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“La Cuaresma es un tiempo para alzar nuestras esperanzas”

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Mensaje de Cuaresma 2025 Mons. José María Gil Tamayo, arzobispo de Granada.

Un cordial saludo amigos.

Vamos a comenzar la Cuaresma con la imposición de la ceniza, que nos recuerda nuestra fragilidad, lo que somos. “Acuérdate que eres polvo y al polvo volverá”. O la otra fórmula, “conviértete y cree en el Evangelio”.

Nuestra vida cristiana necesita de vez en cuando la revisión, porque muchas veces no vamos bien. Y necesitamos ir a la “ITV” del tiempo cuaresmal, para ponernos a punto. Para ponernos a punto en aquello que no va bien en nuestra vida cristiana y recordando nuestro bautismo, todas las exigencias del bautismo. La Cuaresma es un tiempo bautismal por esencia y nos invita con ese trípode de la limosna, el ayuno y la oración a revisar nuestra vida cristiana.

El ayuno hoy tiene otras formas, sabernos privar y, sobre todo, mirar a los pobres, a las necesidades que tenemos a nuestro alrededor y a las necesidades del mundo. Y al mismo tiempo, la oración. Tenemos que rezar al Señor, pedirle ayuda, darle gracias.

La oración tiene que formar parte de la vida de un cristiano y orar es hablar con Dios. Santa Teresa de Jesús decía “es tratar muchas veces de amistad con quien sabemos nos ama”. No se trata de decir unas oraciones vocales sin más, sino de dedicar un tiempo a la escucha de la Palabra de Dios. A la oración.

Que la Biblia no esté sólo en la estantería de nuestra casa. Vayamos a la Palabra de Dios en este tiempo de Cuaresma y también la limosna. La limosna para ayudar a los más pobres, para saber tener ese corazón desprendido de no aferrado a los bienes materiales.

Pero, en este tiempo de Cuaresma, el Santo Padre nos ha dado un mensaje. Y este es un tiempo para pedir especialmente por el Papa Francisco. Y lo vamos a tener muy presente a lo largo de este tiempo. Y él nos ha puesto, en este Año Jubilar que estamos tomando como pie la esperanza, como lema “Caminemos juntos en la esperanza”.

Y yo creo que es lo que necesitamos en este tiempo de convulsión, complejo, donde hay tantas cosas que no entendemos en la vida política, en la vida social, donde hay esa crispación, parece que el mundo está patas arriba. Y esto se nos contagia y a veces vivimos crispados. Necesitamos caminar.

El cristianismo es activo. Las procesiones que forman parte de la Semana Santa, que tenemos ganas de que llegue y sigamos nuestros pasos embellecidos a nuestras calles, es imagen de ese cristianismo que van dando. Es el seguimiento del Señor. El cristianismo no es quedarnos de brazos cruzados, sino ser activos. Eso de cristiano creyente, pero no practicante, no sirve para un buen cristiano, sino ponernos en camino. Y no sólo en la procesión, no sólo en la Semana Santa, como si el resto del año no fuese santo.

Luego, revisemos esto. Seamos cristianos activos, a pesar de nuestras caídas, pero el Señor quiere que nos levantemos y nos pongamos otra vez en camino. Caminemos juntos, nos dice el Papa. Juntos con los demás. Sentido de fraternidad. Sentido de fraternidad en la familia, todos unidos. Sentido de fraternidad en nuestro barrio, en nuestra parroquia, por supuesto. Y estamos también en el Plan pastoral de la Comunión, de estar unidos unos a otros, no ir cada uno por nuestra cuenta y qué de lo mío en la vida cristiana. Y sentido de comunión e ir juntos, también en las hermandades y cofradías. Hermandad y cofradía es fraternidad, es amor fraterno. Y al mismo tiempo, en esperanza. En esperanza, que es pensar en la vida eterna y no quedarnos sólo de tejas para abajo.

La Cuaresma es un tiempo para alzar nuestras esperanzas. Alguien decía que somos de grandes según sean nuestras esperanzas. Hay esperanza sólo que se solucione un problema, que se salga de una enfermedad, que son legítimas y son grandes y son buenas. Pero el Señor quiere que elevemos la mirada, la mirada al Cielo, la mirada a esa Esperanza con mayúscula que da sentido a la vida.

Que la Virgen nos acompañe en nuestro caminar. Que la Virgen de las Angustias, a la que seguimos en esa procesión más grande de toda Granada y que esperamos cada año con ilusión, nos ayude a ser un pueblo que camina, caminando juntos en esperanza.

Buena Cuaresma.

+ José María Gil Tamayo
Arzobispo de Granada
4 de marzo de 2025

ESCUCHAR MENSAJE DE CUARESMA 2025

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Caminemos juntos en la esperanza: Carta Pastoral del obispo de Guadix para la Cuaresma

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Caminemos juntos en la esperanza: Carta Pastoral del obispo de Guadix para la Cuaresma

 

Caminemos juntos en la Esperanza

Cuaresma 2025: camino de conversión y esperanza

Queridos hermanos y hermanas de la Diócesis de Guadix:

En el corazón de este Año Santo de la Esperanza, la Iglesia nos regala este tiempo de gracia, que iniciamos el miércoles de ceniza con la invitación a “convertirnos y creer en el evangelio” y nos llevará hasta la celebración de la Pascua de Resurrección. Posteriormente, en la cincuentena pascual, que culminará en la solemnidad de Pentecostés, podremos celebrar que Cristo es el Dios de la Vida que orienta nuestra peregrinación hacia la Vida eterna en el cielo.

