- Comprender la esperanza a la que estamos llamados
Que el Señor nos ayude a entender y a comprender la esperanza a la que estamos llamados. Eso lo ha dicho en la carta a los Efesios: «Que ilumine los ojos de vuestro corazón para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos» (Ef 1, 18).
¿Sabéis de qué estoy convencido? Si la gente supiera de verdad que es ser cristiano se volvería loca por ser cristiano, pero no entiende o no le hemos dicho con claridad lo que es ser cristiano. Tal vez nuestra conducta les impida ver la verdad de la fe, pero si comprendiéramos la maravilla que significa ser hijo de Dios, vivir iluminado a la luz del Evangelio y de la fe, vivir en la verdad, vivir en libertad, vivir en el amor. Si comprendiéramos lo que eso significa seríamos unos cristianos profundamente trasformados que transformarían el mundo.
8.- Mandato misionero
Vamos a pedirle al Señor que nos haga capaces de entender esa vocación a la que nos llama y que nos de la fuerza para ser testigos. En el Evangelio el Señor, antes de volver al cielo, ha dicho: «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación» (Mc 16, 15). Id al mundo entero, Melilla es parte de ese mundo. Melilla y Málaga y España, son lugares distintos del lugar donde dijo Jesús esta palabra. Esto lo dijo en Jerusalén, estamos a miles de kilómetros de donde fue dicho. Somos, por tanto, tierra de confín, somos el extremo de la tierra en aquel momento. Luego aquí, en Melilla se ha predicado la Palabra de Dios y el Evangelio de Jesucristo. Ahora nos toca a nosotros ser testigos, ser misioneros y vivir esa fe.
Le pedimos a la Virgen, NªSª de la Medalla Milagrosa, Ella sí que ha vivido sabiendo lo que significaba su hijo Jesucristo, que nos ayude a penetrar en el misterio de lo que significa Jesús en nuestra vida y que nos de fuerza para ser testigos aquí, como dice el texto: «en Jerusalén, en toda Judea y Samaria y hasta el confín de la tierra» (Hch 1, 8). En la parroquia de la Medalla Milagrosa, en Melilla, en Málaga y hasta los confines del mundo. Que así sea.
Los seminaristas Sergio Moreno Ruiz, Pedro Antonio Lozano Ramírez y Javier Ramírez Fernández han alcanzado este mediodía el diaconado en una celebración que ha llenado la Santa Iglesia Catedral del Salvador.
La actuación que se está llevando a cabo en el emblemático templo de Fuentes de Andalucía contempla la consolidación y rehabilitación estructural de las cubiertas de la iglesia, además de la la recuperación de la fisonomía original de la torre-campanario.

Homilía pronunciada por el Obispo de Málaga, D. Jesús Catalá, en el centenario del Colegio «La Salle-El Carmen» celebrado en Melilla el 19 de mayo de 2012.
CENTENARIO DEL COLEGIO “LA SALLE-EL CARMEN”
(Melilla, 19 mayo 2012)
Lecturas: Hch 1, 1-11; Sal 46; Ef 1, 17-23; Mc 16, 15-20.
1.- Querido hermano en el episcopado, D. Ramón; estimados sacerdotes, queridos hermanos de La Salle; excelentísimas autoridades de la Ciudad Autónoma de Melilla; Comunidad educativa del Colegio La Salle-El Carmen; y fieles todos congregados hoy para agradecer al Señor el gran don de la presencia de los hermanos de La Salle en nuestra Ciudad con una misión muy especial durante estos cien años.
El Evangelio de hoy en este séptimo domingo de la Pascua nos presenta la última etapa, el final de la vida terrena de Jesús que después de su resurrección estuvo durante cuarenta días haciendo dos cosas, sobre todo: en primer lugar, apareciéndose a los discípulos y dándoles pruebas de que estaba vivo, tenía que ayudarles a superar el miedo de la cruz y a reafirmarles en la fe. Y, en segundo lugar, les hablaba del Reino de Dios. Dos tareas importantes: confirmarles en la fe, en la resurrección y que asumieran los valores del Reino de Dios.
