
En la rueda de prensa de presentación del Día de la Iglesia Diocesana, el Obispo de Málaga se ha referido al problema de la falta de vivienda en Málaga y cómo desde la Iglesia se trata de paliar los casos más graves de personas sin hogar ofreciendo distintos recursos.
Mons. Satué ha recordado la reciente celebración del Día de las Personas Sin Hogar y ha señalado que esa jornada «nos acercó a la problemática de la vivienda. Es un problema gordísimo para la gente que tiene un salario, porque a veces es difícil encontrar viviendas de alquiler que cuesten menos de un salario mínimo». En este sentido ha recordado que «a Caritas y a los centros que tiene la iglesia para atender a las personas necesitadas, desgraciadamente no solamente viene gente desempleada sino que, a veces, viene gente que tiene un empleo pero que sin embargo no tienen forma de llegar a fin de mes. Entonces, la pobreza tiene distintos rostros y desgraciadamente ahora tiene también el rostro de gente con trabajo».
En la rueda de prensa de presentación de la Memoria Anual y de la Cuenta de Resultados de la Diócesis de Málaga, con motivo del Día de la Iglesia Diocesana, el Obispo (@satuehuerto) ha hecho referencia al problema de la vivienda pic.twitter.com/GC8b3SwlgW
— Diócesis de Málaga (@DiocesisMalaga) November 5, 2025
Con respecto al trabajo que realiza la Iglesia de Málaga en el ámbito de la vivienda, el Obispo ha señalado que a pesar de no conocer a fondo la cuestión por llevar aún poco tiempo al frente de la Diócesis, sí que ha conocido ya distintos servicios que realiza la Diócesis: «Por un lado, están los pisos de Cáritas que están dedicados a personas y a familias vulnerables y, por otra parte, todos conocen mejor que yo lo que se hace en el Cotolengo, donde se atiende a las personas que ya han sido prácticamente desahuciadas en otros servicios sociales. Y además de eso, desde Caritas se está en coordinación con otros servicios sociales de las instituciones para intentar buscar soluciones». Finalmente ha afirmado que la Iglesia tiene una labor que hacer, y es «la de denunciar esta situación que viven no solamente las personas más empobrecidas, sino muchas familias que tienen trabajo pero que no tienen forma de llegar a fin de mes».
El año pasado, Cáritas Málaga acompañó a más de 900 personas sin hogar.