Con el corazón lleno de esperanza y alegría, os invito a vivir este tiempo de preparación pascual de manera profunda, renovada y auténtica. Como nos dice el Martirologio Romano, “he aquí que vienen días de penitencia para la remisión de los pecados, para la salvación de las almas; he aquí el tiempo favorable, en el que asciende a la montaña santa de la Pascua”. La Cuaresma es un camino espiritual hacia la conversión del corazón, una oportunidad para poner en el centro de nuestra existencia a Cristo, único Camino, verdadera Verdad y Vida que traspasa la muerte. Caminemos con el Señor a Jerusalén y acompañémosle en los días santos de su muerte y resurrección, descubriendo la profundidad del amor de Dios por la Iglesia y por cada uno de nosotros.

Como una buena madre, La Iglesia da a sus hijos las mejores ayudas para poder vivir esta cuarentena penitencial en el combate contra nuestros pecados: la oración el ayuno y la limosna.

  1. Oración: Dejarnos encontrar por la misericordia de Dios.

La oración es, en este tiempo, el primer y más importante medio de conversión. Jesús mismo, en su vida pública, nos enseñó a retirarnos al desierto, a buscar el encuentro personal con el Padre. En el evangelio de Mateo, nos dice: “Cuando ores, entra en tu habitación, cierra la puerta y ora a tu Padre” (Mt 6,6).

Escuchemos la voz de Dios y acojamos su llamada a la conversión y a la reconciliación, a atravesar el desierto inhóspito del pesimismo y de la soberbia de nuestros pecados, para llegar a la tierra prometida de su Amor que da sentido a la dura peregrinación de este mundo. Aprendamos a dominar nuestras pasiones escuchando a Dios en la paz del corazón. El papa Francisco ha expresado en algunas ocasiones que la oración es un medio privilegiado para purificar nuestro corazón y prepararnos a la Pascua.

Toda amistad se fortalece en el encuentro y en la escucha. Este es el tiempo para fortalecer nuestra relación con Dios, para abrir nuestro corazón a Él, a través de la oración personal y comunitaria, que abrirá un diálogo sincero con Dios en la transformación de nuestra intimidad con Él.

Necesitamos rezar más para que Dios esté mejor en nosotros. La Palabra de Dios, preciosamente escogida cada día en la liturgia, será antídoto contra el cansancio de morir a nosotros mismos y revulsivo para anidar en la Esperanza. En los domingos de cuaresma, las narraciones de las tentaciones de Jesús, de la transfiguración, la samaritana, el ciego del nacimiento y la resurrección de Lázaro, desembocarán en la Pasión y en el gran anuncio de la Resurrección de Cristo. La Palabra de Dios nos fortalecerá en nuestro compromiso bautismal, en la misión y vocación a la santidad en los sacramentos de la iniciación cristiana.

Nuestra vida espiritual crece cuando somos amigos de la Palabra de Dios, participando con más fervor y mayor frecuencia en la Eucaristía y en el sacramento de la Reconciliación, así como en los momentos de oración comunitaria en nuestras parroquias y comunidades. Dediquemos un tiempo cada día a la oración personal, meditando el evangelio que la Iglesia nos propone para dar luz a nuestro camino, en este itinerario cuaresmal. Pongamos a trabajar el corazón, verdadero volcán de nuestra fe, abriéndolo a Dios y escuchando su voz en el silencio.

  1. Ayuno y Penitencia: La Purificación del Corazón que nos despoja y nos acerca a Dios.

El ayuno y la penitencia son medios para ayudarnos a purificar nuestro corazón y renovar nuestra voluntad de seguir a Cristo. El ayuno y la abstinencia del miércoles de ceniza y el viernes santo, así como la abstinencia de los viernes de cuaresma y los sacrificios que en este tiempo podemos ofrecer al Señor, son signos de la verdadera libertad que ha de regir nuestra existencia, frente a la esclavitud de las pasiones que nos adormecen y dilatan las mentiras en nuestra vida. Se trata de renunciar a los deseos desordenados que no son de Cristo en nosotros para enfocarnos a lo esencial: Dios y el prójimo.

Aprendamos a dominarnos desde la voluntad de Dios. Ayunar no solo consiste en la renuncia de alimentos o bienes materiales, sino en el ejercicio de la moderación y el desapego. Ayunar nos invita a tomar distancia de todo lo que nos aleja de Dios y de los demás, especialmente de las distracciones que nos impiden vivir con plena libertad. En el mismo evangelio de Mateo, Jesús nos recuerda: «Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas» (Mt 6,16), porque el ayuno es ante todo una actitud interna de conversión y humildad. El papa habla de la dimensión interior del ayuno, de una disciplina espiritual que nos permite vivir con humildad y gratitud, que va más allá de la simple abstinencia de alimentos.

