Se ha celebrado en Arjona un retiro cuaresmal de Proyecto Raquel, dentro de nuestro caminar para ofrecer a las personas implicadas por un aborto provocado, momentos de encuentro más intensos y personales con la Misericordia Divina, momentos especiales de oración, de formación y, también, de convivencia. La parroquia de Arjona nos acogió con los brazos abiertos poniendo a nuestra disposición las instalaciones de la casa Fundacional «Santísima Trinidad».
El Papa Francisco durante esta Cuaresma nos lo ha recordado en una de sus catequesis que «la misericordia puede sanar las heridas y puede cambiar la historia». Desde el Proyecto Raquel vivimos de primera mano cómo el Señor no solo salva, sino que salva y restaura los corazones y las vidas, y esta labor la hace en y desde su Iglesia. Está tarea esencial de curar heridas, que nos pide el Papa en una dimensión más amplia, es la que queremos acercar a nuestros hermanos y hermanas heridos por el drama del aborto.
Durante el retiro tuvimos un momento de formación, en el que profundizamos en la oración de sanación, partiendo de la petición que San Pablo hace a los colosenses «revestíos de entrañas de misericordia» (Col 3, 12), ya que, en primer lugar, Dios es Misericordia. Misericordia de la que los cristianos estamos llamados a ser instrumentos y que nos exige cambiar nuestra mirada ante el hermano que sufre. Sufrimiento que necesita de esa Misericordia como gran fuerza sanadora para el que se siente amado, perdonado, acogido se sienta liberado de las ataduras que le impiden gozar de una nueva vida en Cristo. Un momento de intimidad, de confianza y de amistad con Dios, ante Jesús Sacramentado, recordando que su presencia es fruto del amor que nos tiene y haciendo pasar por el corazón (re-cordar) lo que en la formación habíamos compartido. Durante esa hora de intimidad tuvimos ocasión de presentar sobre el altar las oraciones, peticiones y mensajes que los participantes de la Feria de la Misericordia habían dejado colgadas en nuestro «Árbol de las Misericordia».
La mesa compartida y una magnifica visita guiada por Arjona fueron los broches perfectos de una jornada en la que podemos hacer nuestras las palabras de Monseñor Giampietro Dal Toso «somos conscientes de que podemos dar misericordia solo si hemos recibido misericordia» esta es la clave.
Ricardo Cobo
Proyecto Raquel