Durante la semana del 28 de mayo al 3 de junio, el grupo de Caritas de la parroquia de El Salvador de Jaén, ha llevado a cabo, un año más, las Jornadas de la Caridad. Este año han colaborado como ponentes:
El día 30 de mayo Álvaro Montejo Gámez, Voluntario de Cáritas Internacional y Coordinador del Centro de Día del Hogar Santa Clara y, que con el título “Una mirada que traspasa fronteras” compartió con los asistentes su experiencia como voluntario en Ecuador. Para ello recibió en 2016, la formación necesaria para conocer en profundidad en qué consiste ser voluntario internacional de Cáritas. Y durante el año 2017 estuvo viviendo, en el país de destino desempeñando su voluntariado en la ciudad de Macas, junto con la fundación salesiana Chankuap, acompañando a los niños más vulnerables de aquella ciudad, y realizando acciones vinculadas con un proyecto de comercio justo.
El día 31, D. Manuel Julián Gallego Gómez, Misionero en África (Padres Blancos), con el título “Agacharse con y por los pobres de África” nos acercó con su sensibilidad hacia un continente que le conquistó para siempre, a una labor de promoción y desarrollo de una de las zonas más conflictivas del continente, durante muchos años en Mali y actualmente en Burkina Faso, continuando con el acondicionamiento de la Iglesia de San Juan Bautista (mobiliario, espacios para las catequesis de los niños …) y trabajando por los proyectos ‘África en el Desarrollo Sostenible’. Ambas conferencias han sido muy enriquecedoras, y nos han acercado a otra realidad social, distinta a la nuestra, con menos bienes materiales, pero con una riqueza espiritual y humana muy grande.
Dichas Jornadas continuaron el sábado, 2 de junio con un rato de oración eucarística y el domingo, día 3 con la fiesta del grupo de Cáritas parroquial en la Misa de la tarde, ambas presididas por el párroco D. Francisco Rosales Fernández.
También y durante este año, en el mes de febrero, la Delegación de Pastoral Penitenciaria de acuerdo con el grupo de Cáritas de la Parroquia de El Salvador de Jaén, organizó una convivencia con un grupo de internos y ex- internos.
La Convivencia comenzó con un desayuno, con mucha confianza entre todos, como una familia en torno a una misma mesa en un día de fiesta. Después se visitó el Castillo de Jaén, donde todos disfrutamos como niños, con la suerte de tener un día esplendido de sol, la alegría se podía ver en todos los rostros.
En las dependencias parroquiales esperaba el resto del grupo de Cáritas, con la comida preparada. En la tertulia de la sobremesa, fuimos poniendo en común los sentimientos vividos a lo largo del día. Todos, los anfitriones y los visitantes, habíamos experimentado el sentimiento de ser amados.
Como dijo uno de los participantes, así fue la primera iglesia, así fue como la Iglesia se iba multiplicando en los lugares donde había un grupo de cristianos, que celebraban de esta manera la Cena del Señor, porque a continuación pasamos a un salón para celebrar la Eucaristía. Fue una experiencia inolvidable que nos dejó a todos con ganas de repetirla.
