Esquema de la ponencia pronunciada por Rafael Pérez Pallarés, delegado de Medios de Comunicación Social, responsable diocesano de la Consulta Sinodal y párroco de El Buen Pastor y la Divina Pastora, en la Jornada de Formación Permanente para el Clero, centrada en el Sínodo de Octubre 2024.
EL SÍNODO DE LA SINODALIDAD
Después de la celebración de la Primera Sesión de la Asamblea General Ordinaria del Sínodo (octubre de 2023), el proceso sinodal ha continuado dando pasos hacia la Segunda Sesión, que tendrá lugar en octubre de 2024. Estamos en el periodo “entre asambleas”. Se trata, sobre todo, de ir implementando el estilo y modo de ser Iglesia, que es la sinodalidad.
Consecuentemente plantearnos a nivel individual, parroquial, arciprestal y diocesano
¿Qué creemos que nos está aportando esta preparación del Sínodo? ¿Ha calado el estilo sinodal en nosotros y en nuestras comunidades? ¿Seguimos implementando esta dinámica en nuestras comunidades? ¿Qué podríamos hacer para que sigamos abiertos a lo que el Espíritu? A través del Sínodo, ¿qué puede estar diciendo el Espíritu Santo a la Iglesia? O ¿Cómo podemos animar a reflexionar en nuestros Consejos Pastorales sobre esa pregunta que se nos propone: ¿Cómo ser una Iglesia sinodal en misión?
En definitiva, se trata propiciar la participación, facilitar que el dinamismo sinodal cale en las comunidades cristianas, en nuestras parroquias, en nuestra diócesis.
Desde que comenzó el Sínodo se ha invitado permanente a entrar en la dinámica sinodal. Especialmente en la fase diocesana. Y, concretamente, en el momento en que estamos a profundizar en el Informe de Síntesis, a partir de una pregunta fundamental:
¿Cómo ser una Iglesia sinodal en misión?
Esta pregunta es el horizonte hacia el que se proyecta el discernimiento comunitario especialmente, en esta etapa en la que estamos, en este llamado periodo “entre asambleas”. Y se hace con el deseo de mantener vivo el dinamismo sinodal que ha implicado a todo el Pueblo de Dios durante los dos últimos años.
De hecho, la Secretaría General del Sínodo ha establecido una recogida de reflexiones a la luz de la síntesis de la Primera Sesión de la Asamblea General Ordinaria del Sínodo. Esto debe hacerse por cada Conferencia Episcopal enviando un Documento de Síntesis de un máximo de 8 páginas, antes del 15 de mayo.
Dentro de los pasos que se han dado, a nivel nacional, cabe destacar que
El Equipo Sinodal de la CEE ha mantenido una reunión online con los referentes del Sínodo en las diócesis. Estas son las conclusiones más significativas sobre el proceso sinodal en esta fase hacia octubre de 2024:
- En muchas diócesis se está llevando a cabo la propuesta de trabajo en los diversos Consejos, en los arciprestazgos, parroquias y grupos sinodales.
- Se está también haciendo una labor importante de difusión para dar a conocer el Informe de Síntesis.
- Los padres y madres sinodales han participado en algunas diócesis, en reuniones de formación permanente del clero, formación de laicos, en encuentros de movimientos y asociaciones, en jornadas de vida consagrada…
- Aunque el número de grupos que estén realizando la propuesta que se ha pedido para esta fase sea inferior a otras etapas, se valora muy positivamente que en las diócesis y comunidades va calando una cultura sinodal.
- Se valora también de un modo muy positivo iniciativas de la Conferencia Episcopal Española; en concreto, el Encuentro de Laicos sobre el Primer Anuncio (16-18 febrero) y el Congreso de Educación (24 de febrero), se situaron en total sintonía con la clave de la sinodalidad.
- En líneas generales, la sinodalidad va calando como lluvia fina en nuestras acciones pastorales.
A nivel internacional cabe destacar que:
- La Secretaría General del Sínodo y el Dicasterio para el Clero, de acuerdo con el Dicasterio para la Evangelización y el Dicasterio para las Iglesias Orientales han decidido organizar un Encuentro internacional para los párrocos, bajo el título: “Los Párrocos por el Sínodo. Un encuentro internacional”, los días 28 de abril al 2 de mayo, en Sacrofano (Roma).
- El 17 de febrero se anunció: a) seis nuevos consultores para la Secretaría General del Sínodo b) la creación de grupos de estudios entre la Secretaría General del Sínodo y los Dicasterios Romanos;
Deberán trabajar entre otros temas:
- La formación sacerdotal y los nuevos ministerios
- Relaciones entre las Iglesias católicas orientales y la Iglesia latina
- El grito de los pobres
- La misión en el entorno digital.