En esta Cuaresma, os invito a vivir el ayuno no solo como un esfuerzo físico, sino como una oportunidad espiritual para descubrir que solo en Dios encuentra el ser humano la verdadera satisfacción. Renunciar al egoísmo, la ira, la envidia, los chismes, los pensamientos negativos, se convierte en un verdadero ayuno que purifica nuestro corazón.

Este tiempo de penitencia también debe llevarnos a reconocer nuestras fragilidades y a experimentar la misericordia de Dios que nos llama siempre a volver a Él. Ayunemos de tantas distracciones en nuestro mundo, como el exceso de tecnología o placeres superficiales que nos roban el tiempo de Dios en nuestra vida. Traigamos a nuestro corazón, frente a la cultura del descarte, a los que no tienen lo más elemental para vivir, ayunando de nuestra comodidad y solidarizándonos con aquellos que carecen de lo más básico. Nos dice el Papa Francisco que este es el camino de la verdadera hermandad y justicia social, acompañado por la caridad y la misericordia, que unen nuestro amor a Dios en el bien de los demás.

  1. La limosna: la caridad concreta de nuestro amor a Dios en el bien de los hermanos.

La Cuaresma no es solo un tiempo de introspección personal, de mirarnos solo a nosotros, sino también un tiempo para poner en práctica el amor al prójimo, especialmente a los más necesitados. El papa nos recuerda que la limosna nunca es un gesto aislado, sino una actitud de vida que expresa en los demás, por medio de nosotros, el amor y la misericordia de Dios. Las Bienaventuranzas nos interpelan a ponernos en el lugar del otro, sabiendo que cuando damos a los demás, lo hacemos a Cristo: “porque tuve hambre, y me distéis de comer; tuve sed, y me distéis de beber; estaba de paso, y me alojasteis; desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; preso, y vinisteis a verme» (Mt25, 35-36). La limosna no sólo es un gesto material, sino una actitud interior que nos exilia del egoísmo y nos hace vivir con generosidad, compartiendo lo nuestro con los olvidados de nuestro mundo, reconociendo la dignidad de cada ser humano. La limosna expresa que la cuaresma va por buen camino en nuestro corazón, en la respuesta concreta a las necesidades de los demás.

La caridad es el testimonio más visible de nuestra conversión. El Papa Francisco, en su Bula Spes non confundit, nos recuerda que la esperanza cristiana no es un sentimiento pasajero, sino una fuerza transformadora que debe llevarnos a la acción concreta en favor de los más pobres y vulnerables: “La esperanza cristiana tiene una fuerza de transformación que nos impulsa a salir de nosotros mismos y a abrazar la vida de los demás, especialmente la de los que sufren” * (Spes non confundit, 3).

Este es el tiempo para renovarnos en nuestro amor y mirada con los más pobres, con aquellos que sufren las consecuencias de la injusticia, la guerra, la pobreza y la indiferencia. Os invito a hacer de la caridad una verdadera prioridad, a acercarse a los hermanos más necesitados, a ser misioneros de la esperanza, como nos exhorta el Papa Francisco, trabajando para que la luz del Evangelio llegue a todos. Reza con las obras de misericordia corporales en tu corazón y llévalas a la vida, visitemos a los enfermos, preocupémonos por las necesidades de Cáritas y contribuyamos en la donación de alimentos, dinero e incluso de nuestro tiempo, en el voluntariado de la caridad. También vivamos la limosna y caridad espiritual, hablando de Dios a los que lo necesitan y quizás no conocen su verdadero rostro de misericordia, gastando tiempo en la escucha y en la asistencia a los que están solos y necesitan la mano de Cristo en ti. Rompamos con tantos diques de egoísmo y de críticas, abriéndonos a los demás con sinceridad.

  1. Año Santo 2025: “Caminemos juntos en la Esperanza”.

Este tiempo de Cuaresma, que nos prepara para celebrar la Pascua, también nos fortalece para vivir el Año Santo de la Esperanza 2025, un tiempo especial que nos invita a renovar nuestra fe y esperanza en Cristo, fuente de toda esperanza. El Papa, nos convocaba a este jubileo con palabras de San Pablo: “la esperanza no defrauda” (Rm 5,5). Es esta esperanza la que debe ser el motor de nuestra vida cristiana y de nuestra misión evangelizadora. En Roma y en las Iglesias particulares, el Papa nos invita a vivir “un encuentro vivo y personal con el Señor Jesús, anunciándole siempre a todos y en todas partes, como nuestra esperanza” (1Tim 1,1).

