«Contemplar el Misterio». Mensaje de Navidad del Obispo

Diócesis de Málaga
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La diócesis de Málaga es una sede episcopal dependiente de la archidiócesis de Granada, en España. Su sede es la Catedral de la Encarnación de Málaga.

La Navidad es un Misterio de Amor, que hay que contemplar. Pero nuestra sociedad ha perdido mucho la capacidad de contemplación; el ser humano actual todo lo quiere racionalizar, entender, dominar, manipular.

«Estos días navideños nos invitan a acoger a Dios, que se acerca a nosotros, que desea estar con nosotros y compartir su vida. El Niño-Dios ha venido para iluminarnos y para que tengamos vida».

Sin embargo, existen realidades en la vida humana que escapan a la sola razón. Entre ellas se encuentra en general el arte: la música, la pintura, la poesía, la religiosidad… Intentar racionalizar una obra de arte podría llevarnos a su incomprensión.

Lo mismo sucede con el amor: querer racionalizar y dominar el amor, puede llevarnos a destruirlo. Las relaciones personales, amistosas y conyugales, dan muchas veces al traste por querer tratarlas como un contrato. La otra persona no es un objeto, ni una mercancía, sino un “misterio”, ante el cual hay que ponerse en actitud contemplativa, respetuosa, de delicada acogida.

Las realidades que pertenecen a la esfera del “misterio” solo cabe aceptarlas y vivirlas; no siempre pueden ser explicadas de modo racional. Decía el filósofo Blas Pascal: «El corazón tiene razones, que la razón no entiende».

La Navidad nos invita a contemplar el Misterio del Amor de Dios, a dejarse inundar de su Luz; a permitir que la presencia de Dios llene nuestro corazón. La Navidad es una hermosa ocasión para disfrutar de la vida como don, como regalo.

Os invito a contemplar el Misterio de Amor de la Navidad. Pongámonos ante la cuna de Belén, donde yace el Hijo de Dios hecho Hombre. Dejemos que el Amor de Dios nos impregne hasta lo más íntimo. Estos días navideños nos invitan a acoger a Dios, que se acerca a nosotros, que desea estar con nosotros y compartir su vida. El Niño-Dios ha venido para iluminarnos y para que tengamos vida.

Os animo a montar el Belén en vuestras casas y también en las asociaciones e instituciones de identidad cristiana. Los niños y los mayores podemos recrear de un modo plástico las escenas de la Navidad, contemplando los distintos personajes y procurando imitar su actitud: el Niño, la Virgen María, san José, el buey y la mula, los pastores, los magos.

Vivamos con alegría estos días navideños. Celebremos con alegría el Misterio del Nacimiento de Jesús. Dejémonos iluminar por su Luz y sepamos transmitirla a los demás.

¡Feliz Navidad!

 

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