«Se les presentó él mismo después de su pasión, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles del reino de Dios» (Hch 1, 3).
2. Tanto en el libro de los Hechos como el libro de Marcos, los dos, nos han narrado el hecho de la Ascensión del Señor a los cielos. «A la vista de ellos, fue levantado al cielo, hasta que una nube se lo quitó de la vista» (Hch 1, 9).
Los discípulos atónitos miraban que les dejaba y unos emisarios tienen que decirles y caer en la cuenta de que termina su presencia aquí: «Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que ha sido tomado de entre vosotros y llevado al cielo, volverá como le habéis visto marcharse al cielo» (Hch 1, 11).
Ha terminado una etapa, Cristo ha muerto, ha resucitado, ha confirmado en la fe a los discípulos, termina su misión entre la Humanidad y se marcha, regresa junto al Padre, de donde salió.
3.- Hemos recitado en el Salmo responsorial: «Dios asciende entre aclamaciones; el Señor al son de trompetas» (Sal 46). No es una ida para abandonar a los hombres; por tanto, no es una ida triste, es una ascensión gozosa. Los fieles aplauden, cantan, tocan la trompeta, aclaman a Jesús como Señor de la Historia, como Señor de sus corazones porque sigue reinando en el corazón de los hombres Cristo resucitado.
«Después de hablarles, el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios» (Mc 16, 19).
Sentarse a la derecha de Dios significa que el Señor nos adelanta en nuestro propio destino. No estamos destinados a quedarnos aquí en la Tierra. Mas, hay de aquel que piense que su destino está aquí, porque lo dejará todo exactamente igual y aquí no permanecerá. El destino nuestro es vivir el gozo eterno, disfrutar de la luz indeficiente, gozar del amor pleno, de todo aquello que aquí lo degustamos anticipadamente pero no en plenitud, ni la luz, ni la paz, ni el amor, ni la felicitad plenas están aquí.
Aquí saboreamos el inicio, esto es una pequeña degustación, éste no es el plato fuerte. El plato fuerte está después del umbral de la muerte temporal.
4.- ¿Cómo se pude llegar a degustar esa presencia plena del Señor? El mismo Jesús nos ofreció para cuando Él no estuviera entre nosotros los gestos sacramentales, inicialmente el bautismo. Y el libro de los Hechos que hemos escuchado repetía: «Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo dentro de no muchos días» (Hch 1, 5). «Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que va a venir sobre vosotros y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria y hasta el confín de la tierra» (Hch 1, 8).
Esa vida nueva que da el Espíritu es el gran don que el Señor nos da. Pero eso hace falta entenderlo. Durante ese tiempo en que Jesús después de resucitar entre los muertos se aparece a los discípulos y les habla del Reino, es como el maestro que está dando las últimas instrucciones, como el padre de familia que a sus hijos antes de dejarle definitivamente les da sus consejos. Mirad, vivid así, tened paz entre vosotros, descubrir lo que es la vida verdadera. Pues el Señor en esos días y en ese final de su etapa en la tierra también les anima a los discípulos a que comprendan la esperanza a la que estamos llamados. Una esperanza que no se realiza de manera plena aquí.
5. La carta a los Efesios nos recuerda en qué consiste esa esperanza. Dice: «A fin de que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo» (Ef 1, 17). Es un don del Señor, nadie puede conocer lo que hay detrás del umbral de la muerte, nadie, ni científicos, ni inventores, nadie, sino sólo desde el don del Espíritu. Para poder captar lo que ocurre después, para poder saborear, en el sentido de sabiduría, saborear la verdadera vida es por gracia y don del Espíritu. Y Pablo pide que el Señor nos de ese Espíritu de sabiduría y de revelación para conocer aquello tan grande, tan hermoso a lo que estamos llamados: «E ilumine los ojos de vuestro corazón para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos» (Ef 1, 18).