La cuaresma es un tiempo de penitencia y de sacrificio interior, pero la meta es renovarnos en la alegría de Cristo resucitado. Morir para vivir, podría ser el lema de nuestra cuaresma. Por eso, La Esperanza es el verdadero corazón del tiempo cuaresmal, que nos ayuda a vivir lo que el Papa desea en este año santo a la Iglesia universal. En la carta que os dirigía a la Diócesis al inicio del curso 24-25, os expresaba que“con palabras de San Pablo a los Romanos, este Año Jubilar nos alienta a que nada ni nadie nos separe del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, porque “esta esperanza no cede ante las dificultades, porque se fundamenta en la fe y se nutre de la caridad, y de este modo hace posible que sigamos adelante en la vida”. Como San Pablo, vivimos la experiencia realista de que la vida se teje de alegrías y dolores, que el amor se pone a prueba cuando aumentan las dificultades y la esperanza parece derrumbarse frente al sufrimiento. Sabemos que “la tribulación produce la constancia; la constancia, la virtud probada; la virtud probada, la esperanza” (Rm 5,3-4). Y todo es un don de la Gracia, de Cristo, que nos invita, en la paciencia peregrina de esta vida, a no perder nunca de vista la Esperanza eterna hacia la que caminamos, como meta definitiva y plena de los anhelos del corazón humano. Todo lo que experimentamos en el camino de la existencia, se expresa en la peregrinación, como elemento fundamental del año jubilar: buscar el sentido de la vida, redescubriendo el valor del silencio, del esfuerzo, de lo esencial. Todo traspasado por la experiencia de la fuerza del perdón de Dios, que sostiene nuestro camino personal y comunitario”.

Nuestra misión es la Esperanza. El Papa Francisco, por quienes elevamos oraciones intensas para sostenerlo en su enfermedad, nos ha regalado un bello mensaje para esta Cuaresma: “Caminemos juntos en Esperanza”. Nos hace una preciosa reflexión en tres momentos:

*Caminar: “una primera llamada a la conversión, porque todos somos peregrinos en la vida. Cada uno puede preguntarse: ¿cómo me dejo interpelar por esta condición? ¿Estoy realmente en camino o un poco paralizado, estático, con miedo y falta de esperanza; o satisfecho en mi zona de confort? ¿Busco caminos de liberación de las situaciones de pecado y falta de dignidad? Sería un buen ejercicio cuaresmal confrontarse con la realidad concreta de algún inmigrante o peregrino, dejando que nos interpele, para descubrir lo que Dios nos pide, para ser mejores caminantes hacia la casa del Padre. Este es un buen “examen” para el viandante”.

*Hagamos este viaje juntos: “Los cristianos están llamados a hacer camino juntos, nunca como viajeros solitarios. El Espíritu Santo nos impulsa a salir de nosotros mismos para ir hacia Dios y hacia los hermanos, y nunca a encerrarnos en nosotros mismos. Caminar juntos significa ser artesanos de unidad, partiendo de la dignidad común de hijos de Dios (cf.Ga3,26-28); significa caminar codo a codo, sin pisotear o dominar al otro, sin albergar envidia o hipocresía, sin dejar que nadie se quede atrás o se sienta excluido. Vamos en la misma dirección, hacia la misma meta, escuchándonos los unos a los otros con amor y paciencia”.

*Juntos en la esperanza de una promesa: “La esperanza que no defrauda (cf. Rm5,5), mensaje central del Jubileo, sea para nosotros el horizonte del camino cuaresmal hacia la victoria pascual. Como nos enseñó el Papa Benedicto XVI en la Encíclica Spe salvi, «el ser humano necesita un amor incondicionado. Necesita esa certeza que le hace decir: “Ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni presente, ni futuro, ni potencias, ni altura, ni profundidad, ni criatura alguna podrá apartarnos del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, Señor nuestro” (Rm8,38-39)». Jesús, nuestro amor y nuestra esperanza, ha resucitado, y vive y reina glorioso. La muerte ha sido transformada en victoria y en esto radica la fe y la esperanza de los cristianos, en la resurrección de Cristo.

Esta es, por tanto, la tercera llamada a la conversión: la de la esperanza, la de la confianza en Dios y en su gran promesa, la vida eterna. Debemos preguntarnos: ¿poseo la convicción de que Dios perdona mis pecados, o me comporto como si pudiera salvarme solo? ¿Anhelo la salvación e invoco la ayuda de Dios para recibirla? ¿Vivo concretamente la esperanza que me ayuda a leer los acontecimientos de la historia y me impulsa al compromiso por la justicia, la fraternidad y el cuidado de la casa común, actuando de manera que nadie quede atrás?”

Os animo a vivir esta cuaresma del Año Santo 2025 siendo misioneros de la esperanza, viviéndola no desde el poder y la tristeza del pecado, que es sólo un camino, sino desde la oportunidad para que el Señor nos renueve en su Amor eterno y en nuestra respuesta desde la fe, en la luz de la Esperanza que nunca defrauda. Necesitamos vivir este tiempo con los ojos puestos en la Pascua, recordando que cuando reconocemos nuestro pecado estamos gritando la victoria del Señor sobre la muerte y el pecado, haciendo del itinerario cuaresmal sólo un paso hacia el camino de la gran alegría de la resurrección.

  1. Cuaresma de Todos: Sacerdotes, Consagrados, Laicos

La cuaresma nos lleva a una verdadera conversión pastoral a todos, porque la misión evangelizadora de la Iglesia es responsabilidad de todos. El obispo, los sacerdotes, como ministros de la Palabra y los Sacramentos, tienen una misión fundamental en la guía espiritual, en la celebración de los misterios de la fe y en la enseñanza del Evangelio. Que este tiempo de Cuaresma nos ayude a renovar nuestro compromiso pastora en la fidelidad a Cristo en la Iglesia, a ser cercanos a su pueblo y a acompañar a cada uno de los fieles en su camino de conversión.

