La lluvia no impidió a cientos de fieles congregarse en la Parroquia de El Salvador para acompañar a cuarenta jóvenes, de las parroquias de Cristo Rey y El Salvador, en el día en el que iban a ser marcados por el sello indeleble del Espíritu Santo, concluyendo con este Sacramento los tres de su iniciación cristiana.
El Obispo diocesano, Don Amadeo Rodríguez Magro, presidió la Eucaristía en la solemnidad de la Santísima Trinidad, acompañado del párroco de El Salvador, D. Francisco Rosales; del párroco de Cristo Rey, D. Juan García Carrillo; del Delegado Episcopal de Pastoral Penitenciaria, D. José Luis Cejudo; del Rector del Seminario, D. Juan Francisco Ortiz así como el Vicario parroquial de El Salvador, D. Juan Manuel Perales Mercado.
Después de recordar, con la aspersión del agua bendita, el Sacramento del Bautismo, con el que nacieron a la vida cristiana, el párroco los presentó ante el Obispo, exponiendo que los confirmandos habían sido preparados para recibir el Sacramento.
Homilía
En su homilía, en la solemnidad de la Santísima Trinidad, transmitió a los fieles: “Vosotros sois la Iglesia del Señor que tiene a Dios y al Espíritu Santo”. En este sentido explicó a los que iban, “Tenemos que saber quiénes somos y conocer nuestra propia dignidad de pueblo santo de Dios que conlleva una responsabilidad, la de ser fieles al Espíritu Santo”. Para añadir, “el Sacramento que hoy recibís, es la mayor efusión del Espíritu para haceros madurar y crecer como cristianos”.
El Prelado del Santo Reino recordó a los jóvenes que “Dios ha hecho en vosotros lo que tenía que hacer. La Iglesia, de igual modo, os ha bautizado y os ha formado a través de las catequesis, pero ahora os toca a vosotros incorporar a vuestra propia vida los dones del Espíritu”. Para continuar diciéndoles, “A partir de ahora, para que os sea posible vivir como cristianos tenéis que confiar en Aquel que hoy viene a vosotros. Os hará cada vez personas más capaces con vuestra vida y con vuestras obras. Desde hoy tenéis la acción del Espíritu”.
Don Amadeo concluyó sus palabras diciendo a los jóvenes que se sientan felices porque “el Señor os escogió como heredad”.
Al término de la homilía y después de renovar las promesas que en el bautismo hicieron por ellos sus padres y padrinos, se acercaron hasta el presbiterio donde el Obispo los ungió con el óleo santo. Los confirmandos, acompañados de sus padrinos, fueron recibidos por Don Amadeo así como por su párroco.
La oración de los fieles estuvo participada por los recién confirmandos, así como las ofrendas, presentadas ante el Obispo por los jóvenes que acababan de recibir el Sacramento. El coro de la Parroquia de El Salvador fue el encargado del acompañamiento musical en una preciosa ceremonia.
