En su primer encuentro con periodistas, el obispo ha atendido a una veintena de periodistas, convocados en el patio del Obispado de Málaga a las diez de la mañana del primer lunes de su episcopado. «Estoy a vuestra disposición, hacéis una gran aportación a la sociedad».
«Detrás del obispo hay una persona y detrás de cada uno de vosotros hay una persona»
El nuevo obispo ha querido, lo primero, presentarse: «me gustaría que nuestra relación no fuera solamente desde el personaje, sino desde la persona». Ha valorado la cobertura que los medios de comunicación han hecho del inicio de su ministerio: «no solamente habéis cubierto la noticia, sino que creo que la habéis cubierto con cariño, y por tanto os lo agradezco de corazón», y ha expresado su deseo de dialogar con ellos sobre su visión de la sociedad y los retos de su profesión. D. José Antonio Satué se ha mostrado como es: «Aquí me tenéis. Yo procuraré ser lo más transparente posible y a vuestra disposición».

Su experiencia como delegado de medios en la Diócesis de Huesca le ha llevado, según les ha compartido, a tener siempre una buena relación con los periodistas. «Siempre ha sido una relación muy enriquecedora para mí y creo que, en buena medida, también para los periodistas. A veces vemos al personaje, al obispo-personaje, y yo, a los periodistas como “los que vienen a ver si me van a cazar”. Y resulta que detrás del obispo hay una persona y detrás de cada uno de vosotros hay una persona. Yo con mis problemas, mis alegrías, con mis expectativas… y vosotros también. En ese sentido, y en la medida que dé de sí una diócesis tan grande como esta, me gustaría que nuestra relación no fuera solamente desde el personaje sino desde la persona».
El prelado no ha obviado los retos del periodismo en la actualidad. «Soy consciente de que lo tenéis muy complicado, que esta dictadura de los clics tiene que ser terrible y en alguna ocasión ya buscaremos la manera, con la Delegación de Medios, porque me gustaría tener un diálogo con vosotros, mucho más que hoy, en el que podamos hablar también de los retos de la comunicación aquí en Málaga», ha dicho.
«Os agradeceré que tengáis una palabra libre, una palabra crítica. Y, si algo funciona bien, que también lo podáis decir. Es lo que quería transmitir a cada uno de vosotros. No obstante, pues aquí me tenéis. Yo procuraré ser lo más transparente posible y a vuestra disposición», ha pedido a los medios presentes.

COFRADÍAS Y ACCIÓN SOCIAL
Los periodistas, en el turno de diálogo posterior, le han preguntado por cuestiones variadas, pero de manera sobresaliente por la Semana Santa y la realidad cofrade. Ante eso, el Obispo ha compartido su experiencia siendo prior de la Archicofradía de la Veracruz de Huesca. «Conforme te vas acercando, vas viendo el trabajo que llevan adelante, la seriedad con la que se comprometen, que es muy fuerte. Aquí vengo bien predispuesto, aunque tengo que reconocer que conozco poco de la realidad concreta de este lugar. Cuando llegué a Huesca, no conocía la devoción a san Lorenzo, y viendo cómo los oscenses lo miraban, me fueron contagiando poco a poco su religiosidad y su forma de ver las cosas. Espero que aquí me pase algo parecido, que viendo vuestros tronos, vuestras cofradías y cómo lo vivís, poco a poco se me vaya pegando. Soy consciente de que esta etapa, bueno, siempre, es especialmente de aprendizaje».
Preguntado por la labor social, Mons. Satué ha asegurado ser «consciente de que Cáritas funciona muy bien, de que una de las dimensiones de las hermandades y cofradías es la social, el compromiso social. Por eso, quiero conocer y agradecer lo que hay. Una de las principales tareas del obispo no es hacer, sino valorar lo que otros hacen y en ese sentido, intentaré conocer, valorar y apoyar a todos los que están trabajando tanto en el aspecto caritativo-social como aquellos que estén trabajando más en la evangelización, en el anuncio más explícito de Jesucristo. Son como las dos patas de la misión: una más social, otra más explícita que se refiere a la fe. Y en ese sentido procurar que nuestras parroquias, nuestra diócesis, nuestras cofradías, en la humildad, no sean autorreferenciales, sino que sepan “extrovertirse” hacia Dios y desde Dios a la sociedad en la que estamos. Que poco a poco, tengamos ese talante misionero más fuerte con los pobres y con aquellos que no han recibido la buena noticia o lo han recibido y por tantas razones se han alejado de la vida cristiana».
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