Cada semana, sus dibujos nos acercan al Evangelio. Pachi Velasco –Fano- se define como «un cristiano que hace dibujos». Ahora celebra junto a su grupo de vida el 20º Aniversario de la comunidad de María de Nazaret, de la que forma parte.
-¿Qué significa para su vida cristiana pertenecer a la comunidad de María de Nazaret?
-El Señor te va colocando donde quiere. Y a mí me coloca con una pareja, con una familia, y también con una comunidad, María de Nazaret. También es mi comunidad parroquial. La historia de la vida te va poniendo siempre al encuentro con gente. Y en la historia personal de fe que uno tiene siempre se va encontrando con un grupito. Mi grupo de fe y de vida es éste. Empezó siendo un grupo de catequesis, luego se convirtió en un grupo de fe y ahora es un grupo de vida.
-¿Cómo van a celebrar su 20ºAniversario?
-Estamos recordando muchas cosas y llamando a gente que pasó por la comunidad, que empezó siendo una comunidad de jóvenes. Ahora tenemos gente del grupo en muchos sitios, como Galicia, Qatar, Albacete…Una de las cosas más bonitas es que gracias a «Whatsapp» nos estamos renovando, y recordando todas las cosas que hemos vivido juntos. Lo que vamos a hacer es una Eucaristía dando gracias a Dios. Nos reunimos todos los domingos en misa, pero será una Acción de Gracias especial porque el Señor nos ha puesto en el camino, porque nos encontramos y porque a veces, hasta en la distancia, permite con su Espíritu que estemos juntos y unidos.
-Hablando de distancias: católicos de América y de toda Europa utilizan sus dibujos como recurso. ¿Cuál es su fuente de espiritualidad?
-Principalmente, tengo una actitud de servicio. Empecé a dibujar porque era profesor de religión en un colegio donde había mucho analfabetismo. Entonces era una manera de comunicarme, de expresar. Lo vivo como una vocación de anuncio y desde la humildad.
-Trabaja en el colegio «María de la O» como profesor y director ¿le ha emocionado la reacción de algún niño ante una de sus ilustraciones?
-Los niños me ven todo el día dibujando. Yo dibujo para lengua, para matemáticas, para «cono», para religión… A ellos les gustan mucho los dibujos. A mí una de las cosas que más me gusta es cómo explicamos nosotros la señal de la Cruz. Fue algo que hicimos en Catequesis de los Asperones y ahora a mucha gente en todo el mundo.
-Otra labor importantísima que usted hace es como voluntario de Cáritas en ese barrio. ¿Qué le preocupa más de la situación actual?
-Siento mucho dolor del dolor de la gente y, sobre todo, de la situación del barrio en el que yo vivo. Existen en Málaga muchos focos de exclusiones y marginación y muchas barriadas que no deberían existir, como la barriada de los Asperones, y muchos niños que nacen sin oportunidades. Tengo niños maravillosos que no tienen oportunidad. El trabajo voluntario de Cáritas y con Cáritas es mucho intentar que los niños salgan de la marginación y de la exclusión. Es una lástima que haya un montón de gente con unas potencialidades y unos dones increíbles, y que los mandemos al exterior, a la exclusión. Tengo mucho dolor, sobre todo por el tema de los niños, gentes sin oportunidades, que se ha criado en contextos marginales. Mis niños no ven semáforos, no ven escaparates, no ven pasos de cebra. Algunos lo hemos llevado a la playa y han visto el mar por primera vez, y estamos en la capital Costa del Sol… En el colegio trabajamos buscando comida, buscando ropa, cursos para que los niños no dejen de estudiar. Es un esfuerzo de muchas asociaciones y mucha gente. Pero es verdad que el problema es de raíz y estos barrios no deberían existir. Cáritas debe seguir estando donde está, en este barrio y en muchos otros. Y debemos protestar públicamente para que todo el mundo pueda desarrollar sus potencialidades y sus cosas. Pero protestar. Y que se dé una una solución al barrio. Trabajo para eso, con Cáritas y el colegio, para que se dé una solución a eso.
-El papa Francisco hace continuas llamadas de atención sobre la pobreza. Usted ha representado al pontífice en ilustraciones. ¿Qué le inspira él?
-El papa Francisco es un regalo de Dios, como lo fue también el papa Benedicto. Habla mucho de salir de la periferia, y yo lo comparto mucho. Yo creo que tenemos la lotería, que es el Evangelio y tenemos que hacer que todo el mundo lo reciba. Para mí es una ilusión este Papa porque tiene muchos códigos que comparto.
Ana Oñate