El pasado sábado, 24 de noviembre, tuvo lugar, en nuestro Seminario, el Encuentro de Educadores Católicos organizado por la Delegación Diocesana de Enseñanza de Jaén.
Comenzamos con una entrañable acogida a las 10:30 horas, compartiendo, entre saludos, besos y abrazos, la alegría de volvernos a reunir, un año más, para agradecer ante el Señor la misión encomendada y pedir la luz y fuerzas necesarias en el momento histórico que nos ha tocado vivir. A las 11:00h celebramos, en la capilla mayor, la Eucaristía presidida por el Vicario de Evangelización, D. Juan Ignacio Damas, y organizada por el grupo de maestros de Religión Católica de la ciudad de Jaén, cuidando con esmero cada momento y detalle de la celebración.
Las palabras de nuestro Vicario de Evangelización, aludiendo a las lecturas del día, que de forma providencial venían muy bien para la ocasión, nos llenaron de ánimo, al recordarnos que el mensaje de San Juan, dirigido a las primeras comunidades cristianas, que vivían tiempos de persecución, también son hoy para nosotros los educadores, porque no es fácil llevar el evangelio, ni hablar abiertamente de nuestra fe en los espacios en los que desarrollamos nuestra labor como educadores cristianos. Pero, desde la necesidad que se respira en nuestra sociedad de esperanza, y en el año de Misión pastoral que acaba de inaugurarse en nuestra Diócesis, estamos llamados a vivir siendo testigos de la fe que hemos recibido, con el ardor de los mártires que nos han precedido, con valentía y con la certeza de que no estamos solos, que el Espíritu Santo nos dirá lo que tenemos que hacer y decir en cada momento.
Con las fuerzas renovadas pasamos al salón de actos, para escuchar la ponencia de Dª. Carmen Pellicer, Teóloga, Pedagoga, Escritora y Presidenta de la Fundación Trilema, bajo el título: “Retos y dificultades para educar hoy”. Previamente, Dª Carmen Pellicer fue presentada por D. Antonio Bueno González, Director del Centro de Estudios Avanzados de Lenguas Modernas y profesor Titular de la Universidad de Jaén, quién abrió su intervención con una máxima que siempre tenemos que tener presente los educadores “aprender y enseñar con alegría”. Nos ilustró sobre la preparación académica y trayectoria profesional de la ponente, destacando el ser una persona muy reflexiva sobre su práctica diaria en el aula, lo que le ha llevado a dirigir diversos proyectos innovadores en el campo educativo. Experta en coaching en el sentido de entrenar y ayudar a hacer algo mejor. Máster en Inteligencias Múltiples. Comprometida por el cambio social y una persona de gran reconocimiento internacional.
En un tono coloquial y distendido fue desarrollando Dª Carmen Pellicer su reflexión sobre los retos a los que nos enfrentamos los educadores hoy. A lo largo de su exposición fue poniendo de manifiesto las enriquecedoras experiencias por las que ella también ha pasado en su trayectoria profesional. Comenzó poniendo de manifiesto que el sistema educativo actual está muy politizado, que vive momentos muy convulsos que producen tristeza y cansancio. Que las decisiones legislativas que se están tomando no responden a los desafíos de la escuela ni de la sociedad. Pero ante ello, nos hizo caer en la cuenta de que el alumno que tenemos hoy en el aula no estará mañana, y es esa emergencia de la que habla el Papa Francisco. El panorama no debe bloquearnos y dejar de hacer cada día nuestra misión.
Carmen Pellicer, explicó que el gran reto no es la tecnología que invade nuestra vida y nuestras aulas, sino la cosmovisión de la vida que queremos, el enseñar a aprender a vivir en constante cambio y encontrar ahí el sentido de la vida.
La educadora y teóloga desgranó que la escuela ya no puede preparar para el mundo que viene, como siempre ha hecho, porque es incierto lo que viene. De ahí que el cambio de currículum sea urgente. Qué aprender y cómo enseñar es la clave. El desafío es transformar la información que les llega a nuestro alumnado en conocimiento y en comportamiento. Por eso es importante diseñar cada clase pensando en lo que queremos que se produzca en el aula, y en los adultos que deseamos que sean, en un futuro, nuestros alumnos. Ciudadanos que sean capaces de construir el futuro y no vivir lo que otros les han diseñado.
Pellicer aconsejó que hay que ser creativos y cuestionar viejas formas que ya no funcionan. No hay alumno imposible hay escuelas que no saben responder. Un gran problema en la escuela hoy es conformarse con la mediocridad. Para introducir el cambio, hay tres factores que podemos mover dentro del aula, aunque fuera no se cambie nada: el currículum, sobre el que hay que reflexionar y adaptar para ir a lo relevante, de forma interdisciplinar, y que los alumnos lo lleven a su comportamiento. Ofrecerles oportunidades para que sean personas diferentes. Todos queremos alumnos listos, pero más humanos y formados espiritualmente. Hay que enganchar con algo que les interese y mantengan la atención, de ahí lo importante es crear un ambiente de clase que genere expectativa e interés. Nuestro diseño de clase ha de ir por ahí. Porqué mejoro esa estrategia y qué busco crear en el aula y en mi alumnado. El gran lastre que hay es el sistema de evaluación. Hasta que el profesor no asuma la responsabilidad del fracaso del alumno no cambiará. No se trata de medir sino de acompañar en el aprendizaje y construcción del conocimiento por parte del alumno. Por tanto, curriculum, metodología y evaluación podemos cambiarlo en nuestro espacio del aula.
La ponente terminó su intervención presentando el trailer de una de las películas que han rodado “Profes”, visitando algunos lugares de diferentes continentes en busca de los buenos profesores que, sin duda, hay.
Finalizamos la jornada con alguna intervención de los asistentes al acto y con las palabras de agradecimiento, y entrega de un obsequio a la ponente, por parte de nuestra Delegada de Enseñanza, Doña Celedonia Ortega.
Desde estas líneas el agradecimiento a todos los que han hecho posible esta rica jornada, a los organizadores, ponente, vicario, comunidad del Seminario, editoriales de Edebé y SM presentes con sus materiales y novedades, y a los más de 150 educadores que han participado.
Con el deseo de que todos seamos capaces de compartir el mensaje recibido, en nuestros ambientes educativos, con más fuerza y alegría, quedamos emplazados para el encuentro 2019.
