Dice el martirologio romano de los dos santos apóstoles, Pedro y Pablo, cuya fiesta celebramos solemnemente el 29 de junio, que «Simón, hijo de Jonás y hermano de Andrés, fue el primero entre los discípulos que confesó a Cristo como Hijo de Dios vivo, y por ello fue llamado Pedro. Pablo, apóstol de los gentiles, predicó a Cristo crucificado a judíos y griegos».
«Los dos –continúa el texto oficial–, con la fuerza de la fe y el amor a Jesucristo, anunciaron el Evangelio en la ciudad de Roma, donde, en tiempo del emperador Nerón, ambos sufrieron el martirio: Pedro, como narra la tradición, crucificado cabeza abajo y sepultado en el Vaticano, cerca de la vía Triunfal, y Pablo, degollado y enterrado en la vía Ostiense. En este día, su triunfo es celebrado por todo el mundo con honor y veneración».
¿Y cómo es que dos de los santos más venerados por la Iglesia no cuentan con una fiesta propia? Lo cierto es que la tradición cristiana siempre los ha considerado inseparables pues, en palabras de Benedicto XVI, «juntos representan todo el Evangelio de Cristo». Como una especie de contrapunto de Rómulo y Remo, fundadores de Roma, representan la nueva fraternidad instituida por Cristo. A pesar de sus muy diferentes modos de ser y de pensar, ambos acogieron la gracia que les hizo vivir como hermanos, la comunión plena que anhela la Iglesia.
Con nombre de apóstol
La devoción a los santos apóstoles Pedro y Pablo se hace presente en Málaga a través de numerosas parroquias y entidades encomendadas a su patronazgo. San Pedro es el titular de nada menos que seis parroquias: una en la capital, en la avenida de la Aurora; y cinco en la provincia: Antequera, Cártama, Corumbela, Pizarra y Villanueva de Tapia. También lleva su nombre la casa de Espiritualidad de las Misioneras Cruzadas de la Iglesia en la zona de la Malagueta, Villa San Pedro.
El apóstol de los gentiles, por su parte, es el titular de una única parroquia en toda la Diócesis, concretamente en el popular barrio malagueño de La Trinidad. Forma parte, no obstante, de la nomenclatura de dos de los centros teológicos de la Diócesis: el Centro Superior de Estudios Teológicos (CESET) y el Instituto Superior de Ciencias Religiosas. Asimismo, lleva el nombre de San Pablo un Centro de Educación Infantil de la Fundación Victoria situado en calle Pizarro.