Cuidado, que no dice ilumine los ojos de vuestra inteligencia, los ojos de vuestro corazón. Solamente con el Espíritu se puede ver. La Luz de Dios entra por el corazón y por la fe, no entra por la inteligencia. La inteligencia queda corta en este sentido. Por tanto, a los creyentes se nos concede el favor de poder penetrar en esa sabiduría gracias al Espíritu.
6.- Como conclusión de este profundizar en el misterio de Jesús y de saborear lo que nos espera a partir de la otra vida, el Señor Jesús en su salida de este mundo da un mandato. En el final del Evangelio de Marcos Jesús dice a sus discípulos: «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación» (Mc 16, 15).
Proclamad el Evangelio a todos, a todos, lo acojan o no lo acojan. Y «ellos se fueron a predicar por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban» (Mc 16, 20).
7.- Hoy celebramos la acción de gracias a Dios por este primer Centenario; espero que los hermanos puedan cumplir el segundo centenario; al menos desde la fe. Celebramos la acción de gracias por este Centenario de la presencia de los Hermanos de la Salle en esta ciudad querida.
¿Por qué vinieron aquí hace cien años? ¿Por qué vinisteis aquí? Ya lo habéis dicho con vuestra presencia. Habéis venido por cumplir este mandato misionero: «Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación» (Mc 16, 15). Esa es vuestra tarea, esa ha sido vuestra tarea hasta ahora. Gracias por ello.
Sus orígenes. El colegio del Carmen, que así se llamó al principio, inició su andadura en julio de 1912, por ser la fiesta de la Virgen, el mismo 16 de julio; llamado así Nª Sª del Carmen, después “La Salle-El Carmen” como bien sabéis.
Características. ¿Qué características tiene este colegio? Dicho por sus fundadores y los que ahí trabajáis en la viña del Señor. Voy a intentar sintetizar unas características que veo y que vosotros vivís.
8.- ¿Qué es el Colegio “La Salle-El Carmen”? Un “areópago de evangelización”. Si se nos manda «Id por el mundo entero y predicar» es para evangelizar, no para hacer otras cosas.
La dedicación principal del Colegio durante los cien años ha sido a la formación humana y cristiana de sus alumnos, la evangelización de los alumnos y sus padres. Esa es vuestra tarea, no es sólo cultura humana, no son solo valores. Se habla mucho en la moda de la educación en valores.
Pero ¿quién determina cuales son los valores en los que hay que educar? ¿La ideología, un partido político, un grupo de presión? Porque aquí cada uno tiene unos valores. Los valores del Reino de Dios, los que proclaman el Evangelio y la Buena Noticia de Jesucristo, no hay otros valores. En realidad, no deberíamos hablar ni si quiera de valores.
La predicación de la persona de Jesucristo, la Nueva Buena es una persona, el Hijo de Dios hecho hombre, esa es la Buena Nueva. Lo otro son concreciones, aspectos derivaciones. A quien hay que predicar es a Jesucristo como Centro, como Mesías, como Señor de la historia, como Salvador del mundo, como Hijo de Dios hecho hombre, esa es la Buena Noticia. Él ha dicho “id y predicad por el mundo entero el Evangelio, la Buena Nueva”, no una buena nueva, no unos valores, sino la Buena Nueva, la salvación que Cristo ha traído.
9.- No tengamos miedo de predicar esa Buena Nueva. Vuestro fundador con otras palabras habla de una identidad, de una memoria en vuestra tarea. Traduciéndolo ahora en pleno siglo XXI diría que el Colegio tiene que tener identidad y calidad.
Está demostrado por estadísticas y estudios científicos que se han hecho en España que los mejores colegios de mayor calidad son aquellos que mantienen clarísima su identidad. En este caso su identidad católica. O mantenéis la identidad católica en vuestro colegio o no tendrá calidad. Otros colegios pueden tener otra identidad. Lo primero que evalúa alguien que va a cotejar y a valorar el trabajo es si lo que se hace corresponde al objetivo para el que se creó esa institución. En este caso se creó para una formación católica, sino no se hace… Pero como eso es lo que se pretende y se hace no hay problema.
