SEMBRAR EN ABUNDANCIA
Queridos diocesanos:
Algunos datos importantes.
Cuando se habla de la Iglesia en España, se deben tener en cuenta a las 69 diócesis, las cuales, de una manera autónoma, atienden a los fieles que las conforman a través de parroquias, seminarios, comunidades, movimientos, etc. Sólo parroquias hay más de 23.000, con todo lo que suponen tanto los templos como el personal, en el cual no sólo entran los 19.300 sacerdotes sino también un gran número de religiosos y seglares dedicados a las distintas actividades pastorales.
Nuestra diócesis de Jerez comprende una superficie de
Ayudar para auxiliar a todos.
Como bien sabemos todo tiene un precio y no nos parece mal pagar el ocio, la academia del niño o la cantidad de cosas superfluas por las que hoy damos dinero. En cambio, cuando se trata de cumplir el quinto mandamiento de la Iglesia, a saber: “ayudarla en sus necesidades”, la cosa a veces cambia, y muchos cristianos viven como si la Iglesia se sostuviese del aire, o recibiera cientos de millones de euros en concepto de subvenciones. Además no faltan algunos medios de comunicación social que, buscando determinados intereses, no paran de intoxicar a la opinión pública con informaciones que carecen de fundamento. La realidad es bien distinta y conviene saberla, pues la Iglesia vive de la cariad de sus fieles, quienes contribuyen de diversos modos. No hay nada que ocultar y, al mismo tiempo, muchas realidades pastorales, sociales y culturales que mantener, las cuales están beneficiando a toda
Aportación de la Iglesia a la sociedad.
Sin embargo, todas las estructuras sociales de la Iglesia están al servicio de la evangelización y del bien de las personas. Por eso, en un mundo donde todo tiene precio, la Iglesia propone un conjunto de valores que enriquecen a la humanidad en su conjunto (amor, ternura, bondad, generosidad, entrega, trabajo bien hecho, sinceridad de corazón, compromiso, austeridad, belleza, amistad, oración… entre otros). Ella está presente en los sitios donde nadie quiere estar, junto a los enfermos, desahuciados, presidarios, drogodependientes, enfermos del Sida, pueblos olvidados, etc., en fin, sembrando siempre esperanza y consuelo a todos sin distinción alguna. Pero ¿cómo transmite la Iglesia estos valores?
* Con la palabra: homilías, charlas, catequesis, docencia, publicaciones…
* Con el testimonio de vida de los creyentes que encuentran en Jesucristo el fundamento de los valores permanentes proclamados por el Señor con su vida y su obra redentora.
*Con obras e instituciones: tales como el trabajo realizado por los sacerdotes y religiosos, la labor de movimientos y asociaciones, la tarea educativa de nuestros colegios y universidades, la asistencia social y caritativa de las residencias de ancianos y de los centros para niños y jóvenes con problemas, la atención a los inmigrantes, el cuidado a los pobres mediante los albergues y comedores, etc. Todo esto no sólo beneficia a los católicos, sino a todos los que llaman a nuestras puertas.
La diócesis necesita de tu generosidad.
Para seguir realizando el bien de “Los valores permanentes de la Vida en tu Iglesia” como señala lema de este año del “Día de
* Mediante la cuota periódica, dando orden a tu banco para que anual, trimestral o mensualmente ingrese en la cuenta del Obispado la cantidad que libremente decidas.
* Siendo generoso en las colectas de tu parroquia, no olvidando el deber de todo cristiano de la limosna en favor de los necesitados, o bien entregando voluntariamente para las necesidades pastorales y caritativas ofrendas, legados, herencias…
* Poniendo
El futuro de la sociedad depende de la educación en los valores, la Iglesia a lo largo de los siglos ha sabido insertar en el corazón humano los grandes valores que hacen que la
Con mi agradecimiento anticipado te imparto la bendición del Señor.
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Obispo de Asidonia-Jerez
Jerez de la Frontera a 15 de octubre de 2005.