En su homilía con motivo de la festividad de la Virgen del Carmen, el Sr. Obispo afirmó que «La Virgen es para nosotros luz en los momentos de oscuridad; Estrella que nos guía, para no extraviarnos por caminos desconocidos; Madre amorosa, que nos cuida y nos lleva a su Hijo; y «Carmelo», que nos hace gozar del silencio contemplativo y de la oración».
«En esta fiesta mariana le pedimos que nos acompañe en nuestro caminar; que nos guíe a puerto seguro en este mar alborotado; que nos acoja en su «Carmelo», para disfrutar del silencio y de la contemplación de las cosas de Dios; porque «Solo Dios basta»».
En la celebración de la Eucaristía, celebrada el domingo 19 de julio, durante la visita que la imagen de la Virgen del Carmen del Perchel realiza tradicionalmente antes de llegar al puerto para ser embarcada, D. Jesús Catalá unió la devoción a la Virgen del Carmen con las celebraciones del Año Teresiano: «Santa Teresa nos enseña a buscar solamente a Dios, dejando de lado lo que nos aparta de él. «Solo Dios basta» –nos dice la santa–. Como nos recordaba el papa Benedicto: «Vivimos en una época en la que son evidentes los signos del laicismo. Parece que Dios ha desaparecido del horizonte de muchas personas o se ha convertido en una realidad ante la cual se permanece indiferente. Sin embargo, al mismo tiempo vemos muchos signos que nos indican un despertar del sentido religioso, un redescubrimiento de la importancia de Dios para la vida del hombre, una exigencia de espiritualidad, de superar una visión puramente horizontal, material, de la vida humana» (Benedicto XVI, Catequesis El Hombre en oración, 11.05.2011). En medio del mar del laicismo estamos invitados a mirar a Cristo.
Queridos hermanos, ¡cuántas cosas nos sobran! Llevamos las alforjas llenas de planes, deseos, ambiciones, proyectos,… Pero solo Dios colma por completo todos los anhelos del ser humano. La Virgen del Carmen nos ayuda a descubrir los verdaderos valores, que traen la felicidad al hombre».
Antonio Moreno Ruiz