10.- Otra característica del Colegio es como “espacio celebrativo”. Se celebra la fiesta, se celebra muchas cosas, se celebra la liturgia. Se cuida con esmero las celebraciones religiosas, las catequesis, la administración de los sacramentos de iniciación cristiana: confirmación y eucaristía. Porque esto forma parte de la identidad católica. Cualquier otro colegio estatal no puede hacer esto, no lo hace, no está en su objetivo.
El Colegio ha sido y debe seguir siendo un semillero de vocaciones a la vida cristiana y a la vida consagrada, o a la vida de especial consagración. No sólo un semillero de buenas vocaciones al matrimonio o a las profesiones diversas, también debe nacer, deben cuidarse, deben promoverse las vocaciones a la Vida Consagrada. Y me alegro de que hayan salido varios, una treintena al menos, de sacerdotes y religiosos a diferentes Órdenes y Congregaciones Religiosas del Colegio.
11.- El Colegio es y debe ser, concretamente en Melilla, un especio de “diálogo interreligioso”. Nos consta que ha estado abierto y lo sigue estando a los alumnos de diferentes religiones. Melilla es un lugar especial para el diálogo y el Colegio debe ser expresión de ese diálogo interreligioso entre cristianos, musulmanes, judíos y otras religiones orientales porque viven aquí también. Esta apertura ha contribuido y puede contribuir mucho a la buena convivencia de los ciudadanos en nuestra ciudad.
Sé que dedicáis por las mañanas esa reflexión, aunque sea corta, pero es de común sentir que la pequeña gota de agua, una detrás de otra es capaz de penetrar la más dura piedra. Cinco primeros minutos de la mañana dedicados a una reflexión que no sea solo valores humanos, que sea sobre todo la luz del Evangelio, eso trasforma al alumno y trasforma a la sociedad.
No os quedéis solos con los valores humanos, ofreced no imponed, ofreced a cualquier alumno, aunque sea de otra religión, ofrecedle el mensaje de Cristo. Si quiere se acercará y si no lo dejará. Ofrecer no es imponer. Y que nadie nos ataque de imposición. El Evangelio se ofrece, el amor se ofrece, la amistad se ofrece. Nada de estas tres cosas se imponen: ni la fe, ni el amor, ni la amistad. Se ofrece. Pero no tengamos vergüenza a ofrecerlo.
12.- Otra característica, que es más humana por decirlo de alguna manera, el Colegio es un Centro de “promoción cultural”. De ahí han salido, como hemos dicho, distintas profesiones y una preparación para que los alumnos en su futuro familiar, profesional, socio-político sepan estar a la altura y sean buenos ciudadanos. Ojalá nuestros alumnos salgan con esa marca, con esa huella positiva de hombres abiertos, hombres de diálogo, ciudadanos buenos, generosos, libres, que buscan la verdad, ojalá.
Y ese es vuestro orgullo con los miles que habéis dicho que han pasado durante estos cien años.
13.- Hay dos gestas históricas, que conocéis mejor que un servidor, pero que quiero ponerlas aquí como agradecimiento a vosotros y al Señor en esta tarde, porque esto es una Acción de Gracias a Dios. Dos gestas que marcan al Colegio en sentido positiva.
La primera es que el Colegio sirvió como “hospital de sangre” en 1921, durante la guerra marroquí; los hermanos lo ofrecisteis a la Cruz Roja. Una cesión que duró un curso entero y vuestro trabajo como voluntarios en esos días para recoger las consecuencias de un desastre de enfrentamiento. Por esa gesta habéis tenido reconocimiento, llamémosle sociales, humanos, creo que hasta el Rey Alfonso XIII os concedió una bandera como símbolo de agradecimiento. Y hace poco habéis recibido la placa de la Cruz Roja como agradecimiento y colaboración prestada durante este siglo. La misma Ciudad Autónoma le ha ofrecido la Medalla de Oro de la Ciudad, ¡enhorabuena!
