Procesión de la Virgen de las Angustias, Patrona de Granada, y Eucaristía, en el Rosario de la Aurora celebrado esta mañana.
Mons. Javier Martínez, Arzobispo de Granada, ha acompañado esta mañana, junto con la Hermandad y cientos de fieles devotos, a la Virgen de las Angustias por las calles de Granada, en la procesión del Rosario de la Aurora que ha concluido en la Catedral. Allí, el Arzobispo ha presidido a las 8:30 horas la Eucaristía, que de nuevo oficia a las 13 horas por la intención del Cuerpo de Hermanos Palieros de la Hermandad de la Virgen de las Angustias, Patrona de Granada.
A su llegada al templo, numerosos fieles esperaban a la Virgen en el interior de la Catedral rezando el Rosario. El Vicario General, D. Manuel Reyes, y el Delegado de Liturgia, D. Manuel García Gálvez, han participado también en la procesión y en la Eucaristía.
Antes de comenzar la Eucaristía, Mons. Martínez se ha referido al pueblo cristiano como una “gran familia”, que así se ha mostrado durante la procesión en el Rosario de la Aurora.
Eucaristía
Durante la Santa Misa, el Arzobispo ha hablado del agradecimiento del cristiano como la primera actitud que tiene, porque Cristo está presente: “Él nos entrega su vida, Él quiere que vivamos, nos ha creado y nos ha llamado a este mundo para que vivamos con esa vida suya, que nos permite mirar a Dios como padre (…) con la confianza de un niño pequeño en los brazos de su padre. Que podamos mirar a Dios así, y pedirle así, y tratarle así, y saber que somos cuidados en la vida por el mejor de los padres”.
En este sentido, Mons. Martínez explicó que “por eso, el don más precioso de la vida es Jesucristo. Y por eso, la actitud primera de un cristiano es la gratitud, por muchas necesidades que haya en la vida –y no creáis que no sé de esas necesidades o que no las entiendo; mi pobre corazón las conoce bien: os las he escuchado muchas veces, las escucho”.
“Y sé que por muy grandes que puedan ser esas dificultades o sufrimientos, siempre podemos dar gracias a Dios. Porque hay un bien más grande, el que más necesitamos, indispensable: el amor infinito de Jesucristo, un amor que es más fuerte que la muerte”, señaló.
Respecto a la Santa Misa, el Arzobispo indicó que “la Eucaristía -que es la oración por excelencia del cristiano, es el momento cumbre de la vida de la Iglesia- es acción de gracias, porque en ella sucede que Jesucristo se nos da de nuevo. Igual que nos entregó su vida a todos los hombres”.
De la Virgen María, Mons. Javier Martínez explicó que “alabamos a la Virgen porque esa mujer nos ha dado el tesoro más grande, accesible a los hombres. Ese tesoro se llama Jesucristo”. “Cómo no te vamos a dar gracias, Virgen María”.
“Suplicamos que tenga misericordia de nosotros, que no nos falte el Señor, aquél que es el único bien, aquél que es el bien de todos los bienes. Ahora, es decir, en este momento. (…). En este momento, Señora, necesitamos tu misericordia: necesitamos el amor de tu Hijo, tu amparo, la gracia de Dios. Sabemos que la tenemos, pero te la pedimos”, concluyó el Arzobispo.
Las Angustias en la Catedral
La Sagrada Imagen de la Patrona de Granada permanecerá en la Santa Iglesia Catedral, hasta las 18:30 horas, cuando dé comienzo la procesión para regresar a la Basílica que lleva su nombre.
Durante toda la mañana, la Catedral acogerá Eucaristías en presencia de la Virgen de las Angustias.
