María Julia Barrón García es profesora de Religión en infantil y primaria en los centros Fernando Miranda de Fernán Núñez y Cervantes de Espejo
En los centros andaluces hay un alto porcentaje de matriculaciones en la asignatura de Religión Católica. Supera de media el 70%, ¿qué factores cree que influyen en la alta aceptación de la asignatura por parte de las familias y de los jóvenes?
La presencia de la enseñanza religiosa en la escuela responde, en primer lugar, a la importancia que esta asignatura tiene dentro de la educación para que el alumno pueda desarrollar de manera plena e integral su personalidad.
Esta enseñanza cuenta con una larga tradición en el sistema educativo español, responde a razones profundas de la institución escolar y a derechos reconocidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 que reconoce la libertad religiosa de personas y pueblos y por la Constitución Española que, no sólo acepta la libertad religiosa, sino que también garantiza el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones en el artículo 27.3.
La Religión ha sido desde décadas un elemento esencial en la enseñanza y en la formación de los distintos sistemas educativos españoles y de países europeos, pues ha sido considerada como pilar básico en el bagaje cultural y social de cada país, como un instrumento de vital importancia en la transmisión de valores. Por este motivo, no debemos dejar de ser conscientes del papel tan relevante que la Religión ocupa en la sociedad, ya que ésta, marca y orienta los modelos y la forma de vida de la mayoría de los ciudadanos. Tal responsabilidad también se ejercita en el derecho a elegir la escuela que garantice una educación conforme a los propios principios religiosos y morales.
En este sentido la religión en Andalucía se vive de manera muy intensa. Se trata de una de las regiones más católicas de España, hay muchas personas que se declaran creyentes.
Sin embargo, no es menos cierto que la secularización de la sociedad andaluza también se hace sentir en nuestros días, al igual que en el resto de España, y en general en el resto del mundo occidental.
Sin embargo, a pesar de todo Andalucía es la primera región española en un aspecto intangible de la religiosidad: la intensidad del sentimiento de sus fieles y la espectacularidad en la forma de demostrarlo, sus procesiones de Semana Santa, sus romerías y fiestas patronales se congregan a multitud de personas que por la tradición y por la fe se hacen presentes en nuestras vidas.
¿Considera que la materia de Religión y su profesorado tienen el tratamiento que merecen equiparable a las demás materias?
En absoluto y con el amparo de la nueva Ley de Educación, se le da mejor trato y mayor importancia a las otras asignaturas. Para mí es un gran error, porque olvidar la espiritualidad del ser humano hace que la formación integral de la persona no pueda llevarse a cabo. En un futuro, no muy lejano, veremos esta carencia en nuestra sociedad.
En cuanto a mí como docente, en los centros dónde imparto la Religión Católica, me siento muy bien considerada, con el mismo trato, respeto y cariño que el resto de los compañeros. Me siento contenta y feliz de realizar el trabajo que desempeño y de pertenecer a las comunidades educativas de las que formo parte.
Por la importancia de la materia que impartimos, no debemos nunca de perder la ilusión en nuestra constante formación y mejorar todo lo bueno que podamos dar a nuestros alumnos y hacer nuestra enseñanza lo más atractiva posible.
¿Qué niño/joven de hoy es el que acude a las clases de Religión?
Imparto clases a niños de infantil y primaria, esto me hace verlos crecer, muchos de ellos, como jóvenes involucrados en papeles importantes y cogiendo las riendas de Cofradías y Hermandades que viven el sentir religioso de nuestros pueblos y ciudades. Niños que pertenecen a familias arraigadas a la fe cristiana y que les han transmitido esas creencias donde el Nazareno y las advocaciones marianas son pilares importantes en sus vidas.
¿Qué aporta el estudio de esta materia al perfil académico del alumno?
La clase de Religión educa a los alumnos como ciudadanos libres, críticos, solidarios…, haciéndoles crecer en el respeto, la igualdad, la justicia, la paz y la fraternidad.
La enseñanza religiosa ayuda a los alumnos a plantearse y encontrar respuestas a las preguntas sobre el sentido de la vida y sobre todas las cuestiones que afectan a la felicidad de la persona y le ayuda a conocerse, interrogarse, potenciando la capacidad de reflexión y crítica.
Es una asignatura que aporta una visión íntegra del ser humano, de la sociedad que nos rodea y del mundo.
Posibilita a nuestros alumnos una cosmovisión y un sentido a su vida.
La asignatura de religión responde con vigor académico a las grandes cuestiones humanas.
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