Con Motivo de la Jornada de la Vida Consagrada.
Queridos fieles diocesanos:
1. Cuarenta días después de la Navidad el Niño Dios fue llevado al Templo de Jerusalén, por María y José, para el cumplimiento de la ley mosaica, aunque fue, en realidad, su presentación ante el mundo como “luz para alumbrar a las naciones”. Simeón y Ana representan en la escena la larga espera mesiánica del Pueblo de la Antigua Alianza pero también la esperanza cumplida y el inicio de una Alianza Nueva de Dios con toda la humanidad, su Nuevo Pueblo. Es lo que celebramos en la Fiesta de la Presentación del Señor, el miércoles, 2 de febrero.