Los consagrados también tienen una misión única en este tiempo de Cuaresma, viviendo su vida de oración, sacrificio y servicio, testimoniando el amor radical a Dios y al prójimo. En este tiempo de gracia, os invito a profundizar en vuestra vocación y a ser signos vivos de esperanza y luz en medio de un mundo que vive en la oscuridad.

A los laicos, que son el corazón de nuestras parroquias y comunidades, os animo a vivir este tiempo de Cuaresma como una ocasión de compromiso personal y comunitario, ayudando a hacer visible la esperanza de Cristo a través de su testimonio en el trabajo, la familia, y en la sociedad. Que este tiempo os impulse a ser misioneros de la esperanza en vuestros lugares de vida y trabajo.

  1. Hermandades y Cofradías: La Estación de Penitencia como testimonio.

Especialmente en este tiempo, deseo dirigirme con cariño y aliento a todas las hermandades y cofradías de nuestra diócesis. La cuaresma es tiempo fuerte para vosotros, expresando con intensidad lo que hemos de vivir durante todo el año. La Semana Santa es una ocasión especial, ya que, a través de las estaciones de penitencia, lleváis el mensaje de la Pascua a las calles, testificando, ante la sociedad, la muerte y resurrección de Cristo. No perdáis nunca vuestra identidad eclesial, amad a Cristo y a su Santísima Madre en la Iglesia, insertaros en el servicio pastoral y en la vida de las parroquias en las que tenéis vuestras sedes canónicas, sed amigos asiduos de la Eucaristía y del sacramento de la penitencia, no dejéis de celebrar el Triduo sacro de la muerte y resurrección del Señor, mirada esencial a la que nos llevan las estaciones de penitencia; formaros continuamente en la fe que sustenta la vida de los bautizados en nuestras Cofradías, vivid interiormente vuestro camino de hermandad para uniros más firmemente a Cristo y estad siempre atentos a las necesidades de los más pobres por medio de Cáritas. Sólo así podremos mostrar el rostro más auténtico de la vida cofrade a nuestro mundo; sólo así podemos ser testigos de la esperanza en un mundo que necesita el consuelo y la salvación de Cristo.

Agradezco vuestro trabajo intenso en este tiempo y vuestro servicio en la Iglesia para los hombres, por medio de la vía de la belleza.

Queridos hermanos y hermanas, que esta Cuaresma sea un tiempo de renovación personal y comunitaria, de conversión y de compromiso con nuestra misión evangelizadora. Caminemos juntos hacia la Pascua, que nos llena de la alegría de la resurrección, busquemos siempre la cercanía con Dios, la caridad con los demás y la misericordia de Cristo, la única Esperanza que nunca nos abandona.

Con afecto y bendición.

+Francisco Jesús Orozco Mengíbar

Obispo de Guadix

 

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Peregrinación de miembros de la UNER a la tumba de San Manuel González, en Palencia

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Un numeroso grupo de 60 personas de la UNER (Unión Eucarística Reparadora)  y sacerdotes de Jaén han peregrinado en autobús hasta Palencia para encomendar al Señor sus vidas y pedir la intercesión de San Manuel ante su sepulcro.

Allí, las Marías de los Sagrarios y Discípulos de san Juan tanto laicos como sacerdotes, acompañados por las Misioneras Eucarísticas de Nazaret y varios miembros de la UNER de Palencia y hermanas hicieron la ofrenda de vida como miembros de este movimiento.

Desde la UNER Jaén, agradecen la acogida a la Diócesis palentina  y el gozo de compartir este tiempo, visitando varios lugares y disfrutando del sentido de familia eucarística como peregrinos de esperanza que ha llenado los corazones de todos los que hasta allí se han desplazado.

Visitando también las Comunidades de hermanas y varias ciudades a su paso. ¡Juntos somos más y mejores! Deo Gratias!

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ABC Córdoba presenta “Pasión en Córdoba”

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El delegado diocesano de Hermandades y Cofradías resalta la contribución del periódico al hecho cofrade

El diario ABC Córdoba ha presentado su publicación anual “Pasión en Córdoba”, una revista de 92 páginas con reportajes y artículos de opinión dirigida por el periodista Luis Miranda que se caracteriza por el cuidado en la selección fotográfica, obra de Valerio Merino, y la hondura y novedad de los textos.

Durante el acto de presentación, el delegado diocesano de Hermandades y Cofradías, Pedro Soldado, resaltó la contribución de ABC Córdoba  al esplendor de la Semana Santa y valoró su trabajo diario con una “información de calidad” sobre el hecho cofrade. Además, Soldado agradeció que esta actividad periodística permita “corregir errores” a las hermandades y subrayó que escribir la historia de las Cofradías de Córdoba significa hacerlo sobre la vida de la Iglesia. Asimismo, elogió la atención que “Pasión en Córdoba” presta a la artesanía cofrade, haciendo un alegato a favor de procesos tradicionales frente a lo importado. Por último, el sacerdote invitó a vivir una Cuaresma “exterior e interior” a todos los asistentes.

Al acto de presentación acudieron representantes de las hermandades de Córdoba a los que el director, Francisco Poyato, agradeció el apoyo y seguimiento de esta edición al inicio de la cuaresma. El vicepresidente de la Diputación, Andrés Lorite, valoró la importancia de un documento que suscita la devoción del pueblo de Córdoba, coincidiendo con la reflexión que realizó la delegada municipal de Juventud, Cintia Bustos.

