La celebración comenzaba a las 10 horas en el Sagrario de la S. I. Catedral de Jaén con la lectura del Evangelio. Tras la bendición de las palmas y ramos de olivo, comenzaba la procesión de las palmas por la lonja hasta el templo catedralicio.
En torno a las 10.15 horas se iniciaba la Santa Misa, presidida por el Obispo y concelebrada por D. Manuel Vega, D. Jesús Simón Peinado, D. Carmelo Zamora y D. Emilio Samaniego, D. Juan Viedma y D. Manuel Carmona, todos ellos Canónigos de la Catedral; así como por el Rector del Seminario, D. Juan Francisco Ortiz y con la colaboración de todos los seminaristas.
Tras las lecturas y el Evangelio de la Pasión, según San Mateo, Don Amadeo quiso dirigir unas breves palabras a los fieles diocesanos. “Me gustaría pedirles a todos ustedes, igual que me lo he pedido a mí, que la escucha de la Sagrada Escritura sea intensa y profunda. Convendría, incluso, que a lo largo de estos días de Semana Santa, que son días de meditación, volviéramos a leer este texto de la Pasión para que descubriéramos lo que nos va a suceder, no sólo lo que le sucedió a Cristo. Nosotros no podemos contemplar el misterio de la Pasión de Cristo, de la muerte de Cristo y de la crucifixión de Cristo, desde la distancia y desde el tiempo, ni de aquel que está frente a nosotros. Nosotros miramos y meditamos la Pasión de Cristo para contemplar siempre lo que nos sucede a nosotros en Él”.
“Por eso, estos días de Semana Santa debemos vivir buscando los valores interiores que ese misterio tiene. En todo aquello que contemplemos, que escuchemos, que meditemos… que busquemos los valores interiores, para fortalecer nuestra vida interior. En definitiva, para fortalecer nuestra vida cristiana que es una vida en Cristo. Para fortalecer nuestra vida en la muerte de Cristo y en la Resurrección de Cristo, que es el misterio que nos da vida y que nos conforma en Él”, insistía Monseñor Rodríguez Magro.
Con esta celebración se iniciaba la Semana Santa de este 2017, la primera de Don Amadeo en la Diócesis del Santo Reino.