Estos son reconocimientos y agradecimientos humanos, de las altas autoridades que agradezco y respeto públicamente. Pero deseo que sea el Señor, que sea Jesús el Señor, y que sea su esposa, la Iglesia, la que os agradezca la misión que estáis haciendo.
14.- Y ahora viene la segunda gesta. Cinco Hermanos fueron declarados Beatos, creo que fuera de Melilla, en Almería, cinco de los que trabajaron en el Colegio de Melilla durante varios años en su tarea docente. Eso sí que es un altísimo reconocimiento de la labor bien hecha. La Iglesia ha empeñado en su palabra y ha dicho que cinco de vuestros Hermanos están en el cielo, están gozando de lo que decíamos antes, de la plenitud de la Luz, de la felicidad eterna, de la presencia y de la contemplación de Dios amor. ¡Qué mejor reconocimiento que ese!
¡Demos, pues, hoy queridos hermanos todos, gracias a Dios por estos cien años de presencia cristiana y misionera en Melilla de los Hermanos de La Salle!
Damos gracias a Dios también, la comunidad quiere daros las gracias a vosotros, a todos vosotros que durante estos cien años entregaron con generosidad la vida en esa tarea eclesial que el mismo Señor os confió.
15.- Quiero terminar con unas palabras sobre la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. En el mensaje del papa Benedicto XVI nos ha dicho: “En la contemplación silenciosa emerge, asimismo, todavía más fuerte, aquella Palabra eterna por medio de la cual se hizo el mundo, y se percibe aquel designio de salvación que Dios realiza a través de palabras y gestos en toda la historia de la humanidad” (Benedicto XVI, Mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones sociales, 24.01.2012).
Hagamos una oración por todos aquellos que hoy se dedican a las comunicaciones sociales, porque este domingo es la Jornada Mundial. Pedimos al Señor por los comunicadores, para que sean portadores de la Verdad. A quienes se dedican, como profesionales, a trasmitir noticias, les pedimos, por favor, que no se las inventen, que digan la verdad, que nos narren los hechos, que no nos manipulen lo que ocurre, que no manipulen las conciencias. Pedimos al Señor por todos ellos para que hagan un trabajo honrado y que nosotros mismos seamos hombres veraces.
Le pedimos a la Santísima Virgen María, Santa María de la Victoria, que nos siga a todos acompañando en nuestra tarea y que, a vosotros, queridos Hermanos de La Salle, os acompañe de modo especial en esa misión que la Iglesia os confió desde hace cien años. Ojalá no nos paremos aquí y lo podamos celebrar desde el cielo, esperamos por fe y esperanza. Ojalá dentro de cien años los melillenses puedan seguir dando gracias a Dios por el segundo centenario de vuestra presencia en Melilla. No os marchéis de aquí. Gracias.

El Obispo Diocesano, Mons. D. José Manuel Lorca Planes, acogió ayer en el Palacio Episcopal, la visita del Arzobispo Emérito de Quito (Ecuador), el Cardenal Raúl Vela Chiriboga. El motivo de la visita del Cardenal a la Diócesis de Cartagena es agradecer a los sacerdotes y seglares murcianos que fueron a ayudar a Ecuador cuando él solicitó su ayuda en la época en que era Arzobispo. El Cardenal Vela ha viajado acompañado de un matrimonio de San Javier (Murcia), que colaboran en Ecuador impartiendo clases de formación.

Este signo, que se corresponde con la ropa que llevara el Beato el día que atentaron contra él, el 13 de mayo de 1981, se ha traído coincidiendo con la proclamación de este Papa como Patrón de los jóvenes onubenses.
La Fundación ETEA y la Universidad Loyola Andalucía han presentado un proyecto Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con el objetivo de fortalecer el sector agrario y su financiación mediante el desarrollo del sector financiero y asegurador en Centroamérica y Caribe. La Fundación ETEA para el Desarrollo y la Cooperación es un centro universitario de la Compañía de Jesús cuyos objetivos son la formación, investigación y acción en el campo del desarrollo y la cooperación en los países más desfavorecidos.