La Virgen de la Cabeza congrega a miles de devotos en Sierra Morena

Diócesis de Jaén
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La diócesis de Jaén es una iglesia particular española sufragánea de la archidiócesis de Granada. Sus sedes son la Catedral de la Asunción de Jaén y Catedral de la Natividad de Nuestra Señora de Baeza.

Fieles a la cita con la Madre de Dios, en el último domingo de abril, millares de devotos, llegados de todas partes de España se dieron cita en la cima más alta de Sierra Morena para vivir, con fervor, la fiesta de la Patrona de la Diócesis y de Andújar, la Virgen de la Cabeza.

La romería más antigua de España (data del siglo XIII) volvió a ser el epicentro de la fe y la devoción, a pesar de un tiempo desapacible, que poco a poco se fue tornando en primaveral y más acogedor.

Pasadas las 9.30 de la mañana la imagen venerada de «La Morenita» fue trasladada por el hermano mayor de la Real Cofradía Matriz, D. José Antonio Hinojo; el hermano mayor de Colomera, D. Santiago Martínez; el alcalde de Andújar, D. Francisco Huertas; y el comisario de la gestora, D. Ramón Colodrero hasta las andas colocadas en las naves del Santuario. Cientos de anderos, después de una noche en vela, aguardando el momento de portar sobre sus hombros a la Reina de Sierra Morena, llenos de emoción, llevaron a la Virgen hasta el altar situado en el exterior, donde, pasadas las 10 daba comienzo la Santa Misa.

La Eucaristía, presidida por primera vez por Don Amadeo Rodríguez Magro como Obispo de Jaén, estuvo concelebrada por el provincial de los Trinitarios, D. Pedro José Huerta Nuño; el Vicario General, D. Francisco Juan Martínez Rojas; el rector del Santuario, D. Domingo Conesa, y un importante número de sacerdotes diocesanos llegados desde todos los puntos de la geografía jiennense. Igualmente, acompañaron al Obispo los seminaristas. También estuvieron presentes autoridades civiles y militares. Junto al alcalde de Andújar, D. Francisco Huertas; entre otros, la subdelegada del Gobierno, Dª Francisca Molina; la Delegada del Gobierno andaluz en Jaén, Dª Ana Cobo; el comisario provincial, D. Jesús Herranz, y el teniente coronel, jefe de la Comandancia de la Guardia Civil Jaén, D. Luis Ortega.

Homilía
En este tercer domingo de Pascua, en referencia al Evangelio de «los discípulos de Emaús», proclamado por el diácono permanente, hijo de Andújar, D. Andrés Borrego, Don Amadeo afirmó: «El caminante encontrado, al que en principio “sus ojos no fueron capaces de reconocer”, era el mejor intérprete de la verdad y, además, el mejor conocedor del corazón humano, de la verdadera búsqueda y de las auténticas necesidades humanas. Con la Sagrada Escritura, donde siempre se revela el amor de Dios, ese que hace arder el corazón, les da las explicaciones que necesitaban y les hace comprender que la pasión de Cristo no era más que el camino hacia la gloria; el caminante les hace ver que aquel aparente fracaso, que les llevaba decepcionados de vuelta a casa, era una victoria del amor de Dios por nosotros; les hace ver que la gloria de Cristo sólo podía llegar por el dolor de la cruz redentora».

Del mismo modo, y en alusión a la romería de la Virgen de la Cabeza, el Prelado jiennense dijo: » Cuántos de nosotros durante el itinerario peregrino y, sobre todo, al llegar ante la Virgen de la Cabeza le hemos abierto el corazón y le hemos contado nuestras preocupaciones: nuestras dudas, nuestros problemas, nuestras penas, nuestras heridas, nuestros anhelos más profundos! Cada uno ha traído lo suyo y muchos hemos traído también los grandes y graves problemas de esta tierra bendita de la que ella es Madre y Protectora. Y hemos comprobado que todo el que pasa por el Santuario de la Virgen de la Cabeza buscando necesidades esenciales, encuentra a Jesucristo, renueva su fe, descubre la alegría y recupera ilusiones y esperanzas, que quizás consideraba que tenía perdidas. Ojalá todos hayamos descubierto en los ojos misericordiosos de María, al amor misericordioso de Cristo».

Para concluir, y de una manera directa a los romeros y devotos diocesanos, el Obispo les animó «a recordar que estamos en el “camino del sueño misionero de llegar a todos”, como dice nuestro lema pastoral. La Virgen de la Cabeza nos envía a cada una de nuestras parroquias y comunidades cristianas, y nos invita a compartir, en cada uno de nuestros ambientes, la alegría de habernos encontrado con Ella y con su Hijo. A todos los peregrinos nos llama a convertir el camino de vuelta a casa en una peregrinación misionera. No olvidéis que volver también es peregrinar, que los peregrinos al Santuario de la Virgen de la Cabeza han de ser peregrinos misioneros de lo que llevan en el corazón: lo que habéis encontrado en este precioso y devoto encuentro con María, hay que repartirlo».
Al finalizar la Santa Misa, la Virgen de la Cabeza se volvió a trasladar a las andas para procesionar por las calzadas y por el poblado que se levanta en torno a la cima del Cabezo. Dos trinitarios, Sergio García (nacido en Alcalá la Real y miembro de la Comunidad Trinitaria de Algeciras) y el alemán Antonio Elverfert (miembro de la Comunidad Trinitaria de Málaga), que lucían en sus hábitos un lazo rojo en solidaridad con los cristianos perseguidos en el mundo, fueron los encargados de custodiar durante toda la procesión a la Santísima Virgen de la Cabeza. Ellos, sobre las andas, iban llevando hasta la Madre de Dios a los niños que quisieron rozar su manto, también pasaron por la Virgen los distintos objetos que una multitud ferviente les echaba al paso de la Rosa de Oro.

68 cofradías y la Matriz de Andújar esperaban con gran emoción y fervor, el paso por sus casas de hermandad de la imagen de la Reina de Sierra Morena. La Virgen lucía un nuevo manto, color azul donado por la hermana mayor de la Real Cofradía Matriz de la Virgen de la Cabeza, Mercedes Fernández y diseñado por Pedro José López y Carmen Gutiérrez, de Santiago de Calatrava. Su diseño mezcla ornamentos geométricos con motivos vegetales de los campos de Jaén y tres hechos como la Aparición, la Rosa de Oro y la coronación de la Virgen. «La Morenita» regresó a su camarín pasadas las cinco de la tarde, en una de las procesiones más largas de los últimos años.

Como dijo el Obispo de Jaén, la víspera de la fiesta de la Virgen de la Cabeza, «En cada grito que dice «viva la Virgen de la Cabeza» hay una oración”, y fueron muchos los vivas que se gritaron, desde la voz y otros desde el corazón, para pedir y agradecer a la Patrona de la Diócesis, la Virgen de la Cabeza.

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