San José, corazón y esposo de padre

La figura de José, el esposo de María, sigue siendo misteriosa. Hay cristologías y mariologías que apenas aluden a él, o incluso lo eluden

José es uno de los personajes más enigmáticos y mágicos de la historia: el testigo de la infancia, adolescencia y tal vez juventud de Jesús. El varón que nos evoca la “otra responsabilidad”, “la otra paternidad”. María encontró en él no solo a su protector, su guardaespaldas, sino a su auténtico y misterioso esposo: a quien más la respetó, más la amó (¿sería posible estar junto a ella y no amarla?), con quien más colaboró… Jesús encontró en él el reflejo del Dios-Padre, a Dios reducido a niño, a adolescente, a joven… José tuvo que ser muy feliz, tuvo que sonreír mucho, tuvo muchos motivos para soñar y estar seguro de todas sus importantes decisiones. ¡Siempre tenía algún ángel a su disposición -quién sabe si el mismo Espíritu Santo en forma de ángel-, que le impulsaba a discernir y decidirse!

Partiendo de esta descripción, el autor asegura que ha podido cumplir un deseo que llevaba dentro desde hace muchos años: escribir algo sobre san José. Y el resultado es un librito que la editorial del Perpetuo Socorro ha acogido con interés, y que he titulado “San José, corazón de esposo y de padre”.

Ya está disponible en la Librería Diocesana.