En la tarde del 24 de enero tuvo lugar la ceremonia de acogida y apertura de la Jornada Mundial de la Juventud en la Cinta Costera, en el Campo Santa María la Antigua.
Los jóvenes acogieron al Papa Francisco entre aplausos, cantes y bailes. El Sumo Pontífice aseguró en su alocución que la JMJ es una «fiesta de alegría y esperanza para la Iglesia». También aclaró a los peregrinos que la cultura del encuentro es «una invitación a atreverse a mantener vivo un sueño en común, un sueño llamado Jesús».
El Papa Francisco resaltó que «lo más esperanzador de esta jornada serán vuestros rostros y una oración» ya que, como aseguró «cada uno volverá a casa con la fuerza nueva que se genera cada vez que nos encontramos con los otros y con el Señor».
Los jóvenes españoles acudieron por la mañana a la catequesis ofrecida por monseñor Osoro en el Instituto Técnico Don Bosco y a la posterior eucaristía celebrada por el cardenal. Durante su homilía resaltó que «la Iglesia es el único pueblo que se extiende por toda la tierra» y que vivir «la vida de Jesús es lo que nos iguala y nos une, independientemente de la raza y la cultura».
El ecuador de la Jornada Mundial de la Juventud ha llegado y en la tarde de hoy, viernes, tendrá lugar el tradicional Vía Crucis.