Con el objetivo el «fortalecer la comunión de las realidades eclesiales de laicado asociado y favorecer la integración de actividades al servicio de la misión común de la Iglesia diocesana».
50 Aniversario de la bendición de la imagen de María Stma. del Mayor Dolor
Conferencia en Lucena.
Finaliza el Triduo de la Milagrosa en Cuevas del Almanzora
El pasado fin de semana finalizó el Triduo en la parroquia Nuestra Señora de la Encarnación de Cuevas del Almanzora en honor a María, en la Advocación de la Medalla Milagrosa. La Asociación de la Medalla Milagrosa, junto con la Comunidad de las Hijas de la Caridad, eligió a Antonio Jesús Martín Acuyo, párroco de esta localidad, para la predicación de este acto de piedad.
Tuvo un cariz especial debido a que coincidía con el final del centenario de la aprobación Pontificia de dicha asociación, además de celebrarse el año Jubilar para la familia Vicenciana, donde se conmemoran los 350 años de la muerte de San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac, fundadores de la Sociedad de Vida Apostólica de la Hijas de la Caridad presentes en Cuevas del Almanzora desde 1850.
El primer día del triduo se presentaron las urnas con la imagen de la Virgen María que visita las casas de la localidad, para meditar sobre la influencia de la Madre de Dios en la vida familiar. En el segundo día se bendijeron las medallas de la Asociación de la Medalla Milagrosa que fueron impuestas a sus miembros, junto a la insignia. El último día se repartieron a todos los feligreses las medallas de la Milagrosa, tan venerada en esta localidad del levante almeriense de Cuevas del Almanzora, para finalizar con la meditación sobre “María, signo de la evangelización y el testimonio de vida para descubrir a Cristo”.
Fiestas patronales de Bayárcal
Este fin de semana, la localidad de la Alpujarra almeriense de Bayárcal, próxima al Puerto de la Ragua, celebra sus fiestas patronales en honor a San Francisco Javier y la Inmaculada Concepción. La misa mayor por el que fuese compañero de San Ignacio de Loyola se celebrará el sábado, 5 de diciembre, a las 12:00h. Una vez concluida la Eucaristía se procederá a la procesión con las imágenes sagradas por las calles de Bayárcal.
Al día siguiente, y con el mismo horario, Agustín Joya Lamata, párroco de San Francisco Javier de Bayárcal, presidirá la misa en honor a la Inmaculada Concepción.
Los Obispos de Almería y la II República
La Oficina de Medios de Comunicación del obispado de Almería entrevistó al M. I. Sr. D. Francisco J. Escámez Mañas, Canónigo Archivero de la Catedral, con motivo de su reciente ponencia “Los obispos de Almería y la II República” expuesta en el curso La Confrontación católico-laicista en Andalucía durante la crisis de entreguerras, organizado por la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Sevilla.
Durante este periodo de la historia, aclaró Escámez, “los tres obispos que sirvieron la Iglesia de Almería durante la república, Fray Bernardo y los Beatos Manuel Medina Olmos y Diego Ventaja Milán, buscaron buenas relaciones con las nuevas autoridades. Aunque no fueron correspondidos en la misma medida”. Además, añadió el historiador, “Los obispos se situaron en una actitud de independencia, compatible con la crítica de cuanto agraviaba la vida católica. Las autoridades republicanas tomaban esa crítica como rechazo del régimen, sin motivo”.
En este contexto, prosigue, “no fue fácil soportar medidas secularizadoras restrictivas de la libertad de culto y de otros derechos de la persona. Los tres obispos se mantuvieron en la actitud inicial de la Iglesia, aceptando la nueva situación. Por otro lado, así lo indicaba la Santa Sede. Fue la actitud común al episcopado. En marzo de 1933 Fray Bernardo llega a declarar que no es enemigo del régimen; este obispo llegó a afirmar que si no había acuerdo entre el Estado y la Iglesia sólo era por culpa de las autoridades republicanas”.