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El Cristo Yacente presidirá el viacrucis de las hermandades de Sevilla

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El Cristo Yacente presidirá el viacrucis de las hermandades de Sevilla

El Cristo Yacente de la Hermandad del Santo Entierro, talla del escultor cordobés Juan de Mesa, presidirá el viacrucis de Sevilla que se celebrará el 10 de marzo, primer lunes de Cuaresma. El viacrucis penitencial se aplicará especialmente “por los frutos del Jubileo 2025, que pueda ser para todos un momento de encuentro vivo y personal con Jesucristo, nuestra esperanza”. El lema elegido por la hermandad para este rezo es “Esperanza que vence a la muerte”. Por ello se ha dado especial participación a las cruces de guía de hermandades relacionadas con la esperanza para las estaciones del viacrucis. El rezo en la Catedral dará comienzo a las ocho de la tarde.

Como es costumbre, todas las estaciones del viacrucis se rezarán dentro del templo catedralicio y, hasta la llegada al Altar Mayor, las lecturas estarán a cargo de cofrades. El arzobispo de Sevilla, monseñor Saiz Meneses, realizará la reflexión final.

Traslados de ida y vuelta

La Hermandad del Santo Entierro iniciará el traslado de ida desde la iglesia de San Gregorio a las seis de la tarde, y llevará a cabo el siguiente itinerario: Alfonso XII, Plaza del Duque, O’Donnell, Velázquez, Pedro Caravaca, Sierpes, Cerrajería, Cuna, Plaza del Salvador, Entrecárceles, Álvarez Quintero, Chapineros, Francos, Placentines, Cardenal Amigo Vallejo y Plaza Virgen de los Reyes. El regreso comenzará a las diez de la noche, y está prevista la llegada a la sede de la corporación del Sábado Santo a las doce de la noche. El acompañamiento musical correrá a cargo de capilla musical y la Agrupación Coral Portuense dirigida por Millán Alegre.

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Intenciones de oración para el mes de marzo. Red Mundial de la oración

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Intenciones de oración para el mes de marzo. Red Mundial de la oración

Junto al Papa Francisco oramos por las familias en crisis. Y como una familia en la fe oramos por él, para que el Señor, que conoce sus necesidades, siga derramando sobre él su gracia.

En su intención de oración para el mes de marzo, el Papa Francisco nos invita a rezar por las familias en crisis y a reflexionar sobre la importancia del perdón:

«Todos soñamos con una familia linda, perfecta. Pero no existen las familias perfectas. Cada familia tiene sus problemas, y también sus grandes alegrías.

En la familia, cada persona es valiosa porque es distinta a las demás, cada persona es única. Pero las diferencias también pueden provocar conflictos y heridas dolorosas.

Y la mejor medicina para curar el dolor de una familia herida es el perdón.

Perdonar significa dar otra posibilidad. Dios hace eso con nosotros todo el tiempo. La paciencia de Dios es infinita: Él nos perdona, nos levanta, nos hace empezar de nuevo. El perdón renueva siempre la familia, hace mirar adelante con esperanza.

Incluso cuando no es posible el “final feliz” que nosotros quisiéramos, la gracia de Dios nos da fuerza para perdonar y trae paz, porque libera de la tristeza y, sobre todo, del rencor.

Oremos para que las familias divididas encuentren en el perdón la curación de sus heridas, redescubriendo, incluso en sus diferencias, las riquezas de cada uno».

Oración
Padre Bueno, Tú quisiste que tu Hijo naciera en una familia, en un espacio
de amor y ayuda, en el que el Salvador “crecía y se fortalecía». Hoy
traemos ante tu mirada a todas las familias atravesadas por la división y la
crisis, rogándote que abras en ellas espacios para comunicarse de corazón
a corazón, aprendiendo el difícil arte de la reconciliación.
Que el Corazón de tu Hijo Jesús les descubra la buena noticia que esconde
la crisis, ayudándoles a afinar el oído del corazón e impulsándoles a dar
paso al perdón.
Sopla tu Espíritu sobre todas ellas para que con el sostén de la gracia y el
acompañamiento de familiares y amigos puedan dar un nuevo “sí» que
haga posible en ellas, que el amor renazca fortalecido, transfigurado,
madurado, iluminado.
Amén.

Nos unimos también a la intención de la Conferencia Episcopal Española y oramos,
“por los seminaristas, para que, ayudados por sus formadores, respondan a su
vocación y se conviertan en apóstoles alegres que susciten, en medio de los jóvenes,
la llamada de Dios al ministerio sacerdotal.”

