«Un fenómeno de la naturaleza y de la gracia, el P. Arnaiz»

Diócesis de Málaga
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La diócesis de Málaga es una sede episcopal dependiente de la archidiócesis de Granada, en España. Su sede es la Catedral de la Encarnación de Málaga.

Alberto José González Chaves (Badajoz, 1970) es doctor en Teología, delegado episcopal para la Vida Consagrada en la Diócesis de Córdoba y autor de numerosos libros, entre ellos la última biografía del padre Arnaiz

El próximo 20 de octubre asistiremos en Málaga a la beatificación de Tiburcio Arnaiz. Escribir su biografía debe de ser todo un reto, ¿no es así?
La verdad es que ha sido muy difícil porque él siempre iba por delante de mí y más deprisa que yo. Nunca lo pillaba, como suele decirse, cuando le estaba siguiendo a un pueblo, él ya se había escapado a otro. Fue hombre de poco escribir, de poco programar, era un hombre de hacer. No se le fue nunca el tiempo en reuniones, se le fue en predicar y anunciar a Jesucristo. Por esto y por muchas otras cosas, tendríamos que aprender nosotros del padre Arnaiz.

Ha venido a Málaga recientemente a dar una conferencia sobre el “Padre Arnaiz S J. Impulsor del Apostolado Seglar”, ¿puede hablarme sobre ella?
El Padre Arnaiz es una figura muy actual, muy profética y que nos interpela mucho en estos momentos de Nueva Evangelización, porque fue muy rompedor en su tiempo. Tomando los medios tradicionales de la Compañía de Jesús, supo involucrar de una manera sabia a los seglares en la pastoral, ya fueran matrimonios o señoritas jóvenes, de la mejor sociedad malagueña, que aceptó como colaboradores. Para mí, este fue uno de los logros más notables del Padre Arnaiz que implicó muchísimo a los seglares en una evangelización muy nueva y conseguía hacer unas conquistas de almas extraordinarias hasta el punto de que sus colaboradores en el apostolado estuvieron dispuestos a “empeñar la vida entera”, como fue el caso de las doctrinas rurales.

Como un castellano viejo y un andaluz nuevo lo ha descrito usted, porque a pesar de su sobrio carácter supo ganarse el corazón de los malagueños ¿Cómo lo describiría?
Fue un fenómeno de la naturaleza y de la gracia, porque el Señor le concedió una salud, una resistencia física, una capacidad de trabajo y una ilusión de emprender infatigable. Él había hecho un pacto con el Corazón de Jesús, al que dijo: “Jesús, dame diez años de vida y yo me mato por ti”. Y así fue, el Señor le dio algo más de lo que él había pedido, y antes de cumplir los 61 se sintió mal, y le dijo a alguien que le atendía “la máquina ya no da más de sí porque la he forzado mucho”.

Se ordenó jesuita a los 37 años, cuando ya llevaba doce de sacerdote, movido por su amor al Corazón de Jesús, como usted afirma «entró en la Compañía de Jesús ‘a morir’ por y con Cristo», como dijo san Juan Pablo II ¿para hablar con el Señor de corazón a corazón?
Así es, en el Padre Arnaiz todo parte del Corazón de Jesús, y todo vuelve al Corazón de Jesús. Para él, el punto de partida y el punto de llegada siempre es el Corazón de Jesús. Decía que las almas se santifican en la medida en la que tienen devoción y amor al Corazón de Jesús.

Beatriz Lafuente

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