A pesar de agresiones recibidas, los obispos y presbíteros del momento no cesaron en su tarea pastoral. Comenta el archivero de la Catedral de Almería que “Fray Bernardo desmonta una visión individualista de la fe, y estimula a hacer apostolado, buscando nuevos métodos evangelizadores. Una actitud acentuada por la Iglesia en los últimos cuarenta años”. Es decir, “estos obispos reorganizaron la vida diocesana en medio de las nuevas dificultades”.
En un momento en el que la “Memoria histórica” cobra un protagonismo de primer orden, Escámez destacó que “siempre es necesaria una actitud intelectualmente crítica. Conviene contrastar visiones para huir de una memoria hemipléjica. Las tesis maniqueas, la falta de autocrítica, la criminalización del adversario, son señales de alarma para detectar a un historiador más fiel a su grupo que a la verdad histórica”.
La oración de Vísperas se oficiará todos los domingos de Adviento en la Catedral
Todos los domingos de Adviento, a las 18:00h, en la Santa y Apostólica Iglesia Catedral de Almería se oficiará la oración de Vísperas en la que se resaltará el Año Sacerdotal, proclamado por S.S. Benedicto XVI. Presbíteros, religiosos/as y fieles están invitados testimoniar con sus plegarias la comunión con la Iglesia universal de Jesucristo.
Nota de prensa de CONFAPA-ANDALUCÍA
Sobre la retirada de los crucifijos en los centros públicos escolares de toda España.
Campaña de la Infancia Misionera
La campaña de la Infancia Misionera nos urge a que posibilitemos que los niños del mundo entero, con el acento especial en los niños de África, puedan vivir el encuentro salvífico con Jesús.
En Ceuta, retiro de Adviento
El próximo sábado día 5 de diciembre, entre las 10.30 h. y las 13.00 h., se va a celebrar en la Catedral de Ceuta el Retiro de Adviento. A continuación, a las 13.30 h., en presencia del Obispo de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, D. Antonio Ceballos Atienza, tomarán posesión la canonjía los sacerdotes Francisco Jesús Fernández Alcedo y Miguel Tenorio Tenorio.
Carta del Obispo electo de Guadix a los accitanos
Queridos hermanos y hermanas en el Señor:
El Santo Padre, Benedicto XVI, me ha nombrado vuestro Obispo.
En el día en que se hace pública esta noticia, quiero dirigirme a vosotros para saludaros en el Señor: “Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo esté con vosotros y en vuestros hogares”.
Doy gracias al Señor que se ha fijado en mí y me he hecho testigo y servidor de su Evangelio. Llamado al ministerio apostólico como sucesor de los apóstoles, estaré entre vosotros siendo sacramento de Cristo, Obispo y Pastor de nuestras almas.
Agradezco la confianza que el Santo Padre ha puesto en mi al nombrarme Obispo de Guadix, al tiempo que quiero manifestar mi comunión con Él.
Me presento a vosotros con temor al haber sido llamado a una misión, por supuesto inmerecida, que desborda mis fuerzas y hace más palpable mi debilidad; pero lo hago también con una confianza absoluta en Aquel que me llama y me envía, y estoy firmemente persuadido que no me va a fallar, y va a llevar su obra de salvación hasta el final. Confío en la misericordia de Dios que con su presencia hará fructificar este tesoro del ministerio apostólico que hoy pone en mis manos.
Todavía estoy sorprendido por esta llamada del Señor a ser vuestro Pastor. En estos últimos días he entendido y me he identificado con la experiencia de los profetas bíblicos que sienten el peso de su debilidad, pero al mismo tiempo, me han salido al encuentro las palabras de San Pablo: “Te basta mi gracia”.
Queridos diocesanos de Guadix, en mis primeras palabras como vuestro Obispo, os digo lo que los Apóstoles al paralítico en la puerta Hermosa del templo de Jerusalén: “No tengo ni oro ni plata, pero te doy lo que tengo”. Lo único que tengo y quiero daros es a Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre, el único Salvador del mundo. Os anuncio a Jesucristo porque os quiero. La evangelización es el mayor acto de amor de la Iglesia a la humanidad. Jesucristo es el Señor, con Él lo podemos todo, sin Él no podemos nada.