Para orar
CLICK TO PRAY:
https://issuu.com/popesprayernet/docs/revista_digital_click_to_pray_-_marzo_2025

Rosario para las familias:
https://www.popesprayer.va/wp-content/uploads/2015/06/ESP-Rosario-para-familias-DEFGD-Con-introduccion-V2_compressed-1.pdf

Vía crucis por las familias:
https://www.archisevillasiempreadelante.org/wp-content/uploads/2018/03/VIA-CRUCISFAMILIAS.pdf

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Manos Unidas de Guadix organiza una Caminata Solidaria Infantil

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Manos Unidas de Guadix organiza una Caminata Solidaria Infantil

Será el domingo 16 de marzo, de 12 a 17 horas, en le Parque del Vivero

Manos Unidas de Guadix organiza una Caminata Solidaria Infantil para el próximo 16 de marzo, domingo. Está dirigida a niños y niñas de 3 a 12 años y tendrá lugar en el Parque del Vivero, de Guadix. Comenzará a las 12 de la mañana y terminará a las 5 de la tarde.
Organizada por Manos Unidas de Guadix, con la colaboración del ayuntamiento accitano y de la Hermandad Sacramental de Pasión y Rosario, la Caminata Solidaria contará con numerosas actividades para toda la familia: talleres, juegos, naturaleza… También habrá una barra solidaria, para vivir una mañana en familia.
Para asistir, hay que inscribirse, en los locales de siempre: Peluquería Ana Serrano, Nicasio Música, Marí Carmen Valero, Mercedes Goben y Papelería Piper. La inscripción tiene un coste de 3€. También, hay una fila cero de 4€ para quienes deseen colaborar sin participar.
Sin duda, será una jornada para pasar en familia, compartir juegos y actividades con otros y crecer en solidaridad.

Antonio Gómez
Delegado diocesano de MCS. Guadix

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Mons. Francisco Jesús Orozco presidió el encuentro de delegados de Juventud de las diócesis de Andalucía

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Mons. Francisco Jesús Orozco presidió el encuentro de delegados de Juventud de las diócesis de Andalucía

Ha sido en Antequera (Málaga) donde se han reunido los delegados de Juventud de las diócesis del Sur de España. Presididos por el obispo de Guadix, D. Francisco Jesús Orozco, que es el obispo encargado de la juventud en la Asamblea de Obispos del Sur de España, los delegados se reunieron el lunes 3 de marzo para tratar temas relacionados con su área de pastoral y para revisar las últimas actuaciones conjuntas realizadas.

Así, uno de los temas tratados ha sido el nuevo proyecto marco de la Iglesia española para la pastoral con jóvenes, que busca coordinar esta pastoral en las distintas diócesis españolas. También se habló de las aportaciones del último Consejo Nacional de Juventud de la Subcomisión para la Juventud y la Infancia de la Conferencia Episcopal Española.

Uno de los temas importantes en la reunión ha sido el coordinar la peregrinación de jóvenes a Roma, con motivo del Jubileo de los Jóvenes, que será del 28 de julio al 3 agosto y que congregará a miles de jóvenes de todo el mundo en Roma. Desde Guadix, ya se está preparando esta peregrinación y los jóvenes que quieran participar ya pueden inscribirse.

También se revisó el último Encuentro de Jóvenes del Sur, que fue en Caravaca de la Cruz con motivo de su Año Jubilar y que tuvo lugar a finales de octubre pasado. Se pretende que este Encuentro de Jóvenes del Sur se consolide y se realice cada cierto tiempo en las diócesis del Sur, dado que la experiencia resultó muy positiva.

A la reunión asistieron casi todos los delegados de Juventud de las diócesis del Sur de España. A ellos, D. Francisco Jesús Orozco les dirigió unas palabras de ánimo y de aliento en la tarea encomendada, nada fácil, pero ilusionante.

Antonio Gómez

Delegado diocesano de MCS. Guadix

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San Adriano mártir

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San Adriano mártir

En Cesarea de Palestina, san Adriano o Adrián, es un mártir que sufrió la persecución en época del emperador Diocleciano. Sucedió que en el día en que solían celebrarse los festejos de la Fortuna de los Cesarienses, por mandato del procurador y por su fe en Cristo fue arrojado ante un león y después degollado a espada.

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Miércoles de Ceniza 2025 (Catedral Málaga)

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Homilía de Mons. Jesús Catalá durante la Eucaristía celebrada en la Catedral de Málaga el Miércoles de Ceniza 2025.

MIÉRCOLES DE CENIZA

(Catedral-Málaga, 5 marzo 2025)

Lecturas: Jl 2, 12-18; Sal 50, 3-6.12-14.17; 2 Co 5, 20 − 6, 2; Mt 6, 1-6.16-18.

1.- Comenzamos hoy la Cuaresma, tiempo de preparación para la Pascua; tiempo de mayor escucha de la Palabra de Dios. Con este motivo deseo invitaros a leer completo el evangelio de san Lucas desde hoy hasta la Pascua; sugerimos este evangelio porque estamos en el ciclo litúrgico “C”, en el que se lee mayormente este evangelio. El año pasado os invité a leer el evangelio de san Marcos. Aunque la lectura sea en particular, en familia o en comunidad, sabremos que toda la Diócesis está leyendo el mismo evangelio; incluso podremos preguntarnos unos a otros cómo va la lectura.

La Cuaresma es también tiempo de conversión; de actualización de nuestro bautismo. El próximo domingo haremos la recepción o “rito de elección” de los catecúmenos que se preparan para recibir el bautismo en la Pascua; los que ya hemos recibido el bautismo tenemos una ocasión preciosa para renovar la gracia bautismal, agradeciendo a Dios que nos haya hecho hijos suyos adoptivos, asumiendo los compromisos bautismales.

