«En la Cadena SER he aprendido a hacer periodismo humano»

Diócesis de Málaga
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La diócesis de Málaga es una sede episcopal dependiente de la archidiócesis de Granada, en España. Su sede es la Catedral de la Encarnación de Málaga.

La periodista Esther Luque, directora del magazine «Hoy por Hoy Málaga» de la cadena SER recibe el Premio Cardenal Herrera, concedido por la Delegación de Medios de Comunicación de la Diócesis de Málaga, con motivo de la fiesta del patrón de los periodistas, san Francisco de Sales.

«Por su calidad humana y profesional y su capacidad de superación». Así mismo, quiere reconocer «su mirada a la realidad de Málaga desde una profunda sensibilidad periodística, guiada por la defensa de los valores humanos más universales». Son los motivos de la concesión del Premio, ¿cómo lo ha recibido?

Muy honrada y muy agradecida a la Diócesis. He entendido este premio como un reconocimiento al trabajo, no sólo mío, sino de todo el equipo. Considero que mi trabajo es posible gracias al equipo que hacemos «periodismo» todos los días en Málaga. Sin mis compañeros no soy nada y no sé nada. Por tanto, yo creo que es un reconocimiento al espíritu social que intentamos, e intento, dar a nuestro programa. Lo importante son las personas, sus historias, vengan de donde vengan, y, por encima de todo ello, los valores humanos, que es también lo que se ha premiado. Ellos son nuestras referencias a la hora de hacer periodismo. De alguna manera, es un reconocimiento a todos los periodistas que contamos todos los días las noticias en Málaga.

De hecho, el programa que dirige está siempre atento a las necesidades de la ciudad, cercano al pueblo, ¿le llena su trabajo?

Es un trabajo muy bonito, tú lo sabes, que trabajas en radio y en prensa. El periodismo es un trabajo precioso. A mí me llena mucho, me permite conocer todos los días a mucha gente de todo tipo de creencia, ideología y pensamiento. Esto te enriquece mucho como persona y te abre la mente. Me encanta hablar con la gente, tratarla, escuchar lo que piensan y conocer el porqué lo piensan… Pero no todo es un camino de rosas. Trabajar como periodista, y en un programa diario en directo, exige mucha presión, estar siempre al pie de la noticia para conocer la actualidad última de Málaga… eso te provoca estrés e incluso ansiedad. Anoche mismo, me fui de la radio un poquito cansada, pensando «qué día más largo el de hoy», pero después recompensa todo lo demás.

¿Es difícil desconectar?

Efectivamente, es difícil. Estás en casa un fin de semana con la familia, viendo algo en la tele, o sales a la calle y ves algo en la ciudad y piensas que eso se puede convertir mañana en un reportaje o en una entrevista. Son 24 horas sobre 24.

Toda la vida dedicada a la comunicación. ¿Qué noticia le gustaría dar que aún no haya dado?

Me gustaría dar muchas noticias. En Málaga por ejemplo, que se acaba el paro. Me encantaría abrir el programa un día contando que se ha terminado el paro, que todo el mundo trabaja en Málaga, tiene derecho a una vivienda y a un trabajo digno. Con los años tan terribles de crisis que hemos pasado. Y a nivel más general, me gustaría dar en la radio la noticia de que el cáncer tiene cura al 100%. Aunque estamos en el camino y se ha avanzado mucho, me gustaría alguna vez decir que todo el mundo se cura cuando se le diagnostica un cáncer.

En este Premio se valora su labor periodística y su capacidad de superación. Ha vivido años muy duros.

Cierto. No todo el mundo lo sabe, pero cuando lo cuento lo hago por si a alguien le puede ayudar. Va a hacer cinco años que me diagnosticaron un melanoma, un cáncer de piel, y lo he pasado realmente mal. Me retiré de la vida, prácticamente, durante un año y medio. Dedicada a los hospitales y a un tratamiento muy duro. Pero todo se supera. Todo llega y todo pasa.

¿Y a quién se acogió para superar esta etapa?

Yo soy creyente y tengo fe. Me agarré a la fe, a mi familia y a mis amigos, a esos tres pilares que todo ser humano debería tener en la vida. Y tiré adelante. Desde aquí animo a toda la gente que lo esté pasando mal por alguna enfermedad, a que siempre se agarre a algo, a que tenga esperanza y fe en que de todo se sale, que todo pasa, que no hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo resista, como dice el refrán. La esperanza yo creo que es muy importante en nuestras vidas para superar los malos momentos, que los vamos a tener todos, pues la vida tiene altibajos.

Decías que eres una persona a la que le gusta hablar mucho con la gente, ¿qué entrevista le gustaría hacer que no haya hecho todavía?

Muchas veces me lo han preguntado. La verdad es que siempre tienes a gente que te gustaría entrevistar como escritores, artistas… pero fíjate que, después de ver el libro que acaba de publicarse con la entrevista al papa Francisco, por un periodista italiano, me gustaría entrevistarlo. ¡Imagínate si pudiera ir a Roma y hacerle una entrevista al papa, dirigida a mis de Málaga! O mejor, ¡que el Papa viniera a Málaga! Sería un personaje muy interesante para entrevistar.

No es el primer premio que ha recibido en los últimos meses, ¿feliz por el reconocimiento de un trabajo bien hecho?

Muy contenta. He terminado el año y he comenzado el nuevo año maravillosamente bien. Con reconocimiento. Hace unos días me decía una compañera que ya tengo 40 años y estoy recogiendo los frutos, pero yo le respondí que todavía soy joven (se ríe) y que me quedan muchas cosas que hacer. Ser periodista es una tarea muy difícil, es como colocar un radar en lo alto de la montaña y estar sacudido por los vientos todo el tiempo. Yo fui consciente de lo que suponía ser periodista cuando me encargaron hacer, precisamente, el magacine de la Cadena SER. Ahí entendí que esto es un servicio público, con el que podías hacer mucho bien o mucho mal, según como plantearas tu trabajo. El anterior premio que se nos concedió fue por la difusión que dimos en el programa sobre las donaciones y los trasplantes. Los cristianos no podemos olvidar que, a través de nuestros reportajes, entrevistas y programas podemos ayudar a mucha gente y empujar a las personas a ser mejores personas. Juan Pablo II nos decía a los periodistas que estamos llamados a conjugar la libertad de información, el respeto a las personas y un sentido profundo de humanidad. Yo creo que ahí se encierra el meollo de lo que debemos hacer los periodistas cada día. Tenemos una gran tarea y mucha responsabilidad.

¿Cómo llevan sus hijos que mamá sea periodista y salga en la radio?

Tengo dos hijos. Andrés acaba de cumplir 13 años y Juan tiene 10. Desde pequeños se han criado entre grabadoras y periódicos. Ahora que se está hablando mucho de llevarse los hijos al trabajo, tengo que decir que yo me los he traído, desde pequeños, cuando no he podido dejarlos con nadie, por las tardes a la radio. La verdad es que lo ven como algo natural, no lo ven nada extraordinario, de hecho no presumen de mí, lo que me da un poquillo de rabia (se ríe).

¿Se siente en territorio hostil en tu trabajo?

(Risas) Para nada, en absoluto. Como en la mayoría de los trabajos hay compañeros con distintas sensibilidades y creencias, todos me aportan aspectos positivos y de todos aprendo. En ningún momento de mi carrera profesional he visto coartada mi libertad de expresión y mi manera de enfocar los temas. En la Cadena Ser he aprendido a hacer periodismo humano. Yo no estoy en territorio hostil, los que sí están son los periodistas cristianos que trabajan en Irak o en Siria.

Encarni Llamas Fortes

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