Llego a una Diócesis apostólica, y lo hago desde una Diócesis apostólica; cercanas ambas Iglesias no solo por la geografía y la historia, sino, sobre todo, por los orígenes y las características de nuestra profesión de fe: Iglesias apostólicas, fieles siempre al Sucesor de San Pedro. Iglesias martiriales, Iglesias marianas.
Desde aquí quiero expresar mi agradecimiento y mi afecto a la iglesia de Almería, y a sus obispos. En la diócesis almeriense he crecido y madurado en la fe; en ella he ejercido el ministerio sacerdotal. Gracias, hermanos sacerdotes de Almería, por todo lo que he recibido de vosotros.
Nuestra diócesis de Guadix hunde sus raíces en la tierra apostólica, y el correr de la historia unió a las antiguas Iglesias de Guadix y Baza en una de las Iglesias más antigua de España, al mismo tiempo que una iglesia con futuro y que se abre a él en esperanza.
La Iglesia diocesana a la que llego como Pastor es rica en su historia, pero su patrimonio más precioso es el de la santidad de tantos hermanos que profesaron la fe en la entrega de la vida, incluso con el derramamiento de su propia sangre. Quiero hacer memoria y encomendarme a la intercesión de los santos pastores San Torcuato y el Beato Manuel Medina Olmos.
Al contemplar la cadena de la sucesión apostólica que se ha realizado en la diócesis de Guadix a lo largo de la historia, me brota el agradecimiento al Señor por haberme elegido para continuar este ministerio, sucediendo a tan grandes y santos obispos. Quiero expresar mi consideración y afecto a quien ha sido hasta ahora vuestro Obispo, Mons. Juan García Santacruz. Sin duda que su ejemplo y su consejo me ayudarán a servir más y mejor a la Diócesis. Agradezco a Don Juan los gestos de cercanía y afecto a mi persona. Qué Dios se lo pague.
Saludo con afecto a los sacerdotes, los mas cercanos colaboradores del Obispo. Cuento con vosotros para la hermosa tarea de la evangelización. Nuestro testimonio de fraternidad apostólica será el mejor signo de una iglesia viva y fecunda. Recordar que se nos pide ser fieles como Cristo es fiel. A los diáconos, os invito a formaros con esmero para servir al Señor y a la Iglesia, sin reservas.
El Seminario está en el corazón del Obispo. He pensado en vosotros, queridos seminaristas, quiero estar muy cerca para acompañaros en el camino de formación que os va a llevar hasta el don más grande que el Señor os dará: el sacerdocio, “el amor del corazón de Jesús”.
Mi recuerdo va también para todos los miembros de institutos de vida consagrada y sociedades de vida apostólica. Vuestro testimonio es muy necesario en la diócesis, pero recordar que vuestro mayor signo no es lo que hacéis sino lo que sois.
Y a vosotros, mis queridos hermanos y hermanas laicos. A los niños, a los jóvenes, a las familias, a los que formáis parte de asociaciones de fieles o movimiento eclesiales; a todos, mi saludo y el deseo de encontraros pronto, para juntos trabajar por la extensión del Reino de Dios.
No quiero dejar de dirigirme de una manera especial a los que sufrís, a los pobres, a los enfermos, a los que estáis viviendo con especial crudeza esta situación económica. Estáis en el corazón de vuestro nuevo obispo.
Mi saludo y respeto a las autoridades civiles, con las que espero tener la cercanía necesaria para una colaboración en bien de los hombres y mujeres de esta tierra.
Mis queridos hermanos y hermanas, quiero terminar esta carta, poniéndome bajo la protección maternal de la Virgen María, bajo la advocación de Nuestra Señora de las Angustias, en Guadix, y de la Piedad, en Baza, y tantas advocaciones veneradas en las comunidades de la Diócesis.
Con mi afecto y bendición.
Almería, a 3 de diciembre de 2009
+ Ginés García Beltrán
Obispo electo de Guadix