Las Hermanas de la Cruz de Villacarrillo celebran el 50 aniversario de su fundación

Diócesis de Jaén
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La diócesis de Jaén es una iglesia particular española sufragánea de la archidiócesis de Granada. Sus sedes son la Catedral de la Asunción de Jaén y Catedral de la Natividad de Nuestra Señora de Baeza.

Fue en 1965 cuando una pequeña comunidad de Hermanas de la Cruz se establecía permanentemente en Villacarrillo. La fundación de esta comunidad se realizó en el edificio que actualmente ocupan en la avenida denominada Sor Ángela de la Cruz. En la actualidad, estas hermanas, además de su apostolado habitual, cuidan de un grupo de ancianas en una residencia de mayores que se construyó junto al convento.

Con gozo, la comunidad de Villacarrillo ha celebrado el cincuenta aniversario de su fundación a través de un triduo de acción de gracias que se ha desarrollado en la parroquia de la Asunción de esta ciudad. Con una asistencia masiva de fieles, este triduo también ha contado con la presencia de más de una treintena de hermanas procedentes de otras casas de la congregación.

El primer día celebró la Eucaristía el párroco de Villacarrillo, D. Andrés Nájera Ceacero. El segundo día, fue el Sr. Obispo de Jaén, D. Ramón del Hoyo, el que presidió la celebración eucarística. Y el tercer día fue el Sr. Arzobispo emérito de Sevilla, Cardenal D. Carlos Amigo el que celebró la Santa Misa. En este día, al finalizar la Eucaristía, se cantó un solemne «Te Deum» por parte del coro de las Hermanas de la Cruz, que participó con sus cánticos en los tres días del triduo de acción de gracias.

Las hermanas de la Cruz dan gracias a Dios por la fundación del convento de Villacarrillo y por todos los dones que han recibido de Dios a lo largo de esta trayectoria en la ciudad. Esta congregación de hermanas de la Compañía de la Cruz está presente en nuestra diócesis de Jaén en Torreperogil, Linares y Villacarrillo.

Cuando en 1925 se cumplieron los primeros cincuenta años de la fundación del Instituto Sor Ángela escribió en su «Carta de año» a las Hermanas cuál era su anhelo para este tiempo nuestro: «Y después de los cien años, la (persona) que vea una Hermana de la Cruz pueda decir: Se ve a las primeras, el mismo hábito exterior y el mismo interior; el mismo espíritu de abnegación, el mismo de sacrificio… Son las mismas, la providencia para los pobres; dan de comer al hambriento, visten al desnudo, buscan casa a los peregrinos, visitan a los enfermos, los limpian, los asean, los velan sacrificando su reposo. Son todas para los pobres, mirándolos no sólo como hermanos, sino como señores, y los acompañan y están con ellos a su lado……

La fundadora de este instituto, Santa Ángela de la Cruz, insistía en la fidelidad: «Que cuando celebren el primer centenario, quienes hayan conocido a las presentes y vean a las de ese tiempo puedan decir: Son las mismas, y en las presentes de hoy vive en todo su rigor el espíritu de las primeras».

Y así es. Las Hermanas de la Cruz procuran ajustar en el tiempo presente sus pasos a las huellas que ella dejó. En el capítulo primero de sus Constituciones, que fueron aprobadas también por San Pío X en 1908, se expresa que «El fin especial o distintivo de esta Congregación, es promover con la divina gracia la salvación de las almas entre los pobres, a quienes las Hermanas considerarán y amarán como a sus amos y señores. Por ganar sus almas aplicarán su vida apostólica a la visita diaria de enfermos necesitados a domicilio, asistiéndolos en sus necesidades espirituales y materiales. Y también, a la gratuita y cristiana educación de niñas pobres, en internados de huérfanas y en escuelas diurnas y nocturnas». Y afirman que lo deben hacer «con el lenguaje mudo del ejemplo llevando una vida voluntariamente pobre y austera, en la realización de sus apostolados de caridad».

En el transcurso de este triduo en Villacarrillo se ha conocido la fecha de la canonización de la Madre María de la Purísima en el Vaticano. El próximo 18 de octubre se celebrará en Roma la ceremonia de canonización de la beata Madre María Purísima de la Cruz, sexta madre general del instituto fundado por Santa Ángela en Sevilla en 1876. Sólo cuatro años después de su beatificación, que se celebró en 2010 en el Estadio Olímpico y con la excepcional presencia de la venerada imagen de la Esperanza Macarena, muy vinculada a este instituto.

La nueva santa del Instituto de la Cruz, María Isabel Salvat Romero en el siglo, nacida en 1926 en Madrid en el seno de una familia acomodada, ingresó con 18 años en 1944 como postulante en las Hermanas de la Cruz. Un año después vistió por primera vez el hábito y tomó el nombre con el que vivió el resto de su vida.

Madre María de la Purísima de la Cruz hizo los votos perpetuos en 1952. Y durante un tiempo fue la directora del colegio que las hermanas de la Cruz tuvieron en Lopera. Desde 1977 hasta su fallecimiento en 1998 fue madre general. Sus restos mortales permanecen en la Casa Madre, en la cripta que ocupó Santa Ángela durante cincuenta años.

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