- La revisión de la ‘Ratio fundamentalis Institutionis Sacerdotalis’ (Ratio Seminarios) en una perspectiva sinodal misionera.
- Cuestiones teológicas y canónicas en torno a formas ministeriales específicas.
- La revisión, desde una perspectiva sinodal y misionera, de los documentos que regulan las relaciones entre los obispos, la Vida Consagrada y las familias eclesiales.
- Aspectos de la figura y ministerio del obispo (en particular: criterios de selección de los candidatos al episcopado, función judicial del obispo, naturaleza y realización de las visitas ‘ad limina apostolorum’) en una perspectiva sinodal misionera.
- El papel de los representantes pontificios en una perspectiva sinodal misionera.
- Criterios teológicos y metodologías sinodales para un discernimiento compartido de cuestiones doctrinales, pastorales y éticas controvertidas.
- La recepción de los frutos del camino ecuménico en las prácticas eclesiales.
También se han hecho públicas las fechas de la segunda sesión del Sínodo sobre la Sinodalidad (del 2 de octubre al 27 de octubre), con un retiro previo los días 30 septiembre y 1 de octubre.
QUÉ PASÓ EN LA PRIMERA ASAMBLEA
Estamos en el periodo “entre asambleas”. En la primera Asamblea Fueron 464 participantes –que volverán a participar en la Asamblea de 2024-: 365 miembros con voz y voto: 54 mujeres; 169 obispos representantes de las Conferencias Episcopales de todo el mundo, más 5 representantes de las reuniones internacionales de las Conferencias, como el CELAM o la SECAM Africana; 20 jefes de las Iglesias orientales católicas; 10 miembros (5 hombres y 5 mujeres) de las dos uniones que representan a los Superiores y Superioras Generales de todo el mundo, elegidos por ellos mismos; 20 responsables de los Dicasterios de la Curia; 50 miembros del Colegio cardenalicio; y 50 personas designadas directamente por el Papa. Entre los españoles con voz y voto, Enrique Alarcón, presidente de FRATER, la religiosa nicaragüense establecida en España, Xiskya Valladares y la teóloga laica Cristina Inogés Sanz.
En la Asamblea se habló con total libertad de los temas que aparecían en el Instrumentum laboris, realizado con las aportaciones de las fases diocesana y continental de todo el pueblo de Dios que quiso o pudo participar. El sistema de trabajo que se eligió fue la conversación en el Espíritu, que permitió una escucha profunda y que demostró servir para todas las culturas allí presentes. El silencio para la escucha se respetó gracias a la labor de los “facilitadores” preparados para ello en cada uno de los 39 círculos menores. Cada uno de ellos contaba con 10 -11 miembros.
La Relación de síntesis que no es un documento definitivo puedes consultarlo en este enlace, mantiene el mismo esquema en cada uno de sus 19 capítulos: Convergencias, cuestiones a afrontar y propuestas.
El documento se votó punto por punto de cada capítulo. Al final fue aprobado por las de 80% de los presentes en dicha Asamblea. Lo que pueda resultar de la Asamblea de octubre de 2024, no es vinculante como tal, aunque sí orientativo al venir de todo el pueblo de Dios y serán los temas propuestos al papa Francisco para que los valore.
CASO PRÁCTICO EN LA FASE DIOCESANA SINODAL DE MÁLAGA.
En la parroquia se comenzó proponiendo un calendario de trabajo en el Consejo Parroquial. Se hizo especial énfasis en el tema sinodal en la presentación de las prioridades pastorales para todo el arciprestazgo. Se propuso hacer referencia al sínodo en post frecuentes en las redes sociales del arciprestazgo, así como llevar a cabo la asamblea arciprestal con el tema del sínodo.
En la parroquia se organizó una vigilia de oración y en las misas del domingo XXIX del T.O. se anunció la apertura de la fase sinodal. Se puso a disposición de la comunidad un cuestionario con unas preguntas para que individualmente se fueran enviando a la parroquia las respuestas que cada uno considere al respecto. Se hizo en papel y como formulario Google. También se pidió a los distintos grupos parroquiales trataran las preguntas e hicieran una síntesis de todas las respuestas del grupo para traerlas a este consejo.
Asimismo, se realizaron reuniones mensuales, para informar y compartir todo lo relativo a estas cuestiones sinodales. Con todas las respuestas recibidas se hizo un resumen que se presentó en una asamblea parroquial. La revisión de lo que se hacía en cada parroquia fue tema recurrente en las siguientes reuniones del equipo arciprestal para preparar la asamblea.
En la Asamblea arciprestal la representante del arciprestazgo expuso las conclusiones de las respuestas recogidas en todas las parroquias. Posteriormente se reflexionó sobre la aplicación en el arciprestazgo. La asamblea terminó realizando el envío de los 20 representantes arciprestales que participaron en el encuentro diocesano final.