La Cuaresma es tiempo asimismo de reconciliación con Dios y con los hermanos, como nos exhorta san Pablo (cf. 2 Co 5, 20 − 6, 2).

La Cuaresma es como un tiempo sacramental de cuarenta días, donde se celebran de manera especial los sacramentos de la iniciación cristiana (bautismo, confirmación y eucaristía).

El pueblo cristiano realiza el nuevo «éxodo», desde la esclavitud a la libertad, desde el desierto a la tierra prometida, desde el pecado a la conversión, recorriendo todo el itinerario cuaresmal. Somos peregrinos de esperanza como nos ha recordado tantas veces el papa Francisco.

La piedad popular invita en este tiempo cuaresmal a meditar los misterios de la humanidad de Cristo, sobre todo su Pasión y Muerte. Es bueno hacer el ejercicio de piedad que llamamos “Viacrucis”, acompañando al Señor en su pasión y oblación por nuestros pecados. 

2.- Pero la Iglesia nos pide que no nos quedemos contemplando solo la muerte de Jesús, sino que abramos nuestros corazones a la gracia de Dios, para celebrar con alegría el triunfo pascual de Jesucristo sobre el pecado y la muerte, como dice san Pablo: «Cuando esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: La muerte ha sido absorbida en la victoria» (1 Co 15, 54).

Miremos, queridos hermanos, hacia la Pascua de salvación, la Pascua de la redención, la Pascua de la luz y de la alegría, la Pascua de resurrección. No perdamos el sentido y la orientación de la Cuaresma, que mira hacia la Pascua. Precisamente el evangelio de san Lucas está impregnado de un hilo conductor: “Vamos a Jerusalén”; porque allí se realiza la Pascua del Señor.

Jesucristo, muerto y resucitado, es el garante de nuestra esperanza en la promesa del Padre de participar en la vida eterna prometida, según el evangelista Juan: «Yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano» (Jn 10, 28).

3.- El tiempo cuaresmal nos invita a recurrir más frecuentemente a las «armas de la penitencia cristiana», que son: la limosna, la oración y el ayuno (cf. Mt 6, 1-6.16-18).

Las tres forman como un trípode; si falla alguna de ellas se cae. Hay que hacer una oración más intensa, una limosna más significativa y un ayuno más especial. Con estos tres “apoyos” podemos celebrar una fructuosa Cuaresma.

Jesús nos exhorta a vivir con rectitud ante la mirada del Dios-Padre, sin presumir ante los hombres: «Cuando hagas limosna, no mandes tocar la trompeta ante ti» (Mt 6, 2); «cuando oréis, no seáis como los hipócritas» (Mt 6, 5); «cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas» (Mt 6, 16).

4.- El papa Francisco nos ha dirigido su Mensaje para esta Cuaresma centrando su reflexión en consonancia con el Jubileo 2025, que nos invita a ser “Peregrinos de Esperanza”.

Y nos dice: “Todos somos peregrinos en la vida. Cada uno puede preguntarse: ¿Cómo me dejo interpelar por esta condición? ¿Estoy realmente en camino o un poco paralizado, estático, con miedo y falta de esperanza; o satisfecho en mi zona de confort? ¿Busco caminos de liberación de las situaciones de pecado y falta de dignidad?” (Francisco, Mensaje para la Cuaresma de 2025). Planteémonos estos interrogantes para celebrar mejor la Cuaresma que hoy comenzamos.

Caminar juntos implica trabajar por la dignidad común de hijos de Dios (cf. Ga 3, 26-28), ser artesanos de unidad, ir codo a codo con el hermano sin dominar ni excluir al otro (cf. (Francisco, Mensaje para la Cuaresma de 2025)).

5.- Somos peregrinos que caminamos hacia la patria celestial, nuestro destino definitivo; pero que debemos construir el Reino de Dios, anticipándolo ya en este mundo; porque el reino definitivo no ha llegado, pero lo vivimos en esperanza.

Y para vivir en esperanza es necesario ver la realidad humana, social, política, y actuar en consecuencia. El Papa nos invita a buscar caminos de liberación de las situaciones de pecado y de falta de dignidad humana, dejando que la realidad concreta nos interpele, para descubrir lo que Dios nos pide.

Vea cada cual cómo debe transformar la realidad humana y social, llevando a cabo acciones concretas con quienes más lo necesitan: enfermos, mayores, migrantes, necesitados, no-nacidos, despreciados y excluidos; y haciendo de la Iglesia un lugar de encuentro, fomentando el diálogo y la comunión dentro de la diversidad eclesial.

6.- A continuación, haremos el hermoso rito de la imposición de la Ceniza, propio de día. Es un gesto sencillo que pide la actitud de un corazón penitente, llamado a pedir perdón de sus pecados, a convertirse y a iniciar el itinerario cuaresmal.

Pidamos al Señor que nos conceda un corazón limpio y convertido a su amor, para vivir con fruto esta Cuaresma y gozar de la libertad de los hijos de Dios.

Y que la Santísima Virgen María nos acompañe en este camino cuaresmal, con la esperanza de gozar en la Pascua de resurrección. Amén.

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