El obispo de la diócesis ha bendecido a un grupo de madres embarazas y a los hijos que esperan en el transcurso de la celebración de la Eucaristía celebrada en la Catedral, el domingo 26 de mayo. La celebración, organizada por la delegación diocesana de Familia y Vida, estaba abierta a todas aquellas madres que esperan un hijo, y un buen grupo de ellas respondió a la oportunidad que se ofrecía.
Mons. Orozco presidió la celebración en una jornada en la que la Iglesia celebraba el domingo de la Santísima Trinidad, que nos habla de la paternidad divina, pero también de nuestra filiación y de la fecundidad del Espíritu Santo en la Iglesia. El misterio de la Santísima Trinidad nos habla, por tanto, del Dios que es vida y de la vida que nos da Dios.
Pero también era una jornada en la que la Iglesia celebraba el Día de la vida contemplativa y recordó las dos comunidades de religiosas de vida contemplativa que hay en la diócesis, el convento de las Madre Dominicas y el convento de las Hijas de la Sagrada Familia, los dos en la ciudad de Baza. De ellas decía el obispo que “son un regalo precioso que Dios hace a nuestra diócesis de Guadix, sosteniendo con su oración y sacrificios toda la vida diocesana”.
En la bendición de las embarazadas, tras recibir la bendición, acompañadas por sus maridos, las madres recibieron unos baberos con la inscripción «mi primera bendición» y una pulsera para la madre, con la misma inscripción. Un regalo de la delegación de Familia y Vida que será muy útil cuando nazcan los pequeños.
¿Y por qué esta bendición? Se ha celebrado porque el viernes 31 de mayo la Iglesia celebrará la fiesta de la Visitación de la Virgen María a Isabel, dos mujeres embarazadas que esperaban con ilusión la llegada de sus hijos. Como el 31 será viernes, la celebración se ha adelantado al domingo 26, para facilitar la asistencia. Y son muchas las parroquias o diócesis que celebran, en esta fiesta, una bendición para pedir la ayuda del Señor en ese momento tan importante que es la gestación de una nueva vida. Entre ellas, la de Guadix. Y así se hizo. Toda una bendición para las familias que esperan y una alegría compartida para los que las acompañaron en ese día tan especial.
Antonio Gómez
Delegado diocesano de MCS. Guadix
