El pasado domingo, 30 de noviembre, el Sr. Obispo, D. Ramón del Hoyo López presidía una Eucaristía con motivo del inicio del Año de la Vida Consagrada.
Dicha Eucaristía comenzaba a las 12 horas, en la Catedral de Jaén, y estuvo concelebrada por varios sacerdotes y religiosos diocesanos.
Durante su homilía el Sr. Obispo afirmaba que «éste es el pórtico que nos presenta la Iglesia en el inicio del Adviento: Orar para que el Señor continúe viniendo con sus gracias y bendiciones a este mundo y a nuestra vida; permanecer siempre vigilantes y llenos de esperanza, pues Él es fiel y nunca dejará solos a quienes le invocan; mantenernos firmes hasta el final como creyentes y llenar nuestras manos de buenas obras».
«En la Carta que he enviado a las parroquias de la Diócesis les digo que la riqueza de la vida consagrada pertenece a toda la Iglesia y que, durante los próximos meses deberíamos conocer, en primer lugar, y apoyar, después, esta rica realidad. Tengamos todos muy presente que la sementera del Evangelio sigue llegando a muchos niños y jóvenes a través de las manos consagradas y que la Iglesia diocesana está permanentemente apoyada ante el Señor gracias a los consagrados, de los monasterios de clausura y de vida contemplativa», continuaba.
Asimismo, el Sr. Obispo pedía por las vocaciones. «Agradecemos, ya desde esta Eucaristía, estos dones que el Señor regala a la Diócesis «en» y «por» los consagrados y roguemos al Dueño de la mies que conceda nuevas vocaciones para la vida de consagración, jóvenes capaces de entregar su vida por entero a Dios